(Minghui.org) Tengo 70 años y he practicado Falun Dafa (también llamado Falun Gong) durante veinte años. Como muchos otros practicantes, experimenté una recuperación milagrosa de mis problemas de salud. Mientras hablaba con la gente sobre Dafa y la persecución por parte del partido comunista chino, fui arrestado ilegalmente y detenido varias veces. El Maestro me protegió y me ayudó en las tribulaciones. Solo tengo una profunda gratitud hacia el Maestro y Dafa.

Soltar los apegos

Nuestra familia estaba en una mala situación financiera. Tuve dos hijos. Al hijo mayor le fue muy bien en la escuela, pero no pudo asistir a una universidad de cuatro años porque no podíamos pagar la matrícula. El hijo menor también fue obligado a trabajar cuando terminó de asistir a una escuela profesional.

El Maestro dijo:

“…los problemas de la gente común sólo son problemas de la gente común. Ante los ojos de los seres humanos las cosas no cambian, pero ante los ojos de los dioses todo esto cambia. Estás preocupado. Y Shifu está preocupado por ti también; estoy preocupado que no has abandonado tus apegos y que no has alcanzado un alto entendimiento del Fa, y que cuando resuelves un problema creas otros nuevos” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

De repente me di cuenta de que no podía ver claramente mi camino porque estaba viviendo en el laberinto.

El Maestro dijo:

“Te digo un principio verdadero: todo el proceso del xiulian del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones de apego del hombre” (Zhuan Falun).

Si algo me molestaba, ¿no era por un apego? Si seguía pensando en ello, ¿no estaba aumentando o acumulando apegos? El Maestro dijo que mientras hiciéramos las tres cosas bien, todo estaría ahí. Aunque realmente no entendía el significado detrás de las palabras del Maestro, sabía por intuición que debía hacer lo que Él decía. El Maestro dijo que uno gana solo cuando uno renuncia a las cosas. Así que empecé a soltar mis apegos y a hacer las tres cosas bien.

Fui arrestado varias veces por mi creencia. Mis dos hijos trataron de encontrarme y negociaron con la policía mi liberación. Ninguno de los dos se quejó. Apoyaron mi práctica y se preocuparon por mi seguridad.

Durante esos años, fui perseguido muy severamente. No tuve tiempo de cuidar a mis hijos. Por lo tanto, no estaba involucrado en sus vidas, desde la búsqueda de un trabajo, las citas, y el matrimonio.

Dafa le da a mi familia una vida mejor

Mi hijo menor compró una casa cuando se casó. Sin embargo, no tenía suficiente dinero para amueblarlo, así que sus suegros ayudaron a comprar los muebles. Cuando mi hijo mayor iba a casarse, no tenía suficiente dinero para un regalo de compromiso. Sin embargo, su prometida pudo conseguirle un proyecto que cubriera los gastos y él pudo celebrar la boda. Me enteré de todas estas cosas después de sus bodas. Sabía en el fondo que el Maestro cuidaba de nosotros. Me dio todo lo que necesitaba. Se encargó de todos mis problemas.

Hace dos años, hubo un accidente con una cadena de autos en la carretera. Se suponía que mi hijo menor estaría en esa carretera en ese momento. Sin embargo, de alguna manera decidió tomar un camino diferente. Nos enteramos del grave accidente más tarde ese mismo día.

Todo parecía como si alguien estuviera ayudando. ¿Qué podrían hacer los seres humanos? Sabía que el Maestro lo había hecho todo. El Maestro nos ha estado protegiendo.

Mi hijo menor ayudó a nuestro grupo de estudio del Fa a escribir y enviar nuestros mensajes de bienvenida al sitio web de Minghui. También ayudó a descargar las conferencias del Maestro. Aunque mis hijos no eran muy educados, tenían muy buenos salarios.

El Maestro ha protegido a mis familiares, y los milagros han ocurrido uno tras otro. No hay palabras que puedan expresar la gran compasión del Maestro.

Hecho por tu propio bien

En mayo de 2015 me enteré de que los practicantes de Falun Dafa habían comenzado a presentar denuncias penales contra el ex dictador chino Jiang Zemin por iniciar la persecución de Falun Gong. También quería demandarlo. Sin embargo, no sabía cómo escribir la carta, así que estaba muy ansioso.

Al principio, no podía recordar los detalles de la persecución que había sufrido. Parecía tener un desastre en mi cerebro. Hice todo lo que pude para recordar lo que había pasado. Cada vez que recordaba algo, lo escribía en un pedazo de papel. Entonces, empecé a recordar cuándo y dónde tuvo lugar. Lentamente, recordé cada incidente. Sabía que fue el Maestro quien me ayudó.

Me tomó cerca de dos meses recordar lo que había sufrido, escribirlo y editarlo en una carta de denuncia formal. Decidí enviarlo por correo a principios de julio. Se dijo que la mayoría de las cartas de denuncias habían sido interceptadas en la oficina de correos. Pensé que había muchas maneras diferentes de enviarlo. Finalmente, la segunda carta que envié llegó al tribunal supremo popular.

Sin embargo, la policía pronto vino a arrestarme. Registraron mi casa y encontraron los borradores de mi carta. Preguntaron si fui yo quien escribió las cartas. Reconocí que lo había hecho. Querían que firmara un documento acusándome de "alterar la ley". Me negué a firmarlo y les dije que Jiang Zemin fue quien violó la ley.

Los oficiales me llevaron al sótano de la estación de policía para interrogarme. Me preguntaron por qué estaba demandando a Jiang. Dije que era porque me hizo daño a mí y a toda la humanidad. Entonces me preguntaron por qué no lo demandé antes.

Dije: "Tenemos una nueva ley en China que establece que los ciudadanos pueden ser demandantes en casos penales. Muchos practicantes están ejerciendo ahora ese derecho a presentar denuncias penales contra el ex dictador. ¿Adónde podía ir antes de que se promulgara esta ley? Mi demanda contra Jiang Zemin también es por el bien de los oficiales de policía. Ustedes son los encargados de hacer cumplir la ley, pero al seguir las directivas de Jiang, están violando las leyes a gran escala".

Todos me miraron con asombro.

Después del interrogatorio, me dejaron en solo. Envié pensamientos rectos. Todos fueron muy amables conmigo todo el tiempo. Me ofrecieron pan y agua, y me dijeron que normalmente no ofrecían agua a nadie que trajeran allí.

Me soltaron al día siguiente. Mientras caminaba a casa, me encontré con uno de los oficiales y los ayudé a renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones afiliadas.

El Benevolente Maestro y Dafa me forjaron. Sin sus enseñanzas, ¿Cuán bueno sería? ¿Cómo podría hacer estas cosas?