(Minghui.org) Tengo unos 30 años y comencé a practicar Falun Dafa a fines de 2016. Antes de eso solo pensaba acerca de cómo disfrutar la vida todos los días.

Después de encontrar a Dafa, comprendí el verdadero significado de la vida, cambié mi actitud acerca de cómo vivir y me dediqué a la cultivación.

Después de seis meses, comencé a aclarar la verdad. Me sentí feliz cada vez que alguien me escuchaba y abandonaba el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones juveniles. Entonces estaba listo para hablar con mi familia y amigos sobre la cultivación, Dafa y la persecución.

Nada es fácil al aclarar la verdad

Me reuní con un amigo muy querido en una comida, provenía de una familia acomodada y trabajaba para el gobierno chino. Pensé que sería una buena oportunidad para hablar sobre Dafa, especialmente porque solía escuchar mi consejo en todo. Pensé que sería fácil convencerlo para que abandonara al partido. Sin embargo, me sorprendió que después de hablar con él por un buen rato, no solo no se rindiera, sino que aún pensara que el partido era bastante bueno.

Eso me hizo sentir horrible. Me di cuenta de que no había explicado bien las cosas. Fui demasiado apresurado y no envié pensamientos rectos para pedirle a Shifu que me fortaleciera antes de hablar con él.

Después de un tiempo, mi esposa fue a la casa de este amigo y habló con él y su esposa sobre Dafa, mientras yo me quedaba en casa con los niños y enviaba pensamientos rectos. Desafortunadamente, ninguno renunció al PCCh.

Siempre me había preocupado por este amigo, pero cuando no nos escuchó, comencé a sentirme molesto y pensé que estaba perdido y sumido en ideas equivocadas.

Mientras estudiaba las enseñanzas y hacía más los ejercicios, gradualmente llegué a entender muchos principios del Fa. Estaba claro para mí que no podemos escoger y elegir con quién queremos hablar sobre Dafa. Tenemos que eliminar nuestras nociones humanas y apegos profundamente arraigados. No podía suponer que "nunca entenderían la verdad" simplemente porque no renunciaron al PCCh después de haberles hablado solo dos veces.

Después de eso, a veces incluía a esta pareja en mis pensamientos rectos, con la esperanza de poder convencerlos del valor de Dafa.

Mi persistencia condujo a un resultado positivo. Este amigo, que se había negado a renunciar al PCCh cuando lo sugeri por primera vez, finalmente me envió un mensaje de que quería abandonar al partido. Esto me conmovió más que la primera vez que una persona común renunció al PCCh después de que le aclarara la verdad.

Para estar seguro, le pregunté si lo que dijo era cierto, y él respondió: "¡Por supuesto que es verdad!". Me envió otro mensaje, pidiéndome con toda sinceridad que lo ayudara y que ciertamente no estaba bromeando sobre esto.

Luego me envió otro mensaje: "¡Por favor, ayúdame, aún puedo ser salvado!". Creo que este pensamiento vino de su lado que sabe la verdad.

No abandonar a los amigos

El estudio adicional del Fa me ayudó a encontrar ideas sobre cómo aclarar la verdad a mis viejos amigos.

Una corriente constante de sabiduría pareció fluir en mi mente. Sentí que podía aclararles la verdad durante dos horas sin interrupción. Entendí que tenía que dar gracias al Maestro y a Dafa por todas estas sabias palabras. Tales pensamientos nunca podrían haber surgido, ni podría haber hablado así antes de practicar Dafa.

Un grupo de amigos que conversaban en línea me pidieron que me uniera a ellos para la cena. Lamentablemente, tuve que rechazar la invitación. Entonces uno de ellos bromeó: "El hermano Di está haciendo su cultivación 'a puerta cerrada' y está demasiado ocupado" y "Hermano Di, será mejor que te apresures y 'purifiques' a Meng (otro amigo). Está arruinando su vida en este momento".

Los mensajes me molestaron. No entendieron nada y solo siguieron creando yeli (karma) para ellos mismos. Pero mi compasión salió y les dije: "No me rendiré con ustedes". Decidí que era un buen momento para estudiar el Fa y enviar pensamientos rectos.

Llegué a entender que el Maestro atesora a cada ser consciente. Cuando el Maestro vio mi voluntad de contarle a la gente los hechos, me dio la sabiduría y me ayudó.

Mis esfuerzos para aclarar la verdad me han ayudado a comprender que las personas en todo el mundo se vuelven cada vez más seres conscientes e incluso han comenzado a buscar a los practicantes para conocer la verdad.