Cruel abuso en la cárcel a un practicante anciano de Guizhou

(Minghui.org) El señor Zheng Jucheng, de 70 años, de la ciudad de Anshun, provincia de Guizhou, tras estar detenido ilegalmente por 10 meses fue condenado a dos años de prisión a principios de 2018. El señor Zheng tenía moretones y marcas de sangre en todo el cuerpo por ser golpeado en la prisión de Duyun.

Fue denunciado y arrestado mientras distribuía materiales de Falun Dafa en los municipios del distrito de Puding, el 30 de abril de 2017. En un principio fue detenido en el centro de detención de Puding y luego trasladado al centro de rehabilitación del hospital público de Puding. Según los guardias, ambos centros están relacionados entre sí. Tras 10 meses de detención, el señor Zheng fue condenado a dos años de reclusión y lo llevaron a la prisión de Duyun a comienzos del 2018, poco antes del Año Nuevo Chino, a mediados de febrero.

Los guardias Xiao Jian y Wang Shijun dieron órdenes al preso Tian Jiankun para que vigilara a los practicantes. Tian apuntó al anciano y le propició todo tipo de tortura.

El señor Zheng quedó paralítico de la mitad del cuerpo, lo trasladaron al hospital de la prisión. y luego al de la policía de Guizhou.

Ma Kaiyou y Chen Fangke, otros dos presos asignados a vigilar a los practicantes, recibieron órdenes de Xiao y Wang de abusar del señor Zheng durante un mes. En el hospital de la prisión de Duyun, los reclusos se turnaban para torturarlo. Ma y Chen eran los más despiadados.

Los internos humillaron e insultaron al señor Zheng. Le clavaron los dedos en los ojos, le pincharon y apuñalaron la nariz y orejas con escarbadientes; le pincharon los pezones, le pegaron en la cara, le dieron puñetazos, patadas y le golpearon los testículos. Zheng fue  empujado al borde de la muerte.

Para encubrir sus actos brutales, los guardias inventaron mentiras y ordenaron a los presos repetir la misma historia. También mintieron al público, afirmando que el señor Zheng era un seguidor de alguna otra secta.

Hacemos un llamado a las personas de la justicia en todo el mundo para que presten atención a la difícil situación del señor Zheng, le brinden su apoyo y lo rescaten de futuras torturas inhumanas.