(Minghui.org) Soy un cocinero de 46 años. Practiqué artes marciales y qigong desde muy joven hasta cumplir los 24 años. Aunque practiqué qigong durante años y leí muchos libros acerca de ello, me pasaba justo como enseñó el Maestro:

“Las cosas de los verdaderos niveles altos, en las mentes de gran cantidad de nuestros cultivadores están en blanco, no saben absolutamente nada” (Zhuan Falun, Primera Lección).

Experimenté algunos fenómenos que el Maestro describió mientras practicaba artes marciales, o diferentes qigong, tales como: Cobertura de campana de oro, experimentar lo que sentían otras personas, la aguja de energía, el método de agarrar y la habilidad de comer vidrio, solo por nombrar algunos. Mi conciencia también abandonó mi cuerpo y viajó a otras dimensiones. Sin embargo, ningún maestro de qigong logró explicarme con claridad qué me pasaba.

Me sentía confuso mientras trataba a muchos pacientes a través de la curación de qigong. Básicamente podía curar a cualquiera. Durante ese tiempo, bebía alrededor de un litro y medio de alcohol, y fumaba dos paquetes de cigarrillos todos los días.

Debido a que practiqué artes marciales, estaba profundamente apegado a la lucha y tenía mucha interferencia de otras dimensiones. A veces luchaba toda la noche, me sentía tan cansado que no tenía fuerzas para trabajar al día siguiente. Pero después de tomar un trago, la energía volvía.

Practicando Falun Dafa

Una vez, cuando estaba practicando qigong en un parque, me encontré con mi tío. Me habló de Falun Dafa y me dijo: "Nada se puede comparar con Falun Dafa". Sentí que me ocultaba algo, y paré la conversación. Pero de alguna manera el nombre Falun Dafa provocó algo en lo más hondo de mi corazón. Sonaba como si fuera algo profundo.

Entonces visité a mi tío y le pregunté: "¿Crees en la existencia de otras dimensiones?". Respondió: "No es nada anormal. Zhuan Falun habla de ello". Luego me presentó Dafa y me regaló el libro principal de Falun Dafa que había mencionado, Zhuan Falun.

Cuando llegué a casa, abrí el libro y vi la sonrisa compasiva del Maestro. Pensé: "Maestro Li, si eres como mi tío lo describió, por favor, muéstramelo". En respuesta, la imagen del Maestro brilló con luz propia. Me emocioné y sentí curiosidad. Después de calmarme un poco, volví a abrir el libro y pensé: "Maestro Li, ¿es verdad lo que acabo de ver?". La foto del Maestro resplandecía con un brillo deslumbrante. Una vez más, lo cerré. Después de una larga pausa, abrí el libro por tercera vez y pensé: "Maestro Li, por favor, muéstramelo una última vez". Esta vez, vi una columna de energía desde la cabeza del Maestro hacia arriba. ¡Fue realmente increíble! No pude evitar arrodillarme e inclinarme hasta que mi frente tocó el suelo. Decidí practicar Falun Dafa.

Eliminando los apegos

Cuando empecé la práctica, me di cuenta de que soltar los apegos era un asunto serio e importante. Si hubiera sabido que practicar Falun Dafa significaba que uno no podía fumar o beber, ni siquiera hubiera abierto Zhuan Falun, debido a mi adicción.

Fue increíble que después de que empecé a leer Zhuan Falun, ¡no pensé en fumar un cigarrillo o beber una copa durante tres días! No lograba entender cómo podía haber pasado tanto tiempo sin pensar en beber o fumar. ¡Guau! Me di cuenta de que esta práctica era realmente impresionante y que más me valía tomarla en serio.

Desafortunadamente, volví a beber después de un tiempo, lo cual me ocasionó un terrible dolor de cabeza. Le dije al Maestro en mi mente que ya no bebería más. Entonces tuve un sueño. Alguien me dio una botella y me dijo que era licor puro de Maotai y que debía probarlo. Respondí que practicaba Falun Dafa y que había dejado de beber. De hecho, desde que solté ese apego, ninguna persona trató de persuadirme de que bebiera otra vez, incluyendo a aquellos que no sabían que practicaba Falun Dafa.

Yo era cocinero y era bastante bueno, incluso desde joven. Por lo tanto, desarrollé un fuerte apego a mostrarme. Era competitivo y tenía varias nociones humanas. Luchaba por la fama y no aceptaba críticas. Ni siquiera mi jefe se atrevía a decirme que no, por temor a que renunciara a mi puesto. Si la gente que estaba a mi cargo hacía algo mal, le regañaba y pegaba. Pero también era un buen amigo, así que siempre pagaba lo de todos cuando salíamos juntos. Cuando alguien tenía problemas y necesitaba ayuda, yo era el primero en brindársela. Por lo tanto, tenía muchos amigos.

Ahora mientras pensaba en todas estas cosas, me sentía triste porque todas mis nociones humanas quedaron expuestas. ¿Cómo podría cambiar si me aferraba a mis apegos? Comprendí que necesitaba dejar de lado todas las nociones humanas y me decidí a cambiar para ser mejor. Entonces, me di cuenta de que, efectivamente, cambiaba todos los días.

El cambio más notable fue mi aspecto. Era como si mi cuerpo se estuviera renovando. Los aprendices que trabajaban conmigo estaban contentos y a menudo decían que ya no los golpeaba, ni abusaba de la gente. Todos mis parientes y amigos observaron los cambios después de que empecé a practicar Falun Dafa. Por lo tanto, después de que comenzó la persecución, ninguna de estas personas creyó las mentiras difundidas por los medios de comunicación controlados por el estado.

Dos meses después de que comencé a practicar la cultivación, mi tercer ojo se abrió. Una noche, vi a un daoísta sentado con las piernas cruzadas que me dijo: "FoFa es la ley recta. Cultívate diligentemente", antes de desaparecer. A la mañana siguiente, mi esposa y yo pudimos ver un Falun girando sobre nuestro toldo.

Todavía recuerdo la primera vez que terminé de leer a Zhuan Falun. Escribí en mi diario: "El dinero y las mujeres hermosas te las puedes llevar. La riqueza y el honor no te los puedes llevar o guardar. El buen vino y las copas de oro no te las puedes llevar. Practicar la cultivación en esta vida me conducirá a alcanzar la Perfección".

Reencarnado

Solía tener sueños sobre mis vidas anteriores. A veces era un rey, un monje o una mujer, y a veces era una vaca u otro animal.

Una vez tuve un sueño sobre tiempos antiguos. Mis siete u ocho hermanos y yo llevábamos armadura. Montábamos a caballo y portábamos armas largas. Fuimos a una ciudad llamada Youzhou. Tan pronto como entramos en la ciudad, nos persiguieron miles de soldados. Luchamos hasta que solo quedamos cuatro de nosotros. No nos iríamos sin nuestros hermanos caídos durante la batalla, así que seguimos luchando. Había demasiados enemigos, y también caí. Entonces, me desperté. Un pensamiento pasó por mi cabeza: En una ocasión fui Yang Sanlang de los cuentos del General Yang (Nota del editor: Los generales de la familia Yang es una colección de cuentos chinos sobre una familia militar de los primeros años de la dinastía imperial china Song [960-1279]).

En otra ocasión, tuve un sueño sobre la dinastía Shang. El rey era un tirano, así que ayudé a derrocar su dinastía. De repente tuve alas, volé a su ciudad y les dije a sus soldados que la dinastía Shang había llegado a su fin y que tenían que rendirse y dar la bienvenida a su nuevo rey.

En otra ocasión, soñé que veía a Sun Wukong y al Rey Dragón en otra dimensión. Yo les dije: "Pueden verme, ¿verdad? ¿Por qué no se detuvieron y me saludaron?". El Rey Dragón respondió: "Estás ocupado haciendo cosas para validar el Fa que es lo más sagrado. No nos atrevimos a molestarte".

Falun Dafa muestra su poder

En 1999, regentaba un restaurante plagado de ratas. Había tantas que podías verlas vagando por la cocina incluso durante el día. No tenían miedo de los humanos. El personal sabía que yo practicaba Falun Dafa y que no mataba vidas. Pero como había muchas ratas, compraron veneno para ratas.

Aunque no sesgaba vidas, comprendía que las ratas no podían apoderarse del entorno de vida de los humanos. Por lo  que escribí un aviso: "Queridas ratas, esto es demasiado. Este no es un lugar para que vivan. Tienen que irse a otro lado a buscar comida. Practico Falun Dafa y quiero ser compasivo. Yo no mato vidas. Pero otras personas también viven aquí. No las dejarán en paz. Por favor, huyan rápido".

Lo leí en voz alta y todos pensaron que era gracioso. Pegué el aviso en la pared de la cocina. Al día siguiente, las ratas se habían ido. Todos fueron testigos del poder de la Dafa.

Un verano, la mosquitera de la casa se rompió, y los mosquitos entraban en la casa con frecuencia a través de los agujeros, especialmente por la noche. No me picaban, tampoco a los niños pero sí a mi esposa. Se levantaba en medio de la noche para golpearlos, pero en el momento en que encendía la luz, desaparecían.

Esto hizo que mi esposa enfureciera e incluso a mí me afectó su enojo. Me culpó por no arreglar la pantalla. Le dije: "Esto no es una coincidencia. Tal vez les debes algo de tus vidas anteriores, y ahora regresan para que se lo devuelvas". Hablé con los mosquitos en mi mente: "Soy un discípulo de Falun Dafa, en el período de la rectificación del Fa, así que por favor no interfieran con mi tiempo de descanso. Si le debemos algo, por favor, déjenlo a un lado por ahora. Un día, cuando llegue a la Perfección, les devolveré todas las bendiciones y tendrán un buen futuro". Todos los mosquitos se habían ido, y mi esposa vio el poder de Falun Dafa.

Sobreviviendo a la persecución

Tuve un sueño poco antes del 20 de julio de 1999. Sentí que Falun Dafa iba a ser prohibido en China y que la policía arrestaría a los practicantes de Falun Dafa. Por supuesto, decidí seguir practicando Dafa porque me había beneficiado en muchos aspectos.

En otro sueño, dos hombres me perseguían con una picana eléctrica. Me golpearon, y uno de ellos me agarró del pelo y me arrastró hacia una montaña. El otro me puso una aguja de acero en el pie. Me mordí los dientes, traté de soportar el dolor y pensé que no renunciaría a mi fe. Me arrastraron hasta la cima de la montaña y se esfumaron.

Una puerta de la montaña se abrió, y salió un monje alto y anciano. Se inclinó ante mí y dijo: "Por favor, acompáñame". Me llevó a una habitación, donde vi al Maestro sentado con las piernas cruzadas en flor de loto. Me miró y sonrió. Rápidamente me arrodillé en el suelo y mis ojos se llenaron de lágrimas.

Me desperté y mi almohada estaba toda mojada. Poco tiempo después, el régimen comunista chino lanzó la persecución. En aquel entonces, comprendí lo mucho que el Maestro estaba sufriendo.

Comenzamos a distribuir materiales de aclaración de la verdad para informar a la gente sobre Falun Dafa. Por falta de experiencia, no actuamos racionalmente y me detuvieron ilegalmente. En el centro de detención, los practicantes estudiaban cinco lecciones de Zhuan Falun cada día. También aclaramos la verdad a los internos. Aquellos que entendieron comenzaron a hacer los ejercicios con nosotros. Los presos dijeron: "Los discípulos de Falun Dafa están a cargo aquí. Ellos tienen la última palabra!".

Todavía recuerdo a un estudiante universitario que conocí. Me dijo: "Hay muchos grandes libros que han dejado los sabios. Ustedes pueden leerlos y a nadie le importa. ¿Por qué te convertirías en prisionero por leer Zhuan Falun? ¿Realmente vale la pena? Una vez leí Zhuan Falun y no vi nada especial en él".

Un practicante respondió: "Una vez recité el Tao Te Ching de Lao Zi y algunas partes de las Analectas de Confucio. Pero estos dos libros no pueden compararse con Zhuan Falun. Si quieres entender verdaderamente el significado interno de este libro, necesitas tener la mentalidad correcta". El estudiante se quedó callado. Nos escuchaba leer el Fa todos los días. Después de varios días, también comenzó a practicar Falun Dafa.

La bondad de Falun Dafa se manifiestaba en la conducta de los practicantes dentro del centro de detención. Hacíamos las cosas desinteresadamente y fuimos compasivos, lo que causó una profunda impresión a todos en la cárcel. Tanto los prisioneros como los guardias cambiaron su actitud hacia los practicantes y comenzaron a mostrar respeto.

Ningún practicante se vio forzado a renunciar a su fe. Creamos con éxito un ambiente que era bueno para todos, en el que podíamos hacer los ejercicios, estudiar el Fa y aclarar la verdad.

Clarificando la verdad

El primer trabajo que conseguí después de salir del centro de detención fue como cocinero. El chef era un tipo difícil de tratar, pero me comporté como un verdadero cultivador.

Después de nueve días de trabajo, finalmente moví el corazón del chef. Aseguró: "Tus habilidades son excelentes. Sin embargo, no fumas ni bebes. Nunca he visto gente así". Le hablé de Falun Dafa y de la persecución. Dijo que estaba contento de haberme conocido. Llegó a comprender que los medios de comunicación no estaban diciendo la verdad.

Varios días después, tuve un sueño. Había un dragón dorado en el cielo. A medida que pasaba el tiempo y las cosas cambiaban, se aburría y gradualmente se estaba haciendo más pequeño. Intenté alimentarlo, pero agitó la cabeza y dijo: "Me gustaría comer berenjenas peladas". Entonces me desperté.

Pensé en el chef quisquilloso que conocí cuando llegué a trabajar aquí. Me hizo quitar la piel de una cesta llena de berenjenas. También repetía: "Quiero comer berenjenas peladas". Su nombre era Kong Xianglong (nota del editor: el primer nombre en chino significa "dragón auspicioso"). Este incidente me hizo darme cuenta de que todas las vidas tienen su origen. No fue una coincidencia que conociera a este cocinero. El Maestro lo arregla todo, y necesito apreciar a toda la gente que conozco.

Un amigo invitó una vez a un funcionario a cenar. Tan pronto como nos sentamos los tres, sonó su teléfono celular. Decidí hablarle de Dafa antes de que se fuera corriendo. Le dije que no bebía porque practicaba Falun Dafa. Hablé durante más de una hora, y su teléfono no volvió a sonar. De vez en cuando hacía preguntas. Finalmente, se levantó y dijo: "¡Guau! ¡así es como el régimen comunista chino persigue a Falun Dafa! ¡Renunciaré! ¡Renunciaré! ¡Quiero dejar el partido! ¡Muchas gracias por contarme todas estas cosas!".

Presenciando el extraordinario poder de Dafa

Había una gran valla publicitaria colgada sobre una carretera principal, con lemas que difamaban al Maestro y a Dafa. Muchos practicantes oyeron hablar de ella, pero debido a que la valla era muy grande y alta, nadie sabía qué hacer para quitarla. Cuando fui a verla se me ocurrió un plan.

Fuimos al lugar alrededor de las 10 p. m. Uno de nosotros envió pensamientos rectos, y los otros dos ennegrecieron el eslogan usando una toalla empapada de tinta atada a un palo largo.

Al día siguiente, los trabajadores usaron el cañón de agua de un camión de bomberos para lavar la tinta. Fuimos allí de nuevo a la noche siguiente y lo pintamos de rojo. Cuando fui a comprobarlo al tercer día, había una nueva capa de pintura roja, y el malvado eslogan estaba ahora escrito en negro.

Cuando estábamos a punto de llegar para cambiar la cartelera por tercera vez, coloqué nuestra caja de herramientas en los arbustos junto a la acera y me acerqué a echar un vistazo. Era extraño que todas las luces alrededor del cartel estuvieran apagadas, incluyendo las de la calle. Cuando caminamos hacia la valla publicitaria, nos dimos cuenta de que algo andaba mal. Dije en voz baja: "No podemos hacerlo esta noche. Volvamos". Para entonces, vi a ocho personas escondidas en la oscuridad. Una voz dijo: "¿Los arrestamos?". Otra sostuvo: "Esperemos un poco más". Nos marchamos sin problemas.

Cuando volvimos a casa, calmamos nuestra mente y compartimos nuestros entendimientos. Estábamos haciendo la tarea usando nociones humanas. No nos enfocamos en eliminar los factores malignos en otras dimensiones. Miramos adentro para encontrar las carencias en nosotros mismos. Enviamos pensamientos rectos para eliminar todo lo que nos impedía eliminar el cartel.

Esa noche, soñé que escuchaba la conferencia del Maestro. Cuando terminó y estaba a punto de irse, noté un poco de barro en el hombro del Maestro. Fui corriendo hasta el Maestro y le dije que le limpiaría su camisa. Entonces, me desperté. Comprendí que el sueño era para animarme a seguir adelante, y esto aumentó mi confianza en el empeño de eliminar el malvado mensaje de la valla publicitaria.

La cuarta noche, después de que terminamos de enviar pensamientos rectos, fuimos a la valla otra vez. Envié pensamientos rectos hacia la persona que vigilaba la valla publicitaria mientras que mis compañeros practicantes la pintaban con tinta negra. Tan pronto como terminamos, una sirena de policía sonó. Envié pensamientos rectos mientras caminaba hacia el oficial de policía. Estaba aturdido y me miró inmóvil. Los practicantes terminaron su tarea, y el oficial y yo nos quedamos mirándonos fijamente el uno al otro. Cuando me di cuenta de que los practicantes se habían ido y yo era el único que quedaba, pensé: "¿Qué estoy haciendo aquí? ¡Debo irme!". Me subí a mi bicicleta y me alejé hasta ponerme a salvo.

En otra ocasión, encontramos una pancarta calumniando a la Dafa en la puerta de un estacionamiento. En medio de la noche, otro practicante y yo tomamos una escalera para quitarla. Sin embargo, la bandera estaba sostenida por un alambre grueso, y no encontraba la fuerza suficiente para quitarla. Le pedí ayuda al Maestro, y la fuerza en mis brazos creció hasta poder descolgar el estandarte.

Mucha propaganda malvada ha aparecido en nuestra región a lo largo de los años. Tan pronto como veíamos algo malo, lo quitábamos. Defendemos la dignidad del Maestro y de Falun Dafa. Durante nuestros esfuerzos por eliminar la propaganda malvada, siempre hemos podido sentir la protección compasiva del Maestro y el poder ilimitado de Dafa.