(Minghui.org) La Sra. Jin Shunnu entró en coma el 6 de octubre de 2018 mientras estaba detenida por hablar con la gente sobre Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

Cuando su familia se dirigía al hospital, la policía los obligó a firmar una liberación de responsabilidad con la amenaza de darle a la Sra. Jin una pena de prisión severa si se negaban a firmar.

El esposo y la hija de la Sra. Jin permanecieron en el hospital durante cuatro días, pero ella ya no recobró el conocimiento. Falleció alrededor de las 4 a. m. del 10 de octubre. Su cuerpo fue incinerado el mismo día sin una autopsia, y el certificado de defunción emitido por el hospital dice que murió de un derrame cerebral. Ella tenía 66 años.

La Sra. Jin Shunnu.

La Sra. Jin fue arrestada el 19 de septiembre de 2018 en la oficina de su comité residencial local, lugar al que fue para solicitar los documentos necesarios para recuperar su pensión, que le fue suspendida cuando estuvo encarcelada durante 13 años por negarse a renunciar a su práctica de Falun Dafa.

Le explicó al personal de la oficina que fue ilegal que la encarcelaran por su fe y que no deberían haberle suspendido su pensión. En lugar de emitir los documentos requeridos, un miembro del personal llamó a la policía. Los oficiales de la estación de policía de Xinhua llegaron y la llevaron al centro de detención de Nangou.

No está claro qué le sucedió durante su breve detención, y lo que hizo que cayera en coma y muriera días después.

La muerte de la Sra. Jin se produjo solo tres años y medio después de que fue liberada de prisión.

Mientras la Sra. Jin estuvo encarcelada entre 2002 y 2015, su esposo, el Sr. Shen Shan, cumplía una condena de 11 años por su fe en Falun Dafa. Su hija, la Sra. Shen Chunting, también recibió tres años de trabajos forzados por practicar Falun Dafa.

La familia finalmente se reunió en 2015, solo para perder a la Sra. Jin tres años después.

Arrestada cinco veces en tres años y torturada estando bajo custodia policial

La Sra. Jin comenzó a practicar Falun Dafa en octubre de 1997. En ese tiempo sufría un rápido deterioro de su salud como consecuencia de una estafa financiera por la que perdió más de cien mil yuanes. Le agradecía a Falun Dafa por haberla sacado de la profunda depresión y ayudarla a recuperar la salud.

La Sra. Jin fue arrestada por primera vez el 20 de julio de 1999, el mismo día en que comenzó la persecución a Falun Dafa en China. La sentenciaron a seis meses de trabajos forzados. Su familia se vio obligada a pagar 11.500 yuanes antes de que la liberaran el 7 de enero de 2000.

Entre febrero de 2000 y 2001, fue arrestada tres veces más debiendo pasar dos periodos más de trabajos forzados. Cuando realizó una huelga de hambre para protestar por su arbitraria detención, fue torturada y alimentada a la fuerza.

El 6 de abril de 2002 la Sra. Jin fue arrestada por quinta vez mientras distribuía materiales de Falun Dafa. Durante el interrogatorio, la policía la torturó haciendo que un oficial se sentara en una de sus piernas, mientras que otro oficial forzaba su otra pierna hasta la cabeza. Incluso después de que se desmayó por el insoportable dolor, los oficiales continuaron torturándola en sus otras extremidades. Al recuperar la conciencia no podía moverse.

Trece años en prisión

Siete meses después de su arresto, en noviembre de 2002 la Sra. Jin fue sentenciada a pasar 13 años en prisión y fue llevada a la prisión de mujeres de Liaoning el 8 de abril de 2003, una prisión infernal famosa por usar métodos atroces de tortura en los practicantes de Falun Dafa.

Descargas eléctricas

Cuando los guardias de la prisión encontraron a la Sra. Jin pasando las escrituras de Falun Dafa a otros practicantes, la llevaron a una oficina, le quitaron la ropa de la parte superior, le echaron agua en la cabeza y luego la golpearon con picanas eléctricas durante más de dos horas.

Al mismo tiempo le daban descargas eléctricas en la boca, quedando llena de llagas. Tenía dificultad para comer y no pudo cerrar la boca durante meses.

Palizas brutales

Durante una campaña para obligar a los practicantes de Falun Dafa a renunciar a su fe, los guardias de la prisión ordenaron a las reclusas que la golpearan.

Dos reclusas le quitaron la ropa interior a la Sra. Jin y se la metieron en la boca. Luego la sostuvieron en el suelo y la pisotearon. Otra reclusa la golpeó con un perchero de ropa y un tubo de goma, dejando su espalda cubierta de moretones y con dificultad para respirar.

Los guardias rechazaron su solicitud de tratamiento médico por las lesiones que sufrió, temiendo que sus brutalidades quedaran expuestas.

Antes de recuperarse, otro guardia la obligó a agacharse con las manos tocando el suelo porque se negó a repetir las reglas de la prisión. La obligaron a permanecer en esta posición durante más de una semana. Su cara y sus pies quedaron muy hinchados.

Privada de uso del sueño y del baño

Además del trabajo duro y de las golpizas, los guardias también le impidieron que durmiera. Solo le permitían dormir una hora durante un largo período de tiempo. A veces los guardias no le permitían usar el baño, obligándola a evacuar en sus pantalones.

Por la tortura intensiva e ininterrumpida, desarrolló una enfermedad cardíaca grave, con presión arterial alta y problemas renales. En 2013 su corazón dejó de latir en una ocasión.

Pensión suspendida durante el encarcelamiento

La Sra. Jin regresó a su casa el 5 de abril de 2015 después de pasar 13 años de encarcelamiento. Pasó su edad de jubilación mientras estaba en prisión y no cumplió con el plazo para solicitar su pensión. Solo recibía 500 yuanes (aproximadamente $ 72 USD) de subsidio de vida cada mes.

Mientras trabajaba en su papeleo de jubilación, la oficina de seguridad social de la ciudad de Fushun suspendió los beneficios de jubilación para las personas que cumplían condenas de prisión antes de jubilarse. La Sra. Jin buscó cómo recuperar su pensión en diferentes agencias gubernamentales desde el año pasado, sin obtener ningún progreso.

Sus últimos esfuerzos para solicitar documentos de respaldo del comité residencial local solo la llevaron a su sexta detención y a su muerte.