(Minghui.org) En muchos informes sobre el asesinato de practicantes de Falun Dafa para obtener sus órganos, perpetrado por el régimen comunista en China, a los practicantes se les toman muestras de sangre por la fuerza sin explicación previa alguna. Esta práctica continúa al día de hoy, como se demostró en el caso de una practicante en Tianjin el mes pasado.

La señora Li Fei tiene más de 40 años y es originaria de la ciudad de Jinzhou, provincia de Liaoning. En su camino al trabajo a las 6:30 a. m. del 3 de septiembre de 2018, un oficial de policía la detuvo cerca de su casa en el distrito de Binhai New. Después de confirmar su identidad, el oficial la obligó a subir a una camioneta de la policía.

En la comisaría de Banchang Road, los agentes le confiscaron todos sus objetos personales, incluyendo el teléfono celular y las llaves de la casa. Fueron a su vivienda y confiscaron todos los libros de Falun Dafa y materiales informativos relacionados, así como copias del libro ¨Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista¨ y el semanario Minghui. Los oficiales también tomaron su pasaporte y dinero escrito con las palabras "Falun Dafa es bueno".

Antes de interrogarla, un oficial le exigió que le permitiera tomar una muestra de sangre y sus huellas dactilares. La señora Li se negó a hacerlo argumentando que no había cometido ningún delito. Durante el interrogatorio, se negó a contestar cualquier pregunta. El oficial no tuvo más remedio que terminar el interrogatorio.

Por la tarde, un oficial la llevó al hospital de Dagang para un examen físico e intentó tomar una muestra de sangre. La señora Li luchó con todas sus fuerzas, los oficiales no pudieron tomar ninguna muestra de sangre después de tres intentos.

Luego de ponerse en contacto con los oficiales superiores,  decidieron volver a intentarlo. Dos de ellos la agarraron con firmeza, mientras que la señora Li se agarró sus manos cerrando los puños. Un agente vestido de civil intentó forzarla a abrir la mano, pero no tuvo éxito.

Más tarde,  la llevaron a otra habitación para tomar muestras de sangre. Dos le sujetaron los brazos mientras otro vestido de civil le sujetaba las piernas, finalmente un médico le sacó cinco tubos de sangre, dejándola mareada y débil.

Los agentes enviaron a la Sra. Li a un centro de detención para que le abrieran los dedos, pero no lo lograron. Los funcionarios no la aceptaron, ya que no se había realizado ningún examen médico. Se enviaron más agentes, para obligarla a hacerse radiografías en el hospital de Xinsheng. Tres  la sujetaron durante los escáneres y le sacaron otro tubo de sangre.

Al final, la policía la llevó al tercer centro de detención de Dagang, donde la señora Li se negó a recitar las reglas del centro o a firmar algún documento.

Durante su detención de 28 días, la señora Li solo fue interrogada sobre su información básica. No se discutieron acerca de otros temas. Además, lo único que hizo el investigador fue tomar muestras de sangre, seis tubos en total.

La familia de la señora Li fue a la estación de policía el 29 de septiembre para exigir su liberación y presentar una denuncia contra los agentes. Un oficial les dijo que los documentos habían sido transferidos a la fiscalía. La familia se dirigió entonces a la fiscalía para presentar una denuncia, pero esta fue rechazada.

En la noche del 30 de septiembre, los oficiales llevaron a la Sra. Li de vuelta a la estación de policía de Banchang Road, donde le dijeron que firmara un documento que difamaba a Falun Dafa, la señora Li se negó de nuevo. Más tarde ese mismo día, fue puesta en libertad.