(Minghui.org) Trabajé como vendedora en una tienda departamental antes de empezar con Falun Dafa. No era una buena empleada. Todos los días, llegaba tarde y me iba temprano. Yo era un dolor de cabeza para mi jefe. Desde que aprendí Falun Dafa, he seguido las enseñanzas de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Devolví los artículos que robé de la tienda y les pagué los productos que tomé que no pudieron devolverse. Cuando he tenido conflictos con mis compañeros de trabajo o supervisores, miro hacia adentro en lugar de encontrar fallas en los demás y perder los estribos.

Incluso cuando estaba mal pagado, no me quejé con mi jefe. Recordé las enseñanzas del Maestro: "si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

También me deshice de mi tendencia a mentir. Aunque puso en peligro mi propio interés, dije la verdad. Mis compañeros de trabajo y supervisores fueron testigos de mis cambios positivos. Mi jefe me felicitó en la reunión semanal del personal y sugirió que otros también aprendan Falun Dafa.

Mi gerente apoya a Falun Dafa

En julio de 1999, comenzó la persecución a Falun Dafa y mis empleadores, presionados por la policía local, me obligaron a limpiar los baños. No me quejé.

Shifu dijo:

"Estos empleados y operarios, después de estudiar vuestro Falun Dafa, llegan temprano y se van tarde, trabajan respetuosa y diligentemente, hacen bien cualquier trabajo asignado por sus jefes y no se pelean más por beneficios y ventajas" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Este edificio tenía cuatro pisos, con dos baños en cada piso. ¡No los habían limpiado desde que se abrió el edificio! Los pisos y urinarios estaban cubiertos con capas endurecidas de orina. Traje mi propia pequeña pala de casa ya que no había herramientas en el trabajo para hacer este duro trabajo, hasta tuve ampollas en las manos. Cuando la pala se dobló, lo arreglé y volví a trabajar. Limpié el lugar por dentro, porque sabía que debía seguir las enseñanzas de Falun Dafa.

Cuando limpié mi camino hasta el tercer piso, los compañeros de trabajo y los supervisores se emocionaron mucho. Uno dijo: "Hiciste un buen trabajo, ni siquiera quería ir al baño (para estropearlo). Nuestro gerente de departamento habló muy bien de ti y se preguntó por qué no le permitieron practicar Falun Dafa. Él dijo: '¡No sería tan buena si no hubiera aprendido Falun Dafa!'. El gerente general ha dado su aprobación para darle las herramientas que pueda necesitar, y que en el futuro el personal tendrá que turnarse para limpiar los baños, con su trabajo como estándar".

A pesar del apoyo que recibí, la oficina 610 local presionó a mi empleador para obligarme a renunciar, porque la bonificación de todos se vio afectada debido a mis creencias.

Aclarando los hechos a mi jefe

Más tarde, encontré un trabajo temporal en un restaurante. Fui por el trabajo más sucio y difícil. Cuando no estábamos ocupados y otros conversaban, limpiaba el lugar. El jefe me proporcionó alojamiento y comida. Solo comí comida sobrante, por lo que él no tuvo que pagar mis comidas.

No robé y me llevé bien con mis compañeros de trabajo. Ellos confiaro en mi. Mi jefe fue testigo de mi comportamiento y estuvo complacido de tenerme cerca. Él me dijo: "¡Eres realmente amable!". Aproveché esta oportunidad para aclararle los hechos a él y a su esposa. Después de eso, fueron aún más amables conmigo.

Enseñando con el ejemplo

Enfrentado la persecución a Falun Dafa, ya que no tenía manera de pedir justicia, decidí ir a Beijing alrededor del 1 de octubre, el día nacional. Encontré un trabajo en un restaurante. También proporcionaron alojamiento y comida para sus trabajadores. Sugirieron que el personal tomara lo que pudieran comer sin desperdiciar comida. Pero la mayoría de la gente tomó más de lo que podían comer. Comí con mi supervisora y lavaba sus platos después de las comidas. Pero ella siempre tenía sobras en su plato, así que le recordé que no tomara más de lo que podía comer. Ella me devolvió una mirada nada cortés.

Más tarde, guardé todas las sobras en mi plato y cuando llegó el momento de conseguir comida, no iba. Después de que mi supervisora descubrió que yo había comido sus sobras, ella limpiaba su plato todos los días.

El día que renuncié, hacía frío. Mis compañeros de trabajo me dieron una linda chamarra para usar, para mantener el calor. Estaba muy conmovida. Sabía que me había ganado su respeto haciendo lo que un practicante de Falun Dafa debía hacer. Tenía lágrimas en los ojos mientras caminaba hacia la Plaza Tiananmen.

"¡Nunca imaginé que existiera una persona tan amable!"

Un día estaba conduciendo mi motocicleta hacia el trabajo cuando de repente un sedán venía de reversa sobre mi camino. No pude frenar lo suficientemente rápido, así que mi motocicleta quedó debajo del sedán. Fui catapultada sobre la parte superior del sedán y caí del otro lado.

No pude moverme por un largo tiempo. Muchos transeúntes vinieron y pensaron que iba a morir. Tenía un fuerte pensamiento de que era practicante de Falun Dafa y de que estaría bien.

Entonces me levanté lentamente. La sangre caía de mi mano. Usé mi chaqueta para envolverla. El conductor y el pasajero salieron del sedán y evidentemente se sorprendieron. Tenían miedo de que los chantajeara y de llevarme a casa.

Les dije que practicaba Falun Dafa y que no sería difícil para ellos. Le dije que, si mi motocicleta no hubiera sido dañada, la habría llevado a casa yo misma Llamaron a su amigo para que me llevara a una tienda de autos porque eran de fuera de la ciudad y pusieron 100 yuanes en mi mano.

El mecánico, que era amigo de mi esposo, se indignó. Él dijo: "Fue un gran accidente. Incluso 1,000 yuanes no serían suficientes (para compensar)”. Dije: “practico Falun Dafa. Primero tengo que considerar a los demás”. Llegué a casa dolorida. Necesitaba la ayuda de mi esposo solo para darme vuelta en la cama.

Después de un mes, estudiando el Fa y haciendo los ejercicios, me recuperé. Llevé una copia de los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista y los 100 yuanes conmigo y fui a la casa del conductor. Cuando me vio, estaba nervioso. Él pensó que yo quería más dinero. Cuando le devolví los 100 yuanes, se conmovió. Él dijo: "¡A mi edad y hasta hoy, nunca imaginé que una persona tan amable podría existir!".

Deseo decirles a todos: "¡Falun Dafa es justo! ¡Falun Dafa es maravilloso!”. Espero que más personas de buen corazón apoyen a Falun Dafa y tengan un futuro brillante.