(Minghui.org) Una mujer de 69 años de edad en la ciudad de Wuhan sobrevivió a cinco años de prisión y abuso, pero murió 19 días después de Año Nuevo de 2018.

La muerte de la Sra. Cui Hai fue el colmo de un calvario que sufrió durante décadas por mantener su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

La Sra. Cui Hai.

La Sra. Cui comenzó a practicar Falun Gong en 1996 y pronto vio desaparecer sus cálculos biliares, problemas estomacales y enfermedades ginecológicas. Un cuerpo saludable le permitió mantenerse concentrada en el trabajo y fue ascendida a gerente general de la Oficina de Guangzhou de la empresa Wuhan City Chemicals Import and Export Company.

La vida de la Sra. Cui fue destruida cuando la persecución a Falun Gong comenzó en 1999. Su compañía la despidió después de cumplir tres años de prisión tras su arresto el 13 de mayo del año 2000.

Su quinta y última detención tuvo lugar el 18 de octubre de 2012. Fue trasladada de un centro de detención a otro, incluido el centro de lavado de cerebro de la provincia de Hubei, un centro extralegal utilizado para alojar a practicantes de Falun Gong.

La Sra. Cui relató su calvario durante sus 70 días de detención en el centro de lavado de cerebro. Hizo una huelga de hambre en protesta y fue brutalmente alimentada a la fuerza. También fue golpeada y privada de sueño regularmente. Durante un período de tiempo, se le dio comida con drogas, lo que le causó debilidad en las piernas y pérdida de memoria.

Para cuando se le ordenó comparecer ante el tribunal el 20 de diciembre de 2013, había quedado gravemente herida y la habían trasladado al Hospital Ankang, propiedad de la policía. Horas antes de su audiencia, tenía dolor de estómago agudo pero fue obligada a pasar por toda la sesión.

Fue sentenciada a cinco años de prisión el 6 de enero de 2014. Su abogado la visitó en el hospital de Ankang tres días más tarde, y se enteró  que fue llevada al hospital Xiehe para un examen cinco días después de su comparecencia en la corte debido al empeoramiento de su condición.

El abogado entonces habló con el director del hospital Ankang y se enteró de que a la Sra. Cui le diagnosticaron una úlcera duodenal, cálculos biliares y presión arterial alta. El director advirtió que la Sra. Cui estaba en estado de grave peligro.

El abogado presentó una apelación al día siguiente, pero el tribunal intermedio de la ciudad de Wuhan falló a principios de abril de 2014 para confirmar el veredicto de culpabilidad contra la Sra. Cui. Pronto fue admitida en la prisión de mujeres de la ciudad de Wuhan para cumplir su condena.

La Sra. Cui fue obligada a pasar por sesiones intensivas de lavado de cerebro en la prisión. La vigilaban las 24 horas del día, incluso cuando usaba el baño o se duchaba.

El guardia Han Jie se aprovechó de la presión arterial de la Srta. Cui. Dirigió a los reclusos a calumniar a Falun Gong e insultala hasta que le subió la presión arterial. Luego la obligó a tomar píldoras para bajar su presión arterial. Una vez que sus condiciones se estabilizaron, ordenó a los reclusos que la maldijeran de nuevo para desencadenar sus síntomas. Entonces tendría las pastillas listas, diciendo:"Esto es por el bien de tu salud".

También se vio obligada a subir y bajar escaleras tres o cuatro veces al día. Había más de 200 detenidos en su división, y ella siempre era la última a la que se le permitía ducharse. Para cuando llegaba su turno, el agua caliente ya se había acabado.

A pesar de su sufrimiento, aprovechó todas las oportunidades para hablar con los reclusos sobre la persecución a Falun Gong. Los instó a renunciar al partido comunista chino y a sus organizaciones juveniles.

Quedó demacrada y fue puesta en libertad el 13 de diciembre de 2017. Durante sus últimos días, escribió de memoria los nombres de los reclusos a quienes convenció con éxito de que renunciaran al PCCh. Ella le dijo a su familia que solo quería que la gente supiera que la persecución del PCCh a Falun Gong está equivocada.

Jefe de perpetradores en el centro de lavado de cerebro de la provincia de Hubei

Jiang Lili (mujer), Hu Gaowei (hombre) y Deng Qun (hombre): todos en sus 30 años.

Una mujer de unos 20 años apodada Xiaohong. Con frecuencia, ella tiraba del tubo de alimentación forzada hacia adentro y hacia afuera de las fosas nasales de los practicantes para hacerlos sufrir aún más.

Wang Jun (varón, 53)

Un hombre llamado Chen que es el subdirector del centro de lavado de cerebro.

Jefe de los perpetradores del departamento de policía de la ciudad de Wuhan

Wang Yan (mujer, alrededor de 40 años): jefa de la oficina de seguridad nacional

Cai Heng (hombre): vicedirector de la oficina de seguridad nacional

Wu Zhiguo y Liu Hua (ambos varones, alrededor de 40 años): agentes de la oficina de seguridad nacional.

Véase el artículo original en chino para una lista completa de los autores de la persecución de la Sra. Cui.