(Minghui.org) El tiempo en el otoño de Taipéi es soleado con algunos días calurosos. Los turistas chinos, un grupo tras otro, visitan el Yat-sen Memorial Hall, el lugar turístico más concurrido en esta ciudad.

Se ven atraídos por los carteles exhibidos a lo largo de la carretera. Las pancartas cuentan acerca de Falun Dafa y la persecución. Con anterioridad esta información era desconocida para los visitantes.

Los practicantes de Falun Dafa, que han estado esclareciendo los hechos sobre la práctica a los turistas, les dieron la bienvenida y les recordaron que Taiwán es una sociedad libre. Les dijeron que deben apreciar la oportunidad de conocer la información censurada sobre la que no pudieron escuchar en el continente.

Los turistas chinos leen la información sin censura en los carteles exhibidos.

El apoyo de los guías turísticos

Un guía turístico taiwanés que le pidió a un practicante el último material informativo sobre los hechos de Falun Dafa, dijo: “¡Dame algunas copias y se las distribuiré!”.

Otro anunció a los miembros de su grupo: “Vamos a reunirnos en el área de Falun Dafa después de observar la ceremonia del cambio de guardias. ¡Cualquiera que quiera renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas deben verlo!”. Un practicante le agradeció por su ayuda en contarle a los turistas chinos sobre Dafa y la persecución.

Turistas ansiosos de conocer los hechos

Un practicante introdujo Falun Dafa a través de un micrófono. Dos turistas de la provincia de Liaoning dejaron otro grupo y se le acercaron para escuchar los hechos de primera mano. Cuando el practicante caminó hacia ellos, uno dijo en voz baja: “Comenzaré a practicar Falun Dafa cuando regrese a casa”. El otro asintió con su cabeza en señal de acuerdo. Luego los ayudó a renunciar al PCCh.

Dos jóvenes hombres le preguntaron a un practicante: “¿Tienes el libro de Dafa que leen todos ustedes? ¡Quiero leerlo! Los hemos encontrado en este viaje, y lo que ustedes dicen es diferente a lo que escuchamos de los medios en el continente. ¡Estoy ansioso por conseguir el libro y darle una mirada!”. El practicante le dio el Zhuan Falun. Los jóvenes le agradecieron y prometieron leerlo.

Dos turistas de Changchun, provincia de Jilin, se acercaron a un practicante y le preguntaron: “¿La gente practica Falun Dafa en muchos países?”. También manifestaron: “Sabemos que Falun Dafa es lo mejor y que casi todos en Changchun están familiarizados con la práctica”.

Un hombre de mediana edad, en un tour autoguiado de diez días en la Isla de Taiwán, comentó que notó que la ciudad había preservado la cultura tradicional china; que la gente en el continente visita los templos sin respeto a lo divino, que solo quieren obtener beneficios, por lo que estaba tras libros religiosos occidentales buscando una creencia que satisfaga sus necesidades.

El practicante le explicó que Falun Dafa es una práctica de cultivación. Que pese al tratamiento genocida del PCCh, en el continente continúan profesando su fe incondicionalmente. Atravesaron 18 años de persecución sin precedentes, sin resentimiento ni arrepentimiento. ¿No le demuestra esto la magnificencia de Falun Dafa? El hombre pensó por un momento y luego compró el libro Zhuan Falun.