(Minghui.org) Un residente de la ciudad de Baicheng, provincia de Jilin fue juzgado por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino. La procuraduría local retiró su acusación contra él después del juicio, pero permanece detenido en el momento de escribir este artículo.

Esta no es la primera vez que el Sr. Liu Meng, de 50 años, ha sido perseguido por su fe. Una vez fue encarcelado por 4 años y perdió su trabajo profesional como profesor de escuela. Él enseñó matemáticas para ganarse la vida después de salir de la prisión.

El 9 de enero de 2017, fue arrestado de nuevo mientras esperaba para subir a un tren en la estación de la ciudad de Da'an. La policía del ferrocarril que hacía controles de seguridad de los pasajeros descubrió la música de ejercicios de Falun Gong en su teléfono y lo detuvieron. Lo enviaron de regreso a la comisaría de Xingfu en su ciudad natal de Baicheng. Su policía local lo mantuvo en el centro de detención de Baicheng durante 3 meses antes de trasladarlo al centro de detención de Da'an.

Su familia nunca fue informada de su detención ni de su comparecencia ante
la corte el 15 de junio de 2017. Supieron unos meses más tarde que había sido juzgado y que la fiscalía local había retirado su acusación poco después del juicio.

La familia fue a investigar sobre su caso con la policía local. Un funcionario de apellido Guo les dijo que el caso era un “caso de papa caliente”, ya que las autoridades carecían de pruebas para condenarlo, pero no estaban dispuestos a liberarlo.

Los seres queridos del Sr. Liu estaban indignados porque él permanece detenido por ejercer su derecho constitucional a la libertad de creencia. Argumentaron que la policía del ferrocarril no tenía ninguna razón para detenerlo por tener música de Falun Gong en su teléfono y que la policía de Baicheng no tenía ninguna base legal para enviarlo a un centro de detención.