(Minghui.org) Pekin, una ciudad ubicada en el condado de Tazewellen el centro de Illinois, tiene un nombre muy cercano a la ciudad capital de Pekín (Beijing). Pero su actitud hacia la libertad de creencia es drásticamente diferente a la de sus homólogos chinos.

Mientras que la práctica espiritual de Falun Dafa es severamente perseguida en China, este sistema de ejercicios y meditación de la Escuela Buda es bien aceptado en Pekín, como se demostró el 9 de septiembre de 2017 en el reciente Festival Marigold.

Desde su creación en 1973, el Festival Marigold ha tenido lugar el primer fin de semana después del Día del Trabajo y atrae a un gran número de residentes del área.

Los practicantes hablan con la gente sobre Falun Dafa y la persecución de la práctica en China.

Junto al estand de los practicantes había un estand para una organización cristiana. Un hombre de ese puesto dijo que había oído hablar de Falun Dafa y la persecución en China. También había leído en las redes sociales sobre la sustracción de órganos sancionada por el estado de practicantes vivos en China con fines ucrativos. Sin vacilar, firmó la petición para poner fin a esta brutalidad en China.

Una mujer de mediana edad habló con los practicantes sobre una emisora de radio religiosa a la que estaba afiliada. Al enterarse de los beneficios de la práctica, pidió más información y se sorprendió por la persecución en China. “La libertad de creencia debe ser respetada en todas partes”, comentó.

Los asistentes al festival Cindy y su esposo leyeron la información que habían recogido en el estand de Falun Dafa. Se sorprendidos al leer sobre la sustracción forzada de órganos de presos de conciencia en China y tomaron una petición cuando se fueron. La pareja regresó por la tarde con una petición firmada. Con lágrimas en los ojos Cindy sostuvo la petición con ambas manos y se la dio a los practicantes. “Tienes nuestro apoyo”, dijo.

Sahlin, que es cristiana, oyó hablar de la persecución en China por primera vez. Impresionada por la perseverancia de los practicantes en su creencia, dijo que el partido comunista era conocido por perseguir a otros grupos religiosos en China también.

Al salir, Sahlin agradeció a los practicantes por sus esfuerzos: “Rezaré por ti, porque me has mostrado una puerta, a través de la cual pude ver una conexión con China y lo divino”.