(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en mayo de 2010 y ahora tengo 52 años. Un practicante que estudiaba el Fa conmigo fue arrestado ilegalmente en marzo de 2013. Me asusté tanto que no podía dormir luego de haber escuchado lo que había sucedido.

Le pedí ayuda a Shifu y envié pensamientos rectos. Esto ayudó temporalmente pero el miedo resurgió, y no pude dormir hasta la mañana siguiente.

Mi hermana vino a visitarme al día siguiente. Le conté lo que había sucedido y me sugirió que me escondiera en la casa de un familiar que vivía fuera de la ciudad. Mi hijo también pensó que sería buena idea.

Por tres días continuaron tratando de convencerme que me fuera de la casa y de la ciudad. Creían que era lo más seguro que hacer. Al mediodía del tercer día mi hijo me dijo: "Te lo pido por última vez, ¿te vas a ir o no?". Noté mi estado mental cuando vi que él tenía miedo.

Varias preguntas pasaron por mi mente: "¿Realmente tengo miedo? ¿No está Shifu conmigo? entonces ¿A qué le temo?". Me sentí tranquila luego que pensé en Shifu y entendí lo que tenía que hacer.

Le dije a mi hijo: "El miedo no es una parte de mi. No hay lugar más seguro que estar con Shifu".

Tan pronto salieron esas palabras de mi boca, sentí una sacudida en mi cuerpo y me sentí inmediatamente relajada. La substancia de miedo desapareció sin dejar rastros. Mi hijo se rió y dejó de pedirme que me escondiera.

Después de eso, no sucedió nada.