(Minghui.org) Cuando descubrí que uno de mis colegas había completado un asunto en el que yo ya había estado trabajando durante el año anterior, me pregunté si debería atribuirme algún mérito.

Mi primer pensamiento fue que debería atribuírmelo, porque fui quien lo organicé y lo imprimí. Sabía que mis colegas no hubieran dudado ni por un instante en atribuirse el mérito de encontrarse en mi lugar. Pero sentí que existiría algo de conflicto si actuaba así. Aunque en un primer momento mis pensamientos humanos ganaron la partida, al momento siguiente mis pensamientos rectos prevalecieron.

Me pregunté: “¿Quién soy? Soy un practicante de Falun Dafa, ¿cómo debería manejar la situación? ¿No debería conducirme basándome en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa? ¿Qué es lo que el Fa requiere de mi?”. Comprendí que debía decir la verdad y hacer las cosas honestamente.

El Maestro dijo: “Piensen todos, ¿qué fortuna persigue alguien que refina gong?”. (Zhuan Falun).

De repente, comprendí que había estado a punto de violar el Fa debido a mi avaricia. Después de entender esto, me sentí alguien más sobrio. Ahora sabía quién era yo.

Al mirar hacia dentro, descubrí muchos apegos humanos, entre los que se incluyen perseguir fama y beneficio, rencor por haber sido tratado injustamente, envidia y avaricia. Comprendí que debía conducirme según estándares altos.

Existen muchas trampas y muchas pruebas en la sociedad humana común. Los cultivadores también tienen apegos humanos. Mis pensamientos oscilan entre lo humano y lo divino. A menudo me pregunto: “¿Cómo puedo conducirme bien?”. Preguntármelo hace que tome conciencia de mis malos pensamientos tan pronto como aparecen.

El Maestro enseñó:

“Aunque tu conciencia principal no sea tan fuerte como la de un ser iluminado, puedes atraparlo cuando un pensamiento incorrecto surge y sabes que es malo. Esto es porque la parte de tu mente que completó la cultivación ya es muy fuerte, así que está jugando su papel. Tan pronto como los malos pensamientos surjan, estás enterado y por tanto son atrapados”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos)

Además, hacerme preguntas, también es un modo que me ayuda a filtrar mis pensamientos.

El Maestro explicó:

“Deberías realmente filtrar todos los pensamientos que surjan para ver cuál de ellos eres tú y cuál de ellos son los malos pensamientos. Si es un mal pensamiento no puedes dejarlo actuar. Con respecto a contemplar, no tienes que tratar de contemplar algo intencionalmente”. (Exponiendo el Fa en el Fahui del Oeste de los Estados Unidos)

Los seres humanos son fácilmente engañados por sus nociones preconcebidas. Incluso un cultivador puede ser controlado por dichas nociones si no presta atención. Así era: Todo cuanto pensaba giraba en torno a lo injusto que era todo. Quería sacar provecho de los demás y ganar más. Observar los pensamientos propios constantemente es de suma importancia.

Un día, cuando regresaba a mi hogar desde la casa de un amigo, recordé como había estado intentando mostrarme y validarme. ¿Por qué había hablado durante tanto tiempo y en voz alta? Me pregunté y miré hacia dentro de nuevo. Encontré un apego muy fuerte a validarme e influenciar a los demás.

En realidad, cuando nos hacemos preguntas sobre lo que pensamos y sobre cómo nos comportamos, estamos mirando hacia dentro, cultivándonos y fortaleciendo nuestra conciencia principal y nuestros pensamientos rectos.