(Minghui.org) La señora Wei Zaiqun, que vive en Dinamarca, hace algunos días recibió un mensaje de su familia en China, diciendo que su cuñado, Chen Guangzhong, estaba en condición crítica en la cárcel donde se encontraba prisionero.

El señor Chen había sido detenido por su fe en Falun Gong, disciplina espiritual que está siendo perseguida por el régimen comunista chino. El 27 de julio de 2017 Wei y otros practicantes de Falun Gong en Dinamarca, realizaron una manifestación frente a la embajada china en Copenhague, exigiendo su inmediata liberación.

Desafortunadamente, al día siguiente se enteraron que el señor Chen había fallecido. Cuando estaba en coma, más de diez guardias de la prisión lo vigilaban para evitar la exposición de su crimen.

Practicantes de Falun Gong protestan frente a la embajada china el 27 de Julio de 2017.

Las hermanas de la señora Wei, Wei Zaixiu y Wei Zaihui, también habían padecido la persecución por su fe en Falun Gong. Permanecieron en prisión por más de dos años de un término de siete años. La muerte de Chen se produce sólo seis meses después que su condena de tres años de prisión comenzó en febrero de 2017.

Los familiares de la mujer en China pocas veces recibieron información sobre sus hermanas o su cuñado. Hace unos días, las autoridades de la prisión de Jiazhong, en la ciudad de Leshan, provincia de Sichuan, informaron a la familia del señor Chen que el hombre estaba en estado crítico y que tenía sus pupilas dilatadas.

El hermano mayor y un vecino fueron a la prisión del hospital. No les permitieron tomar una fotografía ni llevar algo al interior de la sala, ni siquiera un trozo de papel.

Seis o siete guardias estaban en el lugar. El hermano de Chen lo vio en una cama inconsciente. Se veía pálido y le habían afeitado la cabeza. Estaba desnudo, cubierto con un trozo de tela.

Lo llamó por su nombre y no obtuvo respuesta. Luego le preguntó a un guardia de la prisión: “¿Cómo un hombre en buen estado de salud se ve así? ¿Por qué tiene su cabeza afeitada?”. A lo que respondió que Chen tenía una hemorragia cerebral, pero que era demasiado tarde para una cirugía.

La señora Wei le dijo al reportero: "Chen se volvió saludable después de practicar Falun Gong. En un accidente de auto sufrió una lesión en la pierna quedando incapacitado, pero luego de aprender Falun Gong, recuperó la capacidad de caminar. Era feliz, de buen trato y considerado con los demás. Un hombre tan bueno fue torturado hasta la muerte. El régimen comunista chino debe ser considerado el responsable”.

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