(Minghui.org) Freedom House emitió un informe, en chino, el 22 de agosto de 2017, en el cual destacó la represión que padece Falun Gong en China. La versión en inglés de dicho informe, titulado: "La batalla en defensa del espíritu de China", se publicó con anterioridad, el 28 de febrero del presente año. Veintidos páginas de las 142, de las que consta el escrito, abordan la persecución a la que se ha visto sometido Falun Gong en China.(Descargar el informe sobre Falun Gong en chino)

Freedom House, como organización no gubernamental financiada por el gobierno de los EE.UU. lleva a cabo investigaciones y aboga en defensa de la democracia, la libertad política y los derechos humanos. Fundada en octubre de 1941, publica informes anuales que evalúan el estado en que se encuentra cada país en materia tanto de libertades políticas como civiles. Estas publicaciones son citadas frecuentemente por políticos, científicos, periodistas y legisladores.

"A pesar de que la campaña del partido comunista chino (PCCh), para erradicar al grupo espiritual, se ha prolongado durante 17 años, millones de personas en China han continuado practicando Falun Gong. Incluso hay muchos individuos que empezaron a practicar dicha disciplina después de que la represión diera comienzo. Todo esto representa un fracaso espectacular del aparato de seguridad del PCCh", concluye el documento.

"La batalla en defensa del espíritu de China", publicado por Freedom House, el 28 de febrero de 2017, contiene una sección de 22 páginas sobre Falun Gong, que incluye 118 referencias de terceros. La versión china fue publicada recientemente, el 22 agosto de 2017.

Una práctica de meditación famosa

El escrito, en primer lugar, recuerda la gran popularidad de la que disfrutaba Falun Gong en China antes de 1999. Declara que Falun Gong es una práctica espiritual que consta de cinco juegos de ejercicios de meditación que observa los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

"A principios de los 90, Falun Gong, sus practicantes y su fundador Li Hongzhi, disfrutaban de un considerable apoyo por parte del gobierno y de una cobertura favorable en los medios de comunicación estatales".

El informe explica cómo se difundió, boca a boca, la práctica entre la población. Describe que: "Los chinos de todos los estratos sociales —médicos, granjeros, obreros, soldados, intelectuales, miembros del partido comunista— comenzaron a practicar".

"En 1999, según las fuentes gubernamentales y los informes de los medios internacionales, al menos 70 millones de personas estaban practicando Falun Gong".

Apelación pacífica

En la publicación se analiza la progresión que ha experimentado la represión desde sus comienzos. No solo el número de practicantes superaba al de los miembros del partido comunista chino, sino que Falun Gong, esta tradicional filosofía espiritual, también representaba una amenaza a la ideología política de lucha comunista. Así que este método de meditación fue considerado peligroso.

Esto acabó por provocar el arresto de docenas de practicantes en Tianjin, una ciudad cercana a Beijing, en abril de 1999. "A aquellos que pedían ser liberados, les decían que las órdenes procedían de Beijing. El 25 de abril, más de 10.000 seguidores se reunieron silenciosamente fuera de la oficina de peticiones en Beijing, contigua al complejo gubernamental de Zhongnanhai, para pedir que se pusiera fin a los abusos y se reconociera el derecho a practicar".

"Durante la movilización del 25 de abril, el entonces primer ministro, Zhu Rongji, tomó una postura conciliadora hacia Falun Gong. Se reunió con los representantes de los peticionarios y ordenó la libertad de los seguidores en Tianjin, en cuanto aquellos que se habían dado cita en Beijing se dispersaron voluntariamente".

Jiang Zemin instiga una persecución a escala nacional

Sin embargo, el líder comunista chino Jiang Zemin decidió "erradicar" a Falun Gong. "En el contexto del régimen político autocrático chino, una vez que Jiang tomó la decisión, arbitraria y de dudosa legalidad, de prohibir Falun Gong, impuso su deseo sobre otros miembros del comité permanente del politburó. Así que quedaron pocos obstáculos legales o institucionales para detener lo que se avecinaba".

Para llevar a cabo la persecución, Jiang creó la "oficina 610", una fuerza de seguridad, vestidos de civil, y extrajudicial. "En julio de 1999, daría comienzo la campaña con fuerza, y todo el peso del aparato represor del PCCh se abalanzó sobre Falun Gong. Proganda que lo demonizaba inundaba las emisoras de radio, miles de personas fueron detenidas y se forzó a otros tantos millones a firmar promesas de que abandonarían practicar".

Contrarrestando la persecución

Los creyentes en Falun Gong, de China, han respondido a la persecución del PCCh resistiéndola pacíficamente. "En los primeros días y semanas de la prohibición, muchos acudieron en grupos a las oficinas de los gobiernos locales. Cuando estos funcionarios, de bajo escalafón, dejaron de recibirlos, los seguidores comenzaron a escribir cartar a las autoridades superiores o peticionaron directamente a Beijing. Compartían sus experiencias positivas en relación con la práctica, en un intento por convencer a los funcionarios de que Falun Gong no representaba amenaza alguna para la sociedad. En el año 2000, se podía observar a diario en la plaza de Tiananmen a los practicantes desplegando pancartas y haciendo los ejercicios de qigong, aunque la mayoría acababan siendo arrestados inmediatamente".

El informe explica que, debido a que la represión continúa, ahora los practicantes han cambiado su foco y buscan generar conciencia tanto en las autoridades como en la persona de a pie, distribuyendo impresos, audios y materiales visuales para dejar al descubierto la grave violación de derechos humanos y aclarar los hechos sobre Falun Gong.

Extirpación forzada de órganos

El documento describe que algo tan inconcebible como es el asesinato de gente inocente por sus órganos ha llegado a convertirse en una realidad: "La última forma de explotación financiera que ha sido comunicada, en el marco de la propaganda deshumanizadora, de graves abusos bajo custodia y de incentivos económicos: El asesinato de los practicantes de Falun Gong detenidos y la extracción forzada de sus órganos para ser vendidos, a precios exorbitantes, tanto a pacientes chinos como a un 'turismo de trasplante' extranjero, son parte de una industria multibillonaria".

Según el texto, las evidencias sobre la sustracción forzada de órganos, que tienen como objetivo principal a los prisioneros de conciencia de Falun Gong, surgió por primera vez en 2006. Varias investigaciones de periodistas independientes y de especialistas legales lo han encontrado creíble. Muchos miembros de la comunidad médica también expresaron su preocupación.

La demanda interpuesta contra Jiang Zemin

Desde mayo de 2015, un enorme número de practicantes de Falun Gong han presentado denuncias criminales contra Jiang por perseguir a Falun Gong. El informe explica que: "Las directrices del tribunal popular supremo que entraron en vigor el 1 de mayo de 2015, requiere que las autoridades judiciales acepten las denuncias criminales enviadas individualmente por los ciudadanos; cuando antes se les permitía desestimarlas. Algunos artículos en Minghui generaron conciencia de aquel cambio y también propusieron a los seguidores aprovechar la campaña contra la corrupción de Xi —la cual ha destituido a los aliados de Jiang— para hacer balance de la persecución y pedir que Jiang sea llevado ante la justicia".

El informe dice que las víctimas de la persecución, tanto dentro como fuera de China, han remitido denuncias escritas al tribunal popular supremo y a la fiscalía popular suprema. Más de 200.000 practicantes han presentado sus querellas, según informa la página web Minghui.

Pero ahora, no es solo Falun Gong quien se atreve a alzar su voz. "Quizás lo que más sorprende es el gran contingente de personas, que no son practicantes, que se han unido a las iniciativas de Falun Gong", declara el informe. "A pesar de las medidas drásticas tomadas contra los abogados de derechos humanos, cientos continúan representando a sus clientes, practicantes de Falun Gong. Decenas de miles de personas en toda China han firmado peticiones en las que no solo pedían la liberación de sus vecinos detenidos, sino que, más recientemente, apoyaban el procesamiento de Jiang Zemin".

La persecución resulta contraproducente para el partido comunista

Dando una idea general de la gravedad de la persecución, el escrito enuncia: "Los practicantes de Falun Gong, por toda China, son sometidos a intensa vigilancia, detenciones arbitrarias, encarcelamientos y tortura, además corren el gran riesgo de ser ejecutados extrajudicialmente".

El documento menciona que el hecho de que Falun Gong haya sobrevivido a tan brutales ataques, demuestra que la persecución del partido ha fracasado. "Cuando uno toma en consideración esta realidad y los factores que condujeron a la prohibición, es difícil no llegar a la conclusión de que Jiang y el PCCh han sentado las bases para su profetizada autodestrucción, han generado lo que tanto temían, que decenas de millones de ciudadanos leales políticamente hablando y de miembros del partido, se conviertan en un ejército de activistas comprometidos, en conflicto con el PCCh".