(Minghui.org) Los practicantes de Buenos Aires y Córdoba, las dos ciudades más importantes de Argentina, realizaron una serie de actividades a lo largo del 20 de julio, día en que se cumplieron 18 años desde que el partido comunista chino lanzó su sangrienta campaña para “exterminar” a Falun Gong en China.

Allá por 1999, el entonces líder del régimen comunista, Jiang Zemin, confirmaba mediante una encuesta, que en China había alrededor de 100 millones de personas practicando esta disciplina de la Escuela Buda, Falun Dafa, cuyos principios guías son Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Dicha cifra representaba un 10% de la población, y en ellos había gente de todos los estratos sociales, desde los altos niveles del partido hasta el campensino común. Para Jiang Zemin, que hubiera una disciplina espiritual, que en su esencia estaba reviviendo los valores tradicionales chinos, más popular que el partido, quien contaba con 60 millones de afiliados en ese entonces, representó una amenaza a su dictadura. Este fue el motivo oficial para inciar una campaña que ya lleva 18 años.

Jiang y su faccción se propusieron “exterminar” a Falun Gong en 3 meses, por medio de “arruinar su reputación, quebrarlos financieramente y destruirlos físicamente”. Bajo esta directiva, la nación China entera fue puesta en movimiento para perseguir a este grupo de inocentes personas que solo buscaban mejorar física y mentalmente. Las agencias de seguridad, policías, militares, etc., recibían premios monetarios por cada practicante “transformado” (léase obligado a renunciar a su fe por medios coercitivos), las muertes de practicantes contarían como “suicidio”, todos los medios tenían que reportar artículos difamatorios sobre Falun Gong… el aparato estatal entero fue puesto en funcionamiento con un solo propósito: perseguir a Falun Gong. El hecho más grave expuesto hasta ahora, fue la sustracción de órganos, donde mantienen vivos a los practicantes, realizan las pruebas de compatibilidad de trasplantes correspondientes y los matan cuando aparece un comprador.

Durante los primeros años de la campaña, era muy difícil para los chinos y para Occidente, entender bien qué estaba sucediendo, qué era Falun Gong y por qué el régimen comunista lo está persiguiendo. Afortunadamente, Falun Gong echó raíces en las comunidades chinas fuera de China continental, del mismo modo, muchos occidentales adoptaron las enseñanzas de Falun Dafa. Este grupo de personas tomó la iniciativa de “aclarar la verdad”, lo cual implicó usar diversos métodos pacíficos para contarles a todos, desde el ciudadano común, hasta las altas esferas de políticos, empresarios, eruditos, qué es Falun Gong y por qué está siendo perseguido. Esta extenuante tarea comenzó en aquellos años inmediatos a la persecución y continúa hasta el día de hoy; esto es lo que los practicantes de Falun Dafa hacen en sus comunidades locales. De este modo, se ha logrado ejercer cierta presión internacional al régimen chino.

Buenos Aires

Los practicantes se reunieron en la embajada china el 20 de julio para repudiar el genocidio y pedir el fin de la persecución.

Allí demostraron los ejercicios, entregaron material informativos a los transeúntes y conductores de los automóviles durante la espera del semáforo. También hablaron extensamente con los oficiales de la Policía de la Ciudad quienes acudieron a un llamado de la embajada. Muchos policías ya estaba al tanto de que los practicantes son personas pacíficas, respetuosas de la ley, y al llegar al lugar y ver que solo hablaban con la gente, les ofrecían volantes y hacían ejercicios, se fueron.

Muchas personas agradecieron sinceramente el esfuerzo de los practicantes, que toman su tiempo para contarles este importante hecho que no es aislado a los argentinos; grandes cantidades de dinero público, va a China como consecuencia de la cantidad de productos y servicios que son de origen chino. La gente tiene derecho a saber qué está ocurriendo con uno de los socios comerciales más importantes de Argentina, especialmente cuando este socio, mata a las personas por sus creencias.

Meditando por el fin del genocidio a Falun Gong en la vereda de la embajada china en Buenos Aires

Entregando volantes y hablando de la persecución con los conductores de los autos en la esquina de la embajada china

Hablando con los chinos que van al consulado chino por trámites

Firmando la petición para condenar la persecución del régimen comunista chino

Al cierre de la embajada, se reunieron en la peatonal Florida para marchar con carteles que mostraban algunas de las torturas a las que los practicantes en China son sometidos, como también información sobre la disciplina y el juicio contra Luo Gan y Jiang en Argentina, en el cual se pidió la orden internacional de captura de estos dos actores principales del genocidio, por considerar el juez, hay suficientes pruebas para procesarlos.

Iniciando la marcha pacífica por peatonal Florida

Contando los hechos a los residentes de Buenos Aires que firman para mostrar su apoyo

Córdoba

En la amplia vereda frontal del “Patio Olmos” -antiguo colegio secundario fundado en 1906 en pleno centro de la ciudad de Córdoba, y actualmente uno de los shopping más concurridos de la ciudad, los practicantes hablaron con las muchas personas interesadas en saber sobre esta dramática persecución que continúa hasta hoy, y que se estremecían al conocer la situación de los practicantes de Falun Dafa en China. Muchos firmaron la petición a las Naciones Unidas.

La gente se sentía atraída por los carteles con la leyenda Verdad-Benevolencia-Tolerancia y se paraban a observar a los practicantes en su meditación. Otros aprendieron los ejercicios en el lugar.

Los transeúntes en Córdoba se paran para observar la meditación de los practicantes de Falun Dafa

La gente aprende los ejercicios de Falun Dafa en el lugar

La actividad terminó con una vigilia de velas para recordar a los practicantes que fueron asesinados en China

Algunas personas solicitaron a los practicantes que fueran a la plaza de su barrio o a su institución para difundir la disciplina y enseñar los ejercicios y dejaron sus contactos para acordar una cita.

Durante toda la actividad, hablaron con mucha gente y los practicantes sintieron que se generó conciencia sobre lo que sucede en China.