(Minghui.org) Mi abuela era una devota budista. Seguía la rutina budista de no comer carne en una época determinada del año, y quemaba incienso ante las estatuas de Buda en distintos lugares. Cuando era pequeño, me contó historias budistas que ilustraban sus creencias.

Solía viajar a la Montaña Mulan con varias amigas para quemar incienso en el templo. Antes del viaje, las señoras comían solo comida vegetariana durante días y se bañaban el día anterior. Partían antes del amanecer y regresaban después del anochecer.

La Montaña Mulan quedaba a casi 25 kilómetros de su ciudad. El camino no estaba pavimentado. Con los pies atados, mi abuela caminaba 30 kilómetros en un día para quemar incienso ante una estatua de Buda en la montaña. Era un viaje muy difícil.

El partido comunista chino prohibió las prácticas espirituales por supersticiosas después que tomó el poder. Pero la abuela y sus amigas mantuvieron sus creencias y rituales.

Ella me contó que, luego del Gran Salto Adelante (una de las "campañas" del partido que tuvo lugar en 1958), los alimentos eran escasos y todo lo que tenían para comer era sopa de arroz. Un día, cuando planeaba un viaje a la Montaña Mulan, una de sus amigas, la señora Gong, le preguntó dónde podían encontrar un baño porque comiendo solo sopa de arroz haría que lo visitara más seguido.

La abuela le dijo que no pensara en esas cosas cuando iban a quemar incienso ante una estatua de Buda. Durante el camino, la señora Gong tuvo que ir a menudo, pero la abuela no lo hizo en todo el día. Luego, la amiga le pidió que le explicara cómo lo hizo, y ella manifestó: "Cuando la gente tiene fe, los dioses ayudan".

Años después, aún recuerdo la experiencia de la abuela. Si bien era pequeño, sus palabas me dejaron una profunda impresión.

Aunque ella nunca asistió a la escuela, a menudo me citaba frases que tenían un profundo significado, tales como: "No veas el mal, tu mente está limpia" y "perder una discusión te da un carácter más fuerte”. Su fe fuerte benefició profundamente a mi mente joven.

La gente en el pasado era muy sincera cuando se trataba de servir a sus dioses. Regularmente restringían su dieta, se bañaban y quemaban incienso para mostrar respeto. Su fe se demostraba en la vida cotidiana. Historias como "Esperando al maestro Cheng en una tormenta de nieve", "Las tres visitas de Liu Bei a Zhuge Liang" y "Zhang Liang esperó al maestro Huang Shi en la noche" son ejemplos de su sinceridad.

El Maestro dijo:

“Si las manifestaciones de los seres humanos en el mundo humano hacia Dafa pueden reflejar la debida devoción, respeto e importancia, esto traerá a los humanos, a las naciones o a los países, felicidad, buena fortuna o gloria”. (“Lunyu”)

Nosotros como discípulos de Dafa no estamos persiguiendo bendiciones u honores. Queremos seguir al Maestro. Por consiguiente debemos mostrar respeto y reverencia hacia Dafa.

Sin embargo, debido al adoctrinamiento del partido, algunos practicantes carecen del respeto básico hacia el Maestro y la cultivación.

Recuerdo que cuando era un joven practicante años atrás, le di una copia de una nueva conferencia a un compañero. La tomó, la miró brevemente y la puso en su bolsillo antes de reanudar su trabajo.

Quedé impactado ante esa actitud y pensé: “¿Cómo pudiste hacer eso?”.

Algunos practicantes están sufriendo reveses en la cultivación. Sus actitudes muestran que no están siendo verdaderamente creyentes.