(Minghui.org) Me he encontrado con más y más personas que quieren leer los libros de Falun Dafa y están agradecidas cuando finalmente se encuentran con un practicante de Dafa. 

Esperando que el Maestro Li regrese a China

Una anciana de unos setenta años descansaba al lado de la plaza. Me acerqué a ella, y empezamos a hablar. Eventualmente, toqué el tema de Falun Dafa. Se sorprendió de que practicara Dafa a pesar de ser tan joven.

Me dijo que había leído Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa) tres veces. Otro practicante le había contado acerca de Dafa, y se reunían una vez por semana en la plaza para compartir sus experiencias y entendimientos al estudiar los libros.

Estaba viviendo con su hijo y su nuera y aún no había aprendido los ejercicios. Dijo que quería ser la primera persona en hacer los ejercicios en la plaza después de que la persecución terminara. Preguntó cuándo regresaría a China el Maestro de Falun Dafa mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

Pidiendo prestado Zhuan Falun

Hablé con dos paisajistas en una comunidad residencial y les dije sobre Dafa. Estaban intrigados y detuvieron su trabajo para escucharme. Después de explicar los hechos básicos sobre Dafa y la persecución, les pregunté si querían renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles.

Se miraron el uno al otro y luego me dijeron que ambos querían dejar la liga juvenil comunista. Entonces, uno me preguntó si podía prestarle una copia de Zhuan Falun para aprender más sobre Dafa.

Le presté el libro, pero le pedí que no lo perdiera ni escribiera en él. También le pedí que lo manejara con las manos limpias y se sentara respetuosamente mientras leía. Me aseguró que lo haría.

Como era de las afueras de la ciudad, le dije que podía aprender los ejercicios de los practicantes de su ciudad natal cuando su trabajo aquí estuviera terminado. Estaba genuinamente feliz.

Queriendo aprender más sobre Dafa

Me senté junto a un hombre de unos setenta años y comenzamos a conversar. Le conté sobre la cultura tradicional china, que enseña que el bien es recompensado mientras que el mal es castigado. Estuvo de acuerdo conmigo. Entonces, empecé a hablarle de Dafa.

"Practicas Falun Dafa", dijo. "No he podido encontrar a ningún practicante local de Dafa. He leído los materiales que dejaron en el pasillo. Sé que Jiang Zemin es realmente malvado", dijo en referencia al exlíder del partido comunista chino que dirigió la persecución a Falun Gong.

Empezó a mostrarme algunos de los movimientos de los ejercicios que vio en los folletos que había leído. Sonreí y le pregunté si quería aprender más. Me dijo que quería practicar Falun Dafa.

Le prometí una copia de Zhuan Falun y encontrar a un practicante que vivía más cerca de él.

Una charla y un saludo

Saludé a un hombre que estaba caminando por un parque y le pedí que se sentara conmigo y charlar. El hombre dijo que parecía bastante inocente y que no le gustaba hablar con mujeres con maquillaje pesado y ropa indecente.

Después de enterarse que practicaba Falun Dafa, me dijo que había leído un folleto de Dafa antes. Le dije que Falun Dafa es un sistema de autocultivación de la Escuela Buda, y que los practicantes siguen los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Le expliqué cómo el partido comunista organizó la farsa de la autoinmolación en la Plaza de Tiananmen para convencer al público de apoyar su violenta represión contra la práctica, agregué cómo se comportan los discípulos de Dafa y que gente de todo el mundo practica Dafa.

Le ofrecí más materiales informativos, pero dijo que preferiría tener una copia de Zhuan Falun. Le prometí que le conseguiría una. Se levantó y me saludó.

Una joven dama triste desea leer Zhuan Falun

Un domingo por la tarde, vi a una jovencita apoyada en una valla, llorando. Me acerqué con cautela para ver si podía ayudar. Estaba vacilante pero finalmente me dijo que era una maestra. Vivía con su padre abusivo que quería su dinero y no la dejaba salir con nadie. A menudo tenía pesadillas del cielo cayendo, el suelo colapsando, y cadáveres en las calles. Tenía miedo de ir a dormir.

Compró un amuleto budista y llevaba una tarjeta de oración que le había dado un monje. Le conté sobre Dafa y la importancia de renunciar al PCCh, y estuvo de acuerdo. Le di un amuleto con palabras de Dafa. Sus lágrimas habían desaparecido, y parecía esperanzada.

Le di un poco de información para leer y estaba a punto de decir adiós cuando dijo que quería leer más: quería un libro de Dafa. Pensé que podría tener una relación predestinada con Dafa, así que le di una copia de Zhuan Falun y le pedí que lo cuidara bien.

Me encontré con ella de nuevo dos días después. Se veía radiante. Me preguntó si podía guardar el libro un poco más para terminar de leerlo. Me dijo que, desde que le había dado el amuleto de Dafa, su padre no la había golpeado, ni ha tenido pesadillas. Le dije que podía quedarse con el libro. Me lo agradeció.

“No sacaré las calcomanías de Dafa”

Saludé a un hombre de unos sesenta años que descansaba en el jardín de una nueva comunidad residencial. Hablamos sobre la gente del mundo de hoy. Dijo que la gente debía ser bondadosa. Le pregunté si había oído hablar sobre Falun Dafa. Dijo que a menudo recogía materiales de Dafa en el jardín y los llevaba a casa para leer. A menudo repite: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Le conté acerca de renunciar al PCCh, y lo hizo de inmediato para él y su esposa. Le expliqué los efectos de Dafa en la curación y la forma física y cómo Jiang Zemin difamó a Dafa. Expresó su interés en aprender la práctica, y le prometí conseguirle un libro.

También me dijo que era el jardinero en la comunidad. Su jefe lo obligó a derribar las pancartas y calcomanías de Dafa en el jardín que fueron colocadas por los practicantes. No quería deshacerse de ellas, así que las llevó a su casa.

Dos días después, le traje una copia de Zhuan Falun. Me estaba esperando ansiosamente. Tomó el libro y dijo que no quitaría más calcomanías de Dafa.