(Minghui.org) Cada practicante debe aprovechar todas las oportunidades presentes para hablarle a la gente sobre la persecución del partido comunista chino a Falun Gong, también conocido como Falun Dafa.

La persecución y las mentiras propagadas por el PCCh son crímenes contra la humanidad que violan la constitución china y es sumamente importante que expongamos estos actos ilegales. También debemos aconsejar a las personas que se alejen de ese régimen.

El Maestro Li, el fundador de Falun Gong, nos enseñó en "Exponiendo el Fa en el Fahui de Atlanta 2003":

“También, esa gente con la que se encuentran por casualidad, con los que tratan diariamente, con la gente del trabajo, deberían esclarecerle la verdad a todos.”.

He hablado de Falun Gong a mis clientes y policías para disipar sus malentendidos de la práctica. También les dije a los agentes del comité de mi vecindario acerca de Falun Gong cuando vinieron a interrogarme sobre una querella penal que había presentado contra el exdictador chino Jiang Zemin en 2015. No volvieron después de que comprendieron la verdad detrás de la persecución.

Hablando con mis clientes

Tengo un taller de arreglos. Tengo muchos clientes debido a mi buena destreza manual y precios bajos, y creo que fue el arreglo de Shifu que vengan a mi taller. Debido a esto, no quiero dejar que ninguna persona predestinada pierda la oportunidad de entender por qué la persecución es un error.

Doy materiales informativos a mis clientes basados en sus antecedentes. La mayoría de ellos están de acuerdo en renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas después de leerlos. Les doy cambio con billetes que tienen mensajes de Falun Gong escritos sobre ellos.

En una ocasión, una mujer me pidió que le cosiera un botón. Le informé sobre lo que es Falun Gong y por qué el PCCh persigue la práctica, agregué que Falun Gong se ha extendido a más de cien países y regiones de todo el mundo.

Hablando con extraños

Cuando me encuentro con personas predestinadas mientras envío folletos publicitarios para mi tienda, siempre les cuento acerca de Falun Gong, y los resultados han sido buenos.

Un día, vi a una anciana apoyada en dos muletas en la acera. Se veía enferma. Bajé de mi bicicleta y hablé con ella.

"Recuerde que 'Falun Dafa es bueno' y 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno' y será bendecida", le dije.

Un mes después, parecía muy sana y energética. Su rostro era rosado y sus ojos estaban animados. Esta vez podía caminar con una sola muleta.

Cuando me vio, me agarró la mano y dijo emocionada: “Puedo ver cómo te ves ahora. No podía ver tan bien antes".

Me sentí muy feliz por ella.

A partir de entonces, a menudo traía verduras y frutas a mi casa. No acepté la comida. Le dije que podía dar gracias a nuestro Maestro, quien la salvó.

Un día, ella se acercó ansiosamente a mi casa porque había perdido un amuleto de Falun Gong que yo le había dado. Le dije que mirara alrededor de su casa.

Cuando la visité dos días después, me dijo que había encontrado el amuleto en la almohada el día en que volvió de mi casa.

Ella agregó: "Lo había buscado durante días. Fue realmente un milagro. Ahora creo en el Maestro y Dafa ".

Estaba muy feliz de que otra persona se salvara.

Hablando con agentes de policía

Fui arrestado y llevado a la comisaría por poseer materiales de Dafa. Hablé con al menos cinco jóvenes policías sobre Falun Gong. Uno de ellos dijo que creería en Falun Gong si yo obtenía buenos resultados físicos en el hospital.

En el camino al hospital, les conté más acerca de Falun Gong y respondí sus preguntas. Al final, todos abandonaron el PCCh con un alias.

Me llevaron al centro de detención. Me negué a gritar consignas, usar el uniforme del centro de detención, y firmar sus documentos.

Los guardias amenazaron con atarme. Les dije que el bien y el mal serían recompensados en consecuencia y perseguir a las buenas personas no será perdonado por el Cielo. Luego extendí mis manos. No me esposaron.

Unos días después, muchos guardias me interrogaron. Les expliqué por qué tuve que practicar Falun Gong. Después, algunos de ellos comprendieron la verdad y ya no me molestaron cuando hice los ejercicios.

Dos guardias femeninas fueron asignadas a vigilarme cada noche, y parecían rotarse. Algunas renunciaron al PCCh después de que les dije cómo ha estado persiguiendo a Falun Gong sin ninguna base legal. También me permitían recitar el Fa y hacer los ejercicios.

Bajo la protección de Maestro, fui liberado nueve días después.