(Minghui.org) Comencé apracticar Falun Dafa en 2006, a la edad de sesenta y siete años, y me siento muy honrada de poder ser una discípula de Dafa del período de la rectificación del Fa.

Al comienzo tuve dificultades para leer los libros de Falun Dafa porque no conocía muchos caracteres chinos y mi entendimiento del Fa se vio afectado por ello, sin embargo no desistí. Dafa, pronto me dio la habilidad para leer y entender los caracteres después de convertirme en practicante.

Durante los primeros años de mi cultivación, no me uní a ningún grupo de estudio del Fa; leía los libros y hacía los ejercicios en casa. Después conocí a un practicante que me invitó a participar en su grupo de estudio. Aunque estaba lejos de mi casa, Shifu me ayudó a encontrar una forma de llegar allí. Pude apreciar cómo Shifu está siempre conmigo, y conoce todos mis pensamientos.

Utilizando el teléfono para informar a la gente sobre Dafa

Los practicantes de mi localidad utilizaban teléfonos móviles para hablar a la gente sobre Falun Dafa y sobre cómo el partido comunista chino persigue la práctica, y decidí unirme a ellos. Participar en este proyecto me ayudó a entender la misión y responsabilidad de los discípulos de Dafa en el período de la rectificación del Fa.

No sabía cómo hablar cuando me uní al proyecto, y comencé enviando pensamientos rectos y escuchando los diálogos de otros practicantes en sus llamadas. Ellos me entregaron sus notas, y decidí memorizarlas hasta sentir que estaba lista.

Cuando hice mi primera llamada telefónica, mi corazón palpitaba y mi voz tartamudeaba. La persona en el otro extremo de la línea, al observar que no hablaba, me preguntó por qué no colgaba el teléfono tampoco.

"Falun Dafa es bueno", le dije. "¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno! ¡Renuncie al partido comunista chino y sus organizaciones juveniles para asegurar su futuro! ¿Es usted miembro del PCCh?". La persona renunció al PCCh a pesar de las dificultades que tuve para expresarme.

Shifu dijo:

“Dices que tienes una muy buena idea que salvará a cien personas, pero si no la llevas a cabo, no sirve. Si se puede salvar a una persona, la virtud poderosa es de quien lo hizo”. (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010)

Después de esa primera llamada telefónica, pasé todo el tiempo haciendo llamadas diariamente. Cuando persuadía a muchas personas y renunciaban al PCCh, me recordaba no volverme demasiado orgullosa, y cuando tan solo conseguía que una persona renunciara, también me recordaba que no debía desanimarme.

Pude apreciar en mí, muchas nociones humanas como el miedo, la competitividad, el apego a mostrarme, la exultación y la frustración. Cuando alguien me maldecía o me insultaba -o cuando alguien me daba las gracias- al aclararle la verdad por teléfono, un apego correspondiente surgía en mí.

A veces pude ser consciente de los apegos, y los eliminé. Otras veces no era capaz de ello. Shifu creó diferentes situaciones ayudándome a reconocerlos y dándome oportunidades para mejorar.

Reportados por distribuir calendarios de Dafa

Junto con otro practicante, visité una zona residencial a comienzos de 2016 y distribuíamos calendarios con información sobre Falun Dafa. Muchos residentes nos pidieron un calendario, y un joven se ofreció para distribuirlos con nosotros. Incluso nos pidió un número telefónico de contacto.

Un rato después coincidimos con unas personas que estaban haciendo un foso en un lado de la carretera y aprovechamos la oportunidad para darles unos calendarios. Nos aconsejaron salir corriendo ya que la policía buscaba nuestro rastro. Entonces vimos al joven que conocimos anteriormente y unos cuantos agentes de policía venir hacia nosotros. Comenzamos a correr, pero yo era demasiado lenta, y el policía me alcanzó.

Uno de los policías me reveló que el joven era un oficial del departamento local. Cuando llegó un coche de policía, el joven se dio la vuelta y se fue.

Fui arrestada, y la policía confiscó mi bolso donde llevaba doscientos yuanes y veintitrés calendarios. Me rehusé a entrar en el coche, pero me forzaron a ir a la comisaría.

Clarificando la verdad a la policía

No sabía qué hacer al principio. Entonces pensé: "Ellos no entienden Dafa ni el porqué de la persecución. Debería aprovechar esta situación para explicarlo. También han sido engañados por la propaganda del PCCh y son víctimas de la persecución".

Shifu dijo:

“Dondequiera que haya un problema, allí es donde necesitan esclarecer la verdad y salvar a la gente”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002)

Ellos me pidieron explicaciones sobre los calendarios.

Les dije: "Los calendarios explican la verdad sobre Dafa. Usted leerá cómo ser una buena persona y cómo mejorar sus estándares morales. Dafa enseña a la gente a seguir Verdad-Benevolencia-Tolerancia. En la actualidad se está practicando en más de cien países por todo el mundo, y los libros han sido traducidos a más de treinta idiomas. Solo el régimen de Jiang Zemin persigue a Falun Dafa”.

Les recordé que aquellos que siguieron los dictámenes de Jiang Zemin han sido investigados y sentenciados por los tribunales, entre ellos Zhou Yongkang, Bo Xilai, Xu Caihou y Guo Boxiong.

Todos los oficiales estaban escuchando mis palabras, y pude ver que sus actitudes comenzaron a cambiar. Se preguntaron unos a otros: "¿Cómo sabe esta persona tanto?". Les dije que no persiguieran a los practicantes, porque tendrían que soportar las consecuencias. Dijeron: "No tenemos elección: tenemos que seguir órdenes. Nuestras decisiones no cuentan.

Pensé: "Por supuesto que lo que decidas no cuenta. Todo está bajo el control de mi Maestro”.

Me llevaron a un hospital para hacerme unas pruebas requeridas en mi detención. El médico del centro me examinó de nuevo. El subdirector le dijo al médico que yo sufría de todo tipo de enfermedades y mi detención causaría muchos problemas.

El doctor dijo que no querían admitir a nadie que estuviera enfermo. Pidieron a la policía que me sacaran de allí, y la policía no tuvo otra opción que llevarme a casa. Antes de salir, el subdirector me dijo que pidiera a los practicantes que dejaran de llamarlo para que me liberara.