(Minghui.org) Conocí a un hombre de 70 años un día y después de hablar por unos minutos, le hablé sobre Falun Dafa y la persecución. En ese momento su amigo lo llamó y lo invitó a almorzar con algunos amigos. Me invitó a ir con ellos. Dudé, ya que recién nos conocíamos, pero entonces me di cuenta de que esta era una oportunidad para ayudarlo a renunciar al partido comunista chino (PCCH) y hablar con más personas. Entonces fui con él.

Resultó que todos sus amigos eran personas bien educadas -uno era un profesor, uno era un secretario del PCCh, uno era un comisionado del país y otro era un director de escuela. Algunos me habían visto hablar sobre Falun Gong antes. Hablé naturalmente con ellos, disipando las ideas equivocadas comunes causadas por la propaganda del PCCh.

El director de escuela jubilado mencionó que si los practicantes de Falun Gong no hubieran ido a apelar al gobierno, el PCCh no habría perseguido a Falun Gong. Les expliqué que policías en Tianjin habían arrestado ilegalmente a un grupo de practicantes, y por eso, los practicantes fueron a Beijing a apelar al gobierno para que liberen a estas personas inocentes.

También les dije que la autoinmolación era en realidad un fraude organizado por el régimen chino para difamar a los practicantes de Falun Gong e incitar miedo y odio. Les hablé sobre la brutal tortura que sufren los practicantes y también de la sustracción forzada de órganos en contra Falun Gong y otros prisioneros de conciencia.

Luego de responder a sus preguntas, les expliqué por qué creemos que el PCCh finalmente será destruido por el Cielo por sus brutales crímenes. Todos estuvieron de acuerdo con que lo que el PCCh estaba haciendo a los practicantes de Falun Gong era inaceptable. Al final, renunciaron al PCCh usando sus verdaderos nombres.

En nuestra vuelta a casa, el director caminó junto a mi por un largo tiempo. Después me agradeció repetidamente y dijo: “¡Estábamos destinados a conocernos hoy!”.