(Minghui.org) Trabajaba como profesora. En 1989, llegué a una escuela local en la provincia de Shandong desde el nordeste de China para asumir un nuevo puesto.

Me gustaría compartir mis experiencias y la iluminación adquirida durante las últimas décadas en mi doble papel como discípula de Dafa y profesora de escuela.

Primer director: "¡Cuánto talento desperdiciado!”

Mi llegada creó un gran revuelo de expectativas por la razón de mi experiencia como crítica. El director me miró con expectativas positivas. Por desgracia, debido a mi mal estado físico en ese momento, fui incapaz de cumplir con mi responsabilidad de dirigir una clase de capacitación.

Cuando estaba en la universidad, una cirugía de apendicitis me dejó con secuelas a largo plazo que constantemente me dejaba inconsciente debido al fuerte dolor de estómago.

Más tarde, fui sometida a una laparotomía y me diagnosticaron un caso de neurosis grave que terminó torturándome durante más de una década.

Más tarde, me diagnosticaron con síndrome de ovario poliquístico. Esto, además de artritis, gastritis crónica, dolor de cabeza, fatiga visual, y otras dolencias.

A excepción de mi cabello y uñas, todo mi cuerpo estaba adolorido.

Mi situación empeoró cuando estaba en Shandong, donde tenía que reajustar mis hábitos de vida.

Estaba constantemente con licencia por enfermedad y apenas podía realizar alguna tarea. El desequilibrio físico me llevó a conflictos por mi comportamiento. Me hundí en un abismo de desesperación que ninguna palabra podría describir.

El director comentó con pesar: "¡Cuánto talento desperdiciado!”.

La segunda directora honró mi Talento

En junio de 1996, cuando sentí que estaba en un punto sin retorno, un colega me dio un libro llamado Zhuan Falun. Prácticamente devoré el libro de una sola vez. Todo mi mundo se iluminó. Las palabras del Maestro Li Hongzhi llegaron a mi corazón y tocaron mi alma.

Después de comenzar a practicar Falun Gong (también conocido como Falun Dafa), todas mis dolencias desaparecieron rápidamente. Los cambios físicos y mentales eran enormes. Mi tez se volvió rosada. Mi ánimo se elevó. Mis familiares y amigos comentaban acerca de la maravilla de Falun Dafa.

La vida se volvió feliz y relajada. La sensación era más que increíble.

Seguí los requisitos de Shifu para ser una buena persona y poner a los demás primero en todas las cosas. Acepté todas las asignaciones incondicionalmente y las llevé a cabo con lo mejor de mis habilidades. Falun Dafa curó mi cuerpo y aumentó mi sabiduría.

Dos años más tarde, recibí un honor y reconocimiento por haber realizado la mejor clase de alta calidad a nivel provincial.

Sabía que un honor y premio a nivel provincial por alta calidad de clase es muy raro, por lo que mi logro se consideró innovador.

A través de todas mis palabras y hechos, la belleza y la bondad de Falun Dafa se hicieron presente en mi aula, tocando a todos y todo en una luz positiva.

En 1999, la junta de educación de la ciudad envió a cuarenta directores de escuelas secundarias experimentales en formación para asistir a mi clase.

El resumen de la evaluación afirmaba que: "La clase de este profesor es simple y pacífica, no hay grandilocuencia o demagogia, muy honesta y natural, digna de emulación”.

A partir de eso, nuestra pequeña escuela secundaria de la ciudad llegó a ser conocida. Nuestra directora estaba feliz más allá de toda medida.

En el año escolar 2000, nuestro sistema escolar se sometió a una competencia por rangos profesionales y títulos. Varios maestros de primer nivel tendrían que ser degradados a nivel secundario con salarios menores. Todos los maestros de primer nivel estaban temerosos del descenso de categoría.

Cuando cada profesor estaba planeando un discurso para hablar defendiendo su puesto, me presenté ante la directora y le dije: “Soy un practicante de Falun Gong. No quiero entrar en ninguna competencia. Quiero solicitar una rebaja voluntaria para no añadir a su problema …”.

Sabía que la directora había hecho todo lo posible para protegerme de la persecución a Falun Gong por el partido comunista chino desde el principio y realmente quería disminuir su carga.

Sin embargo, la directora respondió solemnemente, con lágrimas en los ojos: “Usted es tan buena profesora. No hay manera de que me permita bajarla de categoría”.

El tercer director cambió de cooperar con la persecución a protegerme secretamente

Al principio, mi tercer director, bajo las directivas de Jiang Zemin (exjefe del partido comunista chino que lanzó y dirigió la persecución de Falun Gong en China) y sus cohortes, cooperó con la orden del partido de enviarme para ser "transformada" .

Un vehículo estaba esperando. Me rehusé a entrar. Cuando trató de forzarme, no me moví. Le pidió ayuda al subdirector y otros asistentes, pero nadie le prestó atención.

Cuando regresé de mi sesión de "transformación", lo busqué y le expliqué la belleza y la bondad de Falun Gong y cómo me había beneficiado de la práctica.

Le dije: "Entiendo su posición. No le guardaré rencor. Pero espero que haga su mejor esfuerzo para proteger a los otros practicantes de Falun Gong que trabajan en su escuela o asisten a ella “.

El director sonrió y dijo: “Pensé que me odiabas y que regresaste para vengarte”.

Le devolví la sonrisa y le dije: "Nosotros, los practicantes, no nos vengamos. Practicamos Verdad, Benevolencia y Tolerancia".

Mientras tanto, había recibido el premio de clase municipal de alta calidad, y mis experiencias de enseñanza se promovieron en toda la ciudad.

La actitud del director hacia mí cambió, de cooperar con las autoridades a protegerme secretamente de la persecución. Este cambio vino de su genuina admiración a los discípulos de Dafa.

Cuarto director fue promovido debido a mi desempeño destacado

Mi cuarto director era un joven que esperaba que contribuyera al desarrollo de la escuela, y también al progreso de su carrera.

Durante su tiempo en nuestra escuela, gané el premio nacional de clase de alta calidad.

Me convertí en la primera y única receptora de este honor tan alto.

Un experto en educación provincial me dio este elogio: “La demostración de calidez, empatía, acercamiento, accesibilidad y afinidad general de esta profesora es incomparable a cualquier otro maestro. Ella está en un reino diferente, algo único. Eso no tiene nada que ver con su técnica docente aprendida. Se trata de sus logros individuales a través del autoentrenamiento y la cultivación personal. En esta localidad bastante atrasada, los estudiantes que enseña también han alcanzado un alto grado de disciplina. Ella realmente me ha sorprendido personalmente".

Y así, la reputación de nuestra escuela se extendió por todas partes. Cuatro años más tarde, el director fue promovido, con alegría y regocijo en su corazón.

El quinto director me protegió de la persecución

Mi quinto director tenía estrictas expectativas en mí. A menudo él decía: “Cuanto más alta la reputación, más estrictos los requisitos".

Frente a una sobrecarga de trabajo, quería quejarme. Sin embargo, pensé en cómo nos ha enseñado Shifu.

Shifu dice:

“Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión.

Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría”

(Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance)

Comprendía la carga de ser un director, así que siempre terminaba mis tareas con compostura y buen humor.

Mis estudiantes a menudo me preguntaban: "Profesora, ¿por qué siempre estás tan feliz, como si su vida estuviera llena de bendiciones?".

Les decía con una sonrisa, "¡Eso es porque practico Falun Gong!".

Me había acercado al director personalmente para hablar con él sobre la belleza y la bondad de Falun Dafa, le describí cómo me había beneficiado de la práctica y le pedí que tratara a los discípulos de Dafa con bondad.

Una vez, alguien me reportó a las autoridades y estuve a punto de ser arrestada. El director utilizó todo su poder persuasivo para convencer a los líderes en diferentes niveles de que yo era una buena profesora. Los padres también hablaron voluntariamente para protegerme.

Cuando me notificaron que las autoridades habían autorizado el saqueo de mi residencia, rompí a llorar.

Le dije al director: “He estado practicando Falun Gong durante muchos años. La persecución del partido contra los discípulos de Dafa y sus familias ha creado tanto dolor y sufrimiento. No debemos ser perseguidos. No queremos ser perseguidos. Es muy difícil de soportar. Pero, se lo prometo, Falun Dafa es tan maravilloso. Nunca lo abandonaré”.

El director había querido darme un sermón, pero en vez de eso me consoló diciendo: "No llores más. Todo va a estar bien".

Y resultó que la detención inminente nunca se materializó.

El director me dijo: "Preste atención a su seguridad personal de ahora en adelante".

Shifu dice:

“Yo sonrío—todos los seres tienen esperanza”

(Sonrisa, Hong Yin).

El sexto director inicialmente finalizó mi trabajo como profesora, después me asignó para ser su asistente

Cuando el sexto director llegó a la escuela, estaba seguro de que la razón por la cual transfirieron al último director fue el resultado de mi condición como practicante de Falun Gong. Así que finalizo mi trabajo como profesora.

Dejé de ser una educadora muy respetada a ser nadie. Mi sentimiento de humillación e injusticia fue inmenso.

Pero me mantuve firme hacia el Maestro y a las enseñanzas de Dafa. Miré hacia adentro. Me negué a culpar al director. Expandí continuamente la capacidad de mi corazón. Hice mis tareas asignadas todos los días con una sonrisa en mi cara.
Solía iniciar contacto con un nuevo director tan pronto como tomaba el cargo, para hablar sobre la belleza y la bondad de Falun Dafa.

Sin embargo, consideré que no podía hacer lo mismo con este nuevo director. Así que decidí dejar que mis palabras, acciones y comportamiento mostraran la bondad de Dafa y conmovieran su corazón.

Muy pronto, la actitud del director hacia mí cambió. Me asignaron para ser su asistente.

Desde 1996, cuando comencé la práctica de Falun Gong, mi nivel de pensamiento y mis habilidades como profesora mejoraron continuamente. Recibí múltiples premios por mi clase de alta calidad y honores en la escuela, a nivel del condado, municipal, provincial, e incluso en niveles nacionales. Había llegado a ser conocida como un "milagro" entre los profesores comunes.

Ese "milagro" proviene de la mentalidad de empatía y desinterés de un discípulo de Dafa que proviene de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, así como de la sabiduría generada a través de la práctica de cultivación de Dafa.

Mi jubilación se acercaba. El director quería que dejara mi experiencia y habilidades docentes a la escuela y sus futuros estudiantes.

Muchos profesores que habían presenciado el trato deplorable hacia mi, movidos por su sentido de integridad y justicia, me aconsejaron con enojo que no cumpliera con la petición, ya que también sabían cuán ardua sería la tarea.

Eso me puso en un dilema. Ante el voluminoso proyecto esperado, dudé.

Recurrí a un estudio del Fa intensamente silencioso y diligente.

El Maestro dice:

"También hemos dicho que si cada uno de nosotros se cultiva hacia el interior, si cada uno busca desde su propio xinxing, entonces, cuando no se haga algo bien, uno mismo buscará la razón y lo hará bien la próxima vez, y antes de hacer algo considerará primero a los demás". (Zhuan Falun)

Soy una dizi de Shifu. Debo escuchar a Shifu. Debo poner a otros primero.

Me puse a trabajar duro y finalmente produje un volumen de ochenta mil palabras de estudios de casos reales y experiencias de enseñanza personal, que presenté a la escuela sin reservas.

El director me agradeció profusamente en nombre de la escuela. Su "gracias" fue realmente un reconocimiento abierto a que "¡Falun Dafa es bueno!".

Trabajé bajo seis directores en el lapso de más de veinte años y he experimentado todo tipo de altibajos.

Antes de Falun Gong, estaba atascada en las dolencias físicas y luchaba con temas de fama e interés propio.

Después de iniciar el camino de la práctica de cultivación de Falun Dafa, comprendí el despreocupado sentimiento de desinterés y experimenté la maravilla de asimilarme a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Dafa.

Dafa me transformó y benefició a una multitud de personas a mi alrededor.

Shifu me ha colmado con tantas bendiciones y me ha cubierto con Su ilimitada misericordia y gracia.