(Minghui.org) Recordando mi camino de cultivación de 20 años, me he dado cuenta que siempre que me alineo con los principios de Dafa y me trato como practicante, las maravillas de Dafa se manifiestan a mi alrededor.

Camino a la cultivación

Era una niña con enfermedades y tenía una enfermedad sanguínea severa. Al crecer, tenía problemas de piel y hemorroides que me duraron más de 10 años. A mi esposo sólo le importaba su trabajo y nunca expresaba preocupación por mi slaud. No venía a casa los días feriados e ignoraba la educación de nuestro hijo. Gradualmente acumulé resentimiento hacia él en mi corazón y mi salud comenzó a decaer.

En el año 1995, mi esposo fue acusado injustamente de hacer algo mal y perdió su trabajo. Sólo recibía 300 yuanes al mes, lo cual causó una crisis en nuestra familia de siete personas.

No podía aceptar lo que había sucedido y juré demandar a los oficiales corruptos que habían incriminado a mi esposo.

Durante este período, mi esposo y yo comenzamos a practicar Falun Dafa. Luego de ver el video de la Primera Lección de Shifu en Guangzhou, no necesité lentes para leer y desaparecieron todas mis enfermedades, hasta una que era incurable. La enfermedad del hígado que tenía mi esposo también desapareció. Para ambos, nuestros resentimientos se fueron reduciendo, y ya no queríamos demandar a los demás.

Protegida del daño

La persecución a Falun Gong comenzó oficialmente el 20 de julio de 1999.

A las 2 p.m. el 21 de julio de 1999, un grupo de oficiales vino a mi casa y me llevó a la estación de policía. Estaba tranquila y llevé conmigo dos documentos: uno era una encuesta nacional sobre Falun Gong, y el otro estaba relacionado a los aspectos legales sobre la libertad de credo. Le entregué los dos documentos a la policía.

Un oficial me pidió que firmara un documento. Le pregunté: "¿Qué crimen he cometido?", me liberaron alrededor de las 10 p.m.

Al día siguiente a las 8 a.m. me pidieron nuevamente ir a la estación de policía. Un oficial me preguntó cómo practicaba Falun Gong. Le conté que hacía los ejercicios y leía las enseñanzas todos los días. Luego establecieron seis restricciones para mi y me dejaron ir a las 10 a.m.

En la tarde fui al edificio del gobierno de la provincia para apelar por el derecho a practicar Falun Gong sin ser arrestada.

El 23 de julio fui detenida nuevamente. No respondí cuando fui interrogada y me mantuvieron por una semana. Cada noche, cuatro oficiales de mi lugar de trabajo eran forzados a permanecer conmigo. Pero continué haciendo los ejercicios a diario.

Al quinto día, me pidieron ser entrevistada por una estación de televisión. Me negué.

Un oficial de mi lugar de trabajo me dijo que la entrevista sólo duraría un minuto. Dije: "No hablaré ni siquiera por medio minuto. No quiero aparecer en la televisión, no importa quien me lo pida".

Ese día vi el Fashen de Shifu, muchos de sus Fashen. En la noche, vi a Shifu sentado en la luna. Entendí que me estaba animando, y me insinuaba que pasara bien esta prueba.

Regresé a casa a salvo de la estación de policía y supe en mi corazón que Shifu me cuidó en todo momento.

Eligiendo los pensamientos correctos

Un calambre causó que me cayera y mi espalda se hiriera en julio de 2002. El dolor era severo, lo cual causaba que me fuera imposible dormir en la noche. Por más de dos semanas, tuve disuria y estreñimiento. Pero no pensé sobre los síntomas y solo seguí haciendo lo que un practicante debería hacer: estudiar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos. Continué yendo a las áreas rurales a hablar con la gente sobre Falun Dafa. Luego de menos de tres semanas, todo regresó a la normalidad y estuve saludable nuevamente.

A veces me obsesionaba con asuntos comunes y no era diligente en la cultivación. Esto creaba una brecha en mi cultivación y pienso que llevó a que me cayera. En octubre de 2002, me caí y me dañé la parte baja de la espalda. Estudié el Fa, envié pensamientos rectos y recité:

"Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer". (Novena Lección de Zhuan Falun)

Un mes después, estaba igual de bien que antes de caerme.

Esta vez no le pedí ayuda a otros practicantes para que enviaran pensamientos rectos por mi. Me di cuenta que tenía que lidiar yo misma con esto porque Shifu nos está cuidando. Depende de nosotros elegir entre pensamientos divinos y humanos. Siempre que sigamos el Fa y nos comportemos como practicantes, las maravillas de Dafa se manifestarán a nuestro alrededor.

No hay nada trivial en la cultivación. Deberíamos prestar atención a cultivarnos sólidamente y ser estrictos con nuestro comportamiento.