(Minghui.org) Mi esposo y yo somos practicantes de Falun Dafa, y ambos hemos perseverado en informar a tantas personas como fuera posible sobre la persecución. A lo largo del camino hemos atestiguado cómo las vidas de muchos fueron bendecidas luego de conocer la verdad de Falun Dafa.

En este Día Mundial de Falun Dafa, quiero contarles sobre una de estas personas, para expresar mi gratitud al Maestro por su compasiva salvación.

Escéptica

Qiukui y yo solíamos trabajar juntas, pero después de que me despidieran perdí el contacto con ella. En el otoño de 2012, me llamó. Con un temor evidente en su voz, lloró: “Sálvame, tengo insuficiencia renal”. Después del trabajo, fui derecho al hospital.

Quedé impactada cuando entré en su habitación. Tenía tubos por todas partes, sus signos vitales eran monitoreados las 24 horas del día y había perdido la visión temporariamente. Cuando escuchó mi voz, me suplicó: “Oh, querida amiga, enséñame a hacer los ejercicios de Falun Dafa”.

“¿Cómo podrías hacer los ejercicios ahora? Voy a enseñarte a recitar ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’. Cuando sea que tengas tiempo, asegúrate de recitar estas frases”.

Empezó allí mismo. No le importó que otras personas en la sala pudieran oírla. Me dijo que era la primera vez que sentía felicidad desde que se había enfermado. Le dejé una versión en audio de las lecciones del Maestro para que escuchara todos los días.

Cuando la visité una semana después, me contó algo asombroso. Dado que tenía que ser sometida a diálisis peritoneal, los médicos tenían que operarla para colocarle tubos en el abdomen. Cuando el cirujano la abrió, se encontró con que presentaba adhesiones intestinales agudas que podían ocasionar hemorragias severas causándole la muerte. Ella y su esposo se prepararon para lo peor, pero los resultados fueron todos positivos.

Estaba animada. “Ahora puedes ver el poder de Falun Dafa”, le dije.

Sin embargo ella no estaba completamente convencida, y dijo: “Pero el cirujano era muy profesional”. Le dije que siempre y cuando siguiera recitando las frases y escuchando las lecciones, las cosas cambiarían.

Totalmente impresionada

Después de que Qiukui se enfermó, su familia pasó por dificultades financieras. En 2013 decidieron trasladarse de regreso a su ciudad natal. Fui a verla y le dije que siguiera recitando las frases y leyera las enseñanzas del Fa cuando tuviera tiempo. También le dije que dependía de ella tomar la decisión de practicar o no Falun Dafa.

Seis meses después, volvió a llamarme para contarme sobre sus progresos.

Ahora y antes su condición se deterioraba y era propensa a tener fiebre elevada. Siempre que esto ocurría, era hospitalizada durante días. En una ocasión mientras empacaba para ir al hospital, pensó: “Esto ya pasó muchas veces. Luego de días de miseria, me envían a casa con una mínima mejora en los síntomas”.

Entonces cambió su pensamiento y dijo a su esposo: “Esta vez voy a recitar ‘Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’, no voy a ir al hospital”.

Calmó su corazón y no hizo más que recitar las frases una y otra vez hasta que se durmió. Se despertó a la mañana siguiente y su fiebre se había ido. No se sentía cansada como de costumbre e incluso tenía apetito. En el pasado, sufría de nauseas severas y tenía que batallar para no vomitar, y al final de cada comida terminaba exhausta.

Finalmente comprendió y se impresionó. “Es asombroso. Recitar las frases funciona”. A partir de este punto se sintió cada vez mejor, hasta que luego de cuatro días todos sus síntomas desaparecieron.

También comenzó a leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y a hacer los ejercicios cuando tenía tiempo. Su salud mejoró y regresaron sus energías.

Durante las festividades de Año Nuevo, me llamó y me agradeció por permitirle conocer la verdad sobre Falun Dafa. Le dije que fue el Maestro quien la había salvado.

Estaba tan animada que ya no necesitaba a nadie para que cuidara de ella. Era capaz de cocinar y valerse por sí misma. Cuando su suegra la visitó, la recibió con una elaborada comida. Su suegra se preocupó y le dijo: “Por favor, tranquila. No quiero que vuelvas a cansarte y enfermarte nunca más. Ya nos asustaste lo suficiente”.

Qiukui rió y le respondió: “Estoy completamente bien. Ya no se preocupe por mí”.

Luego me dijo que su período había regresado. Esto le dio mucha confianza en que se había recuperado por completo. Su rostro volvió a tener un rubor saludable.

Reunión

Volví a visitarla en 2014 cerca de las festividades de Año Nuevo, y compartimos un día ajetreado.

Salimos de paseo con su hijo. Caminamos casi todo el día y llegamos a casa cuando estaba anocheciendo. Compró una gran cantidad de comestibles y cocinó una comida para celebrar. Luego limpiamos juntas, preparó algunas cosas para su hijo para el día siguiente y lo acostó.

¿Cómo podía imaginarme que esta vital y hermosa mujer estuvo una vez al borde de la muerte? Hablamos mucho esa noche.

Ella sigue recitando las frases diariamente y también le enseñó a su madre y suegra. Incluso aunque no estuvo haciendo los ejercicios con regularidad y solo recitaba las frases, esto ya fue suficiente para cambiar su destino.

¿Cuánta gente se hubiera beneficiado de Falun Dafa si no hubiesen sido engañados por la propaganda dañina? Ella sintió que fue muy afortunada en un momento crítico de su vida. Aprendió sobre Falun Dafa y se elevó a un reino diferente. Su disfunción renal no significó su final.

Quería que compartiera su historia con tantas personas como fuera posible para que otros puedan beneficiarse como lo hizo ella.

¡Gracias, Maestro!