(Minghui.org) Mi amigo Gao Jie (seudónimo) es camionero. Su negocio de camiones no iba bien. En consecuencia, a veces tenía que alquilarlo y buscar otro trabajo. Sin un ingreso estable, tenía dificultades para mantener, reparar y pagar el seguro del camión.

De vez en cuando me visitaba para charlar. Después de hablarle sobre los hechos de Falun Dafa, renunció a su membresía del partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Me contó que la esposa de su amigo había sido sometida a varias cirugías, por lo que su estado era muy pobre. También, que la mujer quería leer los libros de Falun Dafa porque había oído que tenía grandes beneficios para la salud. Me pidió prestado el libro Zhuan Falun y se lo pasó.

Cuando me visitó nuevamente, me habló de su mejoramiento. Después de leerlo, se recuperó y pudo bajar sola las escaleras. Estaba muy feliz de contar que cuanto más leía el libro, más pacífica y afable se sentía.

Cuando le hablé a Gao Jie siempre usé las enseñanzas de Dafa para guiarlo. Escuchó y comenzó a seguirlas. Aprendió el principio de "sin pérdida, no hay ganancia", por lo que dejó de luchar con otros por sus ganancias. Se volvió más tranquilo y considerado hacia los demás. Hacía las cosas con una mente pacífica porque sabía que lo que le pertenecía sería suyo.

Comenzó a tener una buena actitud hacia la gente y al hacer las cosas. Como resultado, cuando otros retrasaban la descarga del camión, esperaba tranquilamente en lugar de gritar enojado. Me dijo que ya no está ansioso y corriendo, preocupándose por el dinero. Su temperamento también mejoró. Aunque no ha practicado Falun Dafa, su mente fue purificada por Dafa.

Después qué renunció al PCCh, le recordé que debía pedirle a su familia que renuncie. Esto fue cerca del Año Nuevo Chino. Le sugerí que les cuente a sus familiares y amigos acerca de Dafa cuando se reúna para la festividad. La siguiente vez que vino a visitarme, me trajo la lista de los que querían renunciar al partido.

Cada vez que regresaba a su casa de un largo viaje, venía a visitarme y traía un listado con los nombres de personas que querían dejar el PCCh.

Siempre que Gao me vio, dijo: “¡Es verdaderamente grandioso! ¡Mi mente se calmó!”.

A menudo le doy volantes de aclaración de la verdad y cedés de Dafa. Los lee o los mira y dice que estos materiales lo ayudaron a explicar los hechos con más claridad.

Ya no se preocupa más por los ingresos. Una fábrica le dio varios meses de trabajo para su camión. La paga es alta y regular.