(Minghui.org) En julio de 2017, cuando salí a aclarar la verdad a la gente, conocí a dos personas que ya habían entendido los hechos sobre Falun Gong. Uno era agricultor y el otro policía retirado.

Declaración del agricultor

Me encontré con un agricultor de 60 años que parecía tener buen carácter y estaba muy saludable. Nos vio distribuyendo materiales informativos de Falun Gong y se acercó a pedirnos un semanario.

Nos contó que una vez había encontrado una copia del libro Zhuan Falun. Dijo que lo atesoró y lo llevó a su casa para leerlo. Lo leyó una y otra vez. Cuanto más lo leía mejor se sentía. 

Y manifestó: “Desde que lo obtuve todo a mi alrededor cambió para mejor. Mírenme. Tengo mucha más energía y puedo hacer de todo. Este año dos de mis nietos fueron admitidos en prestigiosas universidades. Mi familia es afortunada y tenemos buena relación. Todo está bien. Nunca mis familiares han sido tan felices y prósperos”.

“Todos los aldeanos me han dicho: `Hermano, sus ancestros deben protegerlo. Los dioses lo bendicen´. Indudablemente, el Maestro de Falun Gong me ha protegido”.

“Le conté a mi familia y a los aldeanos: `Falun Gong es el Fo Fa que salva a la gente. No pierdan esta oportunidad única en la vida. Lo que han dicho los practicantes de Dafa es verdad. Por favor conozcan los hechos sobre Falun Gong y renuncien al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas para estar a salvo”.

Policía retirado: apoyo firmemente a Falun Gong

Un policía retirado se encontró con tres de nosotros en un autobús. Cuando supo que éramos practicantes de Falun Gong nos habló como viejos amigos. Dijo que había sido un oficial de policía de alto rango. En 1979 había peleado en la guerra chino-vietnamita. Una bala atravesó su pie derecho, pero sobrevivió. En 2009 había tenido cáncer pulmonar y una cirugía; y también sobrevivió.

“Mírenme”, dijo. “Mi ropa, zapatos y cinturón son todos del uniforme de seguridad pública. Tengo 65 años, y estoy retirado”.

Parecía una buena persona. Y pensé: “Es un hombre con relación predestinada. Debo darle a conocer los hechos sobre Falun Gong”.

Y le manifesté: “¿Ha escuchado la verdad sobre la práctica? Debe renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas para estar a salvo”.

Contó que había estado en Taiwán, Hong Kong y algunos otros países: “La gente allí puede hacer los ejercicios libremente. No son restringidos como nosotros”.

“Soy jubilado. No estoy en contra de Falun Gong. Simpatizo y apoyo a Falun Gong. Nunca lo perseguiría, aun si no estuviera retirado. Ustedes muchachos deben tener cuidado por su propia seguridad. La persecución aun no terminó”.

Le agradecí.

Luego, con decisión, renunció al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.