(Minghui.org) Desde el mes de junio hasta el mes de noviembre vengo soportando la prueba del ye de enfermedad. Comencé con síntomas similares a los de la gripe, luego mis oídos se bloquearon y el oído derecho sufrió una pérdida de audición durante más de tres meses. He podido entender que estos problemas se debieron a las deficiencias en mi cultivación personal.

Durante estos cuatro meses, no detuve el ritmo de aclaración de la verdad ni tomé descanso alguno. Fue un período de cultivación difícil, examinando mi xinxing, buscando apegos, y eliminándolos con acciones reales, paso a paso.

Renunciar a la comodidad

El primer problema fue el apego a la comodidad. Mis hijas dejaron de residir en casa para ir a la escuela en Nueva York, y al mismo tiempo, ya no me necesitaron para colaborar en varios proyectos de Dafa. Mientras buscaba otras opciones para aclarar la verdad, descubrí que tenía mucho tiempo libre, y por varios meses, dormí durante 7-8 horas diarias, pasé mucho tiempo cocinando, comiendo, y apegada a la vida conyugal.

Aunque estudiaba el Fa por mucho tiempo, mandaba pensamientos rectos y hacía los ejercicios diariamente, lo hacía todo con una mente distraída. Estos momentos eran preciados y me mantenían concentrada cuando mis hijos todavía estaban en casa. Sin embargo, ahora con más tiempo libre, no los apreciaba tanto como debiera. Esta ha sido una lucha a largo plazo, pero aprendí a observar mis pensamientos y regresar lo antes posible.

El apego al sueño y a la comida fue gradualmente abandonándose. Mientras no comiera demasiado en la cena, no tendría problemas para levantarme temprano. Hace un mes, una practicante sugirió que estudiaremos el Fa por teléfono después de enviar pensamientos rectos a las 2:00 a. m. Funcionó sorprendentemente bien. Al principio, regresaba a dormir después de estudiar. Ahora, la mayoría de las veces puedo terminar las dos horas de ejercicio inmediatamente después del estudio del Fa. Mi tiempo diario para dormir ha disminuido de 8 horas a 5 horas.

Hace poco fui a una ciudad remota para aclarar la verdad. Un viernes por la mañana, salí de la ciudad a las 3:00 a. m. y volví al trabajo antes de las 7:00 a. m. No sentí sueño en absoluto durante las tres horas y cuarenta y cinco minutos de conducción. Fue un gran avance para superar mi apego al sueño, la comida, el agua y el miedo a conducir largas distancias.

Miedo a la traición

El segundo apego fue el miedo a la traición familiar. Cuando era niña, presencié cómo mi padre, que para entonces tenía cincuenta años, traicionó a mi madre con una mujer más joven. Mi hermano mayor traicionó a su esposa por una joven cuando tenía alrededor de cuarenta años. Pensaba que el mundo humano estaba lleno de mentiras. Esta fue la noción fundamental que me impulsó a cultivarme hace ya 18 años. En el año 2011, presencié la crisis de dos familias de practicantes después de que dos compañeros de sexo masculino y cuarenta años de edad, se enamoraran de una practicante de 26. Perdí la confianza hacia todos los practicantes a mi alrededor, incluido hacia mi propio esposo. Creía que esto podría ocurrir tarde o temprano en nuestro matrimonio, ya que todos los hombres tienen este problema. Debido a esto, constantemente tuve conflictos con mi esposo y me cuestioné el haberme casado con él. Pensé que de haber quedado soltera, habría tenido más tiempo para la cultivación personal.

Durante una pelea con mi esposo hace tres meses, me preguntó: "¿Realmente estás considerando el divorcio? Si es así, no terminará bien". Sin responderle, me senté y comencé a meditar. Mi mente se calmó gradualmente, y me pregunté, ¿Es el divorcio una solución práctica?

En ese momento tan especial de mi vida, pensé en todos los clubes de la sociedad principal que visité para aclarar la verdad sobre Falun Dafa. Esas personas nobles celebraban los aniversarios de bodas en clubs de reuniones cada año. Solía preguntarme por qué lo hacían. Una gran respuesta surgió durante la meditación. El matrimonio es más que la vida personal. Constituye las bases para establecer la sociedad humana. Para los hijos es una gran influencia servir de ejemplo en la resolución de conflictos familiares. Es como trabajar para un instituto por 17 años o dirigir un negocio familiar por tres generaciones. Cuando puedes hacer que una carrera o un negocio dure tanto tiempo, es realmente un éxito. El aniversario es un símbolo del éxito por mantener el matrimonio. Cada pareja necesita pasar por estos conflictos para alcanzar el éxito.

Lágrimas vinieron a mis ojos. Con esta respuesta clara, me di cuenta de que el matrimonio no se trata de sentimientos personales. Es una responsabilidad, independientemente de si estoy feliz o no. Con esta respuesta clara, le dije a mi esposo que no volvería a mencionar el divorcio. Desde entonces no hemos tenido peleas entre nosotros.

Pensando lo peor

Profundizando en este miedo, encontré mi apego a imaginar siempre lo peor. Anhelar una buena vida es correcto para la gente común, pero para los practicantes, todas las tribulaciones son oportunidades para nuestra mejora. Por lo tanto, deberíamos cambiar nuestra forma de pensar. Un día, cuando mi esposo me gritó sin razón alguna, mi oído repentinamente pudo escuchar nuevamente, aunque solo parcialmente. A través de este incidente, me di cuenta de que debía cambiar mis nociones humanas y considerar el maltrato como algo bueno. Si tengo que elegir entre ser insultada por alguien o enfermarme, preferiría sentirme insultada.

El comienzo del yeli de enfermedad también coincidió por un conflicto con un coordinador de proyecto. Él no estaba activo en dicho proyecto, pero no me permitió tomar iniciativas.

He estado trabajando en este proyecto durante 17 años, apoyándolo con determinación detrás de escena. Nos hemos estancado tanto que hemos bloqueado el progreso en todos los Estados Unidos. Aunque me preocupo por este proyecto como si de un hijo se tratara, no tengo intención ni energía de tomar el control de él. Durante años, me ha preocupado el futuro de este equipo, especialmente cuando el coordinador no fue diligente.

Este temor todavía me obsesiona y me obliga a profundizar en sus raíces mientras escribo la experiencia. ¿Estoy apegada a la clarificación de la verdad, o a este proyecto en sí? Hay muchas formas de aclarar la verdad. Si este coordinador o este proyecto falla, puedo encontrar otras formas, o quizá, otro practicante asuma la responsabilidad del proyecto. No puedo cambiar el camino de los demás. Preocuparme por esto solo me creará problemas interminables. Siempre quiero que las cosas se desarrollen en la dirección que yo quiero. Cuando no sucede de esa manera, me enojo o hago un trabajo extra para salvarlo. Es momento de evaluar la situación y dirigir la energía hacia donde realmente se necesita.

Envidia y sentimentalismo

La queja hacia el coordinador también tiene un componente de envidia, al imprimir más compromiso y esfuerzo que él, sin que este trabajo sea reconocido. También hay sentimentalismo, pues este practicante es considerado ya como un familiar por 17 años de trabajo conjunto. He intentado minuciosamente ayudarle durante años. Necesito dejarlo ir, dejarle seguir su propio camino, incluso si fuera a dejar la cultivación. Todos debemos transitar nuestro propio camino.

Superioridad

El último apego que he detectado se trata del sentimiento de superioridad. Nací con talentos en las matemáticas y las ciencias. Mis padres me enviaron a una escuela secundaria no muy buena, sin embargo llegué a conseguir el primer premio en una competición nacional. Debido a esto, estuve en una universidad superior de China, y más adelante entré en un prestigioso instituto de investigación de los EE.UU.. Cuando me gradué, el instituto, que fue clasificado como el número uno en el mundo ese año, me ofreció un trabajo permanente como miembro de la plantilla. Cada vez que aclaro la verdad a las personas, siempre me presento como científica. La orgullosa expresión en mi rostro siempre hacía pensar a las personas que yo era profesora, aunque no era el caso. No mentí sobre mi trabajo, pero la gente me confundía.

Un día, de repente, me di cuenta de que las personas a menudo me alababan cuando les aclaraba la verdad, y mis oídos siempre se sentían peor después. Decidí presentarme con un perfil más bajo. Ajusté mi introducción personal para aclarar la verdad, y luego la envié a varios grupos. Dos días después, mis oídos se recuperaron por completo.

Todavía mirando hacia adentro

En resumen, he aprendido a no renunciar en las largas tribulaciones del ye de enfermedad. Deberíamos seguir mirando hacia adentro y seguir mejorando. La cultivación es seria y larga. Todavía lucho con algunos de estos apegos, pero espero que este artículo sirva de recordatorio para mí y para otros practicantes que aún pudieran estar experimentando el yeli de la enfermedad.