(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy un practicante de Falun Dafa de 62 años de edad. Empecé a practicar la cultivación hace 19 años, el 18 de septiembre de 1998, debido a una grave enfermedad. Dafa no solo salvó mi vida, sino también me bendijo con felicidad y energía inagotable.

A continuación, me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación.

Volviendo al trabajo con el fin de salvar a los seres conscientes

Después de jubilarme en 2005, trabajé a tiempo parcial en un hospital privado hasta 2013. En ese momento, decidí enfocar mis esfuerzos en la salvación de los seres conscientes. Aunque pasé mucho tiempo afuera, clarificando la verdad a la gente, mis esfuerzos dieron pocos resultados. Solo pude salvar a un pequeño número de personas.

Estos resultados desalentadores me llevaron a preguntarme si el ambiente de mi trabajo original me ofrecía mejores oportunidades para salvar a los seres conscientes. En ese momento, un practicante me dijo que un hospital privado necesitaba urgentemente un especialista en Ginecología y Obstetricia. Aunque no era exactamente mi área de especialización, estaba decidido a aprender lo más que podía y, al mismo tiempo, salvar a los seres conscientes.

Teniendo esto en mente, fui a la entrevista con el jefe de departamento. Otro practicante le había aclarado la verdad previamente, por lo que pude informarlo por adelantado que, siendo practicante de Falun Dafa, no podría realizar abortos. Como el jefe del departamento necesitaba médicos urgentemente, aceptó mis condiciones, y empecé a trabajar en el pequeño hospital privado.

Clarificando la verdad y atestiguando milagros

En agosto de 2014, traté a una paciente de 42 años que estaba embarazada por cuarta vez, después de tres abortos. Cuando llevaba cerca de 34 semanas de embarazo, los médicos empezaron a notar presión arterial elevada, irregularidades de la frecuencia cardíaca fetal y fibromas uterinos. Para la semana 36, su condición se había deteriorado hasta el punto que ninguno de los dos hospitales que ella frecuentaba estaban dispuestos a aceptarla como paciente. La pareja no tuvo otra opción que quedarse en el hospital en donde trabajaba. Al ingresar, los médicos recomendaron una cesárea inmediata, debido a la condición crítica de la madre y del niño.

Entonces, me pusieron a cargo de rescatar al recién nacido. Tan pronto como recibí al niño enfermo, quien no respondía, me incliné y le hablé al oído: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Luego procedí a administrarle el tratamiento de emergencia.

Como la condición del niño recién nacido seguía siendo crítica a pesar de nuestro tratamiento, el hospital decidió enviar al niño a un hospital más grande y mejor equipado. Junto a los dos conductores de la ambulancia y a otro médico, acompañé al niño y a su padre. Previamente, había intentado aclararle la verdad al padre del niño, sin embargo, él no fue muy receptivo. Después de subir a la ambulancia, le compartí mis pensamientos. "Su hijo está en estado crítico", le dije. "Ahora, solo Dafa puede salvarlo. Si usted quiere salvar a su hijo, grite junto a mí: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!'".

Desesperado por salvar la vida de su hijo, el padre rápidamente siguió mi consejo y comenzó a gritar: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Le aseguré al padre del niño que el Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, salvaría al niño. En este momento, vimos la boquita del recién nacido abriéndose y cerrándose. En respuesta, su padre gritó rápidamente, otra vez: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Pasamos el resto del camino gritando estas palabras maravillosas. En la mitad del camino, el sol naciente brilló por la ventana y reposó en la cara del niño. Inesperadamente, el niño respondió apretando los ojos firmemente cerrados. Más animados, continuamos gritando durante el trayecto hasta llegar el gran hospital. Cuando el personal médico del hospital levantó al recién nacido de la cama, el niño soltó su primer gemido fuerte. ¡El Maestro había salvado al recién nacido y había convencido a su padre de la bondad de Dafa!

Entonces, el padre me prometió sinceramente que transmitiría a su familia la verdad detrás de la persecución de Dafa. También le aconsejé seguir recitando la frase que salvaba vidas durante el tiempo de hospitalización de su hijo.

Hoy, el bebé es un niño de tres años, feliz y saludable.

Regresé a trabajar y les conté la experiencia a mis colegas. El jefe del departamento se quedó asombrado y comentó: "¡Poder sacar a ese niño vivo fuera de nuestra sala de operaciones ya fue un milagro en sí!". Así, mis colegas estaban maravillados al atestiguar la naturaleza milagrosa de Dafa.

"¡Quiero renunciar al PCCh!"

Hace ocho años, le aclaré la verdad a la hija de un excolega y la persuadí con éxito que renunciara a los jóvenes pioneros y a la liga de la juventud comunista, dos organizaciones del partido comunista chino (PCCh).

Debido a que ella estaba sufriendo de un embarazo difícil, vino a pedir mi ayuda. Además de hipotiroidismo materno, el cordón fetal se había enrollado al cuello del bebé, y la cabeza de este quedó en una posición alta. La hija expresó su deseo de no someterse a una cesárea. Entonces, le aclaré la verdad a mi excolega, a su hija y a otros familiares y después les pedí que recitaran: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

De repente, la hija gritó: "¡Quiero renunciar al partido!". Sorprendido, le pregunté: "¿No habías renunciado ya, un tiempo atrás?". Luego, me explicó que se había unido al partido en el transcurso de los ocho años después de haber salido de las dos organizaciones juveniles. Ahora sabía que esto estaba mal, y estaba ansiosa en renunciar.

Al día siguiente, se hizo un estudio que comprobó que el cordón umbilical ya no estaba enrollado al cuello del bebé. Entré a la sala de partos y les pedí a todos los presentes que sigan recitando: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Durante el estudio, observamos que la cabeza del feto se mantenía alta; el feto tenía una posición difícil y su frecuencia cardíaca era bastante baja. Ante esta situación, incluso nuestro jefe de departamento, que tenía mucha experiencia, me susurró, dudando: "¿Va a funcionar esto?". Permanecí silencioso, pero recité en mi mente: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Procedí a enderezar la cabeza del bebé y el niño nació sin problemas.

Después, mi colega me dijo: "Cuando vi cómo dudaba el jefe de departamento, casi me volví loco de preocupación. Solo pude esperar que todo estaría bien y recitar: '¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!'. Casi lloré de alivio cuando nació el bebé".

"Ahora realmente creo en él"

Una de las enfermeras que trabaja en nuestro hospital iba a dar luz a su bebé allí. Cuando le había aclarado la verdad previamente, me había respondido simplemente que otros practicantes de Dafa ya habían tratado de convencerla a renunciar al PCCh y que no se oponía a Falun Dafa.

Hace unos días, mientras estaba dando luz a su bebé, tuvo una situación de emergencia: los médicos descubrieron que su bebé no estaba en la posición correcta de parto, y el cordón umbilical estaba envuelto al cuello del bebé. El bebé también sufría de una frecuencia cardíaca lenta, mientras que su madre tenía inercia uterina. En este momento crítico, le aconsejé recitar: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Accedió y, en pocos minutos, la frecuencia cardíaca del bebé volvió a la normalidad. La animé a seguir recitando, mientras volteé la posición del bebé. Pronto después dio a luz a su hijo sin problemas.

Después, la enfermera me dijo: "Originalmente, tenía sentimientos neutros hacia Falun Dafa. ¡Este milagro me ha convencido de su bondad!".

Habiendo sido testigos del milagro, sus familiares quedaron también convencidos del poder de Dafa.

Convenciendo a mis colegas de la bondad de Falun Dafa

Durante mis primeros meses en el hospital, me asignaron a una paciente que sufría de erosión cervical. Les aclaré la verdad a ella y a su familia, y la paciente finalmente se sometió a una operación realizada por nuestro especialista cirujano. Sin embargo, más tarde la paciente se mostró insatisfecha con su tratamiento y presentó una queja ante el Ministerio de Salud, reportando la presencia de un practicante de Falun Dafa.

Un director del Ministerio de Salud habló posteriormente con el director del hospital, quien luego discutió mi situación con el jefe de departamento. Entonces, el jefe de departamento me buscó para hablar. Después de enterarme de la situación, le dije francamente: "Si mi presencia te está causando dificultades, puedo irme inmediatamente".

El jefe de departamento me aseguró que no afectaba su posición y me preguntó si esta situación me podría crear dificultades. Le aseguré que no.

Poco después, nuestro hospital fue sacudido por la noticia de la muerte de un recién nacido poco después de una operación cesárea. El día del incidente, no estaba de guardia. Al día siguiente, la familia desconsolada exigió una compensación del hospital por la muerte del niño. Justo entonces, los enfermeros que limpiaban la sala de operaciones pasaron para preguntar si se podrían llevar la placenta.

Por curiosidad, fui con ellos a inspeccionar la placenta. Al examinarla, encontré un nudo en el cordón umbilical. El flujo de sangre resultó insuficiente para el feto y había causado problemas de desarrollo y anomalías congénitas. Alerté al jefe de departamento, quien rápidamente reportó este descubrimiento a la dirección del hospital. La placenta fue mostrada a la familia en presencia de los funcionarios del Ministerio de Salud, y la familia procedió a retirar su demanda contra el hospital.

Sabía que Shifu había arreglado este incidente para mostrarle al jefe de departamento los beneficios por apoyar a un practicante de Dafa. He considerado este caso como un ejemplo y aproveché la oportunidad para aclarar la verdad aún más a mis colegas, hablándoles de las bendiciones que uno puede recibir al tratar y a ver Falun Dafa de manera positiva. Un compañero dijo inmediatamente en voz alta: "¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".

Empecé a trabajar en el hospital con la intención de salvar a los seres conscientes. En los últimos tres años, he cumplido mi objetivo y logré salvar a mucha gente. Durante el tiempo que pasé aquí, Shifu me ha estado protegiendo, mientras arregló que lleguen los seres con relaciones predestinadas. Sigo atesorando esta oportunidad y continúo mi trabajo de aclarar la verdad con mi corazón.