(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996, y ahora tengo 87 años. El 12 de enero de 2005, el sitio web de La Gran Época le pidió a la gente que renuncie al partido comunista y sus organizaciones. Entonces comencé a hablar con la gente para ayudarlos a renunciar. Ahora he ayudado a más de 10.000 personas a renunciar al partido cada año, y en total he ayudado a más de 110.000 personas.

Hablando con la gente todos los días

Salgo a hablar con la gente todas las mañanas, los 365 días del año. No me perdí ningún día, ni por lluvia, viento o por ser feriado. Si no puedo salir por la mañana, salgo por la tarde. Normalmente puedo ayudar alrededor de 30 personas a renunciar al partido por día. Si me pierdo un día, al día siguiente hablo con la gente hasta que llego a 60 personas que renuncian.

Si tenía que ir a una reunión de intercambio de experiencias por la mañana, salía por la tarde. Otra vez, participé en un evento local que comenzó a las 9:00 a. m. Así que salí más temprano y logré cumplir mi meta.

Siento que salir a aclarar la verdad es mi responsabilidad, y me siento incómodo si no lo hago.

Enfocado en salvar a la gente

Intento mantener mis pensamientos tan puros y limpios como sea posible. No miro TV y ni siquiera hablo de cosas comunes con mis hijos. Me levanto a las 3:50 a. m., hago los ejercicios, y envío pensamientos rectos a las 6:00 a. m. Después desayuno, estudio una lección de Zhuan Falun y luego leo otras dos lecciones. A las 10:00 a. m. salgo a hablar con la gente, y usualmente regreso a casa a las 3:00 p. m. Luego estudio una o dos lecciones más de Zhuan Falun antes de cenar. Después de eso, estudio los jingwen y escucho la Radio de Minghui.

También ayudo con otros proyectos, como salir a entregar DVD y volantes, pegar calcomanías, ayudar a los practicantes a armar libros, y visitar practicantes que están experimentando tribulaciones.

Mi mente está enfocada en salvar a la gente y nada más. Me doy cuenta que mi habilidad para aclarar los hechos es más fuerte cuando mi mente está pura y limpia.

Shifu dijo:

“Por ejemplo, una botella llena de cosas sucias, cerrada con una tapa ajustada, al ser arrojada al agua se hunde inmediatamente hasta el fondo. Tú vuelcas las cosas sucias que tiene adentro y cuanto más vuelcas, tanto más alto flota la botella; al vaciarla por completo, la botella sube flotando completamente hasta la superficie del agua” (Zhuan Falun).

Shifu también dijo:

“Un ser humano es como un recipiente; es justamente lo que él contiene” (Fundiéndose en el Fa, Escrituras esenciales para mayor avance).

Mi entendimiento es que no tenemos que exponernos nosotros a cosas negativas. Si nuestros pensamientos se pueden fundir con el Fa, entonces los resultados de nuestra aclaración de la verdad serán buenos.

Una mañana, me senté en el banco de una plaza y esperé. En poco tiempo, la gente se sentó a ambos lados míos. Primero hablé con la persona a mi izquierda y lo ayudé a renunciar al partido. Luego hablé con la persona a mi derecha y también renunció. Cuando se fueron, dos personas nuevas se sentaron al lado mío. Me quedé sentado y hablando con la gente. En una hora, ayudé a 20 personas a renunciar al partido. Me di cuenta que Shifu envió a esas personas a mí.

Cuando nuestra intención es pura, aclarar la verdad se da fluidamente. Un día, cuando ayudé a 29 personas a renunciar, miré la lista y noté que eran todos miembros de la liga juvenil comunista o de los jóvenes pioneros. Me dije: “Ninguno era miembro del PCCh. Sería bueno si pudiera ayudar a alguien a renunciar al PCCh”.

Cuando subí al autobús un hombre se sentó a mi lado. Cuando comenzamos a hablar, dijo que tenía 75 años. Le pregunté si era miembro del PCCh, y me dijo que hace muchos años que era miembro. Así que lo ayudé a renunciar también. Fue como si todo fuera en base a mis deseos.

Shifu nos dijo:

“Si los humanos quieren hacer algo o realizar algo, necesitan utilizar las manos y pies, necesitan hacer un trabajo físico para conseguirlo. Pero los fo no. Los fo sólo necesitan imaginarlo, un sólo pensamiento es suficiente…” (Exponiendo el Fa en San Francisco, Exponiendo el Fa en Los Estados Unidos).

Cuando leí esto, me di cuenta que Shifu estaba dándonos la pista de que tenemos esta capacidad. Mientras nuestras mentes estén en el Fa, seremos capaces de hacer las cosas efectivamente.

Cuando estoy enfocado en salvar a la gente, no tengo pensamientos negativos. Por ejemplo, no pienso: “Si hablo con él y no renuncia ¿qué? ¿Qué pasa si me maldice? ¿Qué pasa si me denuncia?”. Solo estoy enfocado en salvar a la gente.

Una vez, cuando un practicante estaba intentando hablar con el dueño de un negocio, este lo echó. El practicante me pidió que fuera. Después de hablar, el dueño renunció al PCCh. Shifu dijo:

“… si uno actúa completamente por el bien de otros sin el más leve propósito o entendimiento personal, lo que uno dice hará que los oyentes se conmuevan a derramar lágrimas” (Conciencia lúcida, Escrituras esenciales para mayoravance).

Cuando aclaramos la verdad, tenemos que ser compasivos. También necesitamos entender a la otra persona y enfocarnos en el tema principal. De esta forma podemos ayudarlos a renunciar al PCCh en poco tiempo. Ahora es un poco más fácil, y la gente está dispuesta a escuchar. Todos los días puedo ayudar entre 35 y 50 personas a renunciar. He convencido hasta 152 personas en un solo día.

Una vez me chocó una moto mientras caminaba por la calle. Mi cuerpo voló por el aire, pero aterrizó suavemente en el piso como si nada hubiera pasado. El conductor estaba aterrorizado y me pidió repetidamente que fuera al hospital.

Le dije: “Estoy bien. Soy un practicante de Falun Gong. Te puedes ir”. No se quería ir, así que lo ayudé a renunciar al PCCh.

Usando nuestra sabiduría

Shifu dijo:

“Validen Dafa con razón, esclarezcan la verdad con sabiduría, difundan el Fa y salven a la gente con benevolencia; esto está estableciendo la poderosa virtud de un ser iluminado” (Racionalidad, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Primero deberíamos saludar a la gente antes de aclarar la verdad. Por ejemplo, cuando quiero ayudar a alguien, lo saludo amablemente, le preguntó cómo anda, y la pregunto sobre su familia. Luego le pregunto sobre su trabajo, y luego hablamos de lo difícil que es hoy en día ganarse la vida. Luego hablo de lo corrupta y desviada que está la sociedad y por qué pasa esto. Si lo acepta, le digo que millones de chinos se están separando del PCCh al renunciar.

Cuando aclaro la verdad en hospitales, digo: “Hoy en día, ¡es tan difícil para la gente común ver a los médicos! Los médicos solo pasan unos minutos contigo, pero tú los tienes que esperar por horas. Los gastos médicos son tan altos. ¡Tienes que ganar un montón para poder venir aquí! Pero mira a esos funcionarios del gobierno. Los hospitales envían médicos a sus casas y les dan los mejores medicamentos. ¿La gente normal recibe este trato? De ninguna manera. La única manera de mantenerte a salvo sin gastar dinero, es renunciando al PCCh”.

Alentando a los practicantes nuevos

A veces les piden a otros practicantes que vengan conmigo cuando salgo a hablar con la gente sobre las renuncias. Me pone muy feliz que vengan porque pienso que cuantos más practicantes aclaren la verdad, más gente se puede salvar.

Al principio, miran y escuchan. Envían pensamientos rectos y escriben los nombres. Algunos tienen miedo al principio, pero yo los aliento. Les digo: “No tienes que decir nada. Solo escucha”. Usualmente toman coraje después de un rato, y ahora muchos de ellos aclaran la verdad por cuenta propia.

Un día, cuando salí con un practicante joven a aclarar la verdad, noté que un policía de civil nos estaba siguiendo. Como yo estaba hablando con alguien, el practicante caminó hasta el otro lado de la calle y me vigiló. Vio al policía de civil dirigirse hacia mí, pero no me podía tomar del brazo. El oficial fue y volvió tres veces, pero no me podía tocar. Se dio por vencido y se fue. Me di cuenta que Shifu me estaba protegiendo porque yo no tenía miedo; sentí compasión y rectitud.

Deberíamos intentar salvar a todos

Shifu dijo:

“Si un cultivador puede abandonar el pensamiento de vida y muerte bajo cualquier circunstancia, la maldad seguramente tendrá miedo de él. Si cada practicante es capaz de hacer esto, la maldad en sí ya no existirá. Todos ustedes ya son conscientes de la ley de la generación mutua e inhibición recíproca. Si no tienen miedo, el factor que les haría tener miedo se volverá no existente. Esto no debe ser una acción forzada, pero se logra por medio de renunciarlo calmada y verdaderamente” (Eliminen sus últimos apegos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

No tengo miedo, hablo con quién sea que me encuentre.

Aquí unas experiencias más que tuve hablando con la gente.

Sucedió que estaba frente a una comisaría y había tres policías. Dos le estaba reportando al tercero, así que supuse que el tercero era el líder. Cuando terminaron de hablar. Fui hasta el líder y lo ayudé a renunciar al PCCh. Me dijo que tuviera cuidado, y que daba la casualidad que él estaba a cargo de los casos de Falun Gong.

Cuando aclarando la verdad a una señora en un mercado de pulgas, algunos policías repentinamente entraron apresurados, la señora se asustó e inmediatamente dio un paso atrás. Yo no tenía miedo y comencé a explicarle los hechos de la persecución a un oficial. Él aceptó renunciar al PCCh. Luego salí vi que varios policías habían rodeado el Mercado, como si estuvieran buscando a alguien. Pasé justo entre ellos.

Un día cuando estaba aclarando la verdad, el viento sopló mi sombrero. Fui a recogerlo, pero el viento lo voló de nuevo y cayó en medio de cuatro personas, una pareja de ancianos y una pareja joven. Me di cuenta que Shifu quería que hable con ellos. Así que ayudé a los cuatro a renunciar al PCCh.

Cooperando con los practicantes

Además de aclarar la verdad, también ayudo a otros practicantes con lo que sea que necesitan. Un practicante una vez me dio un montón de materiales. Dijo que no tenía tiempo de ocuparse de ellos, no dije ni una palabra y los repartí hasta que casi estaba completamente oscuro afuera. Otra vez, me dieron una bolsa de calcomanías y me dijeron que el practicante que normalmente los pegaba, no había venido. Así que los pegué camino a casa.

Creo que como practicantes, tenemos que cumplir nuestras responsabilidades y cooperar incondicionalmente entre nosotros.

Shifu dijo:

“Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002).

¡Gracias Shifu! ¡Gracias practicantes!