(Minghui.org) Todavía hay muchas residentes locales retenidas en la cárcel de mujeres de la provincia de Anhui por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual que esta siendo perseguida por el régimen comunista chino.

Estas practicantes de Falun Gong encarceladas son sometidas a continuas palizas y otras formas de abusos debido a su creencia. Algunas han sufrido daños irreparables. Lo siguiente son algunos casos.

Ex jefa de enfermeras se queda sorda

La Sra. Wang Lu, una antigua jefa de enfermeras del Tercer Hospital de la ciudad de Bengbu, fue arrestada el 15 de septiembre de 2011 y condenada a 5 años de cárcel en abril de 2002. Ha sido torturada en numerosas ocasiones desde que ingresó en prisión en 2012.

La Sra. Wang se negó a responder cuando pasaban lista, porque no infringió ninguna ley por practicar Falun Gong. También se declaró en huelga de hambre para protestar contra su detención ilegal. Los guardias ordenaron a un grupo de internos que la golpearan durante todo el día. La maltrataron en el aseo durante el día y continuaron golpeándola en su celda durante la noche. Cubrieron su cabeza con un manta y la golpearon en la cabeza. Después de esto, perdió el oído. Sin embargo no se detuvieron.

Los guardias le abrieron la boca para obligarla a comer, golpeándole los dientes durante el proceso.

También fue obligada a permanecer de pie durante la noche esposada a dos camas, una frente a la otra. Los guardias le introdujeron en la boca un trapo sucio y la electrocutaron con picanas eléctricas.

Obligada a permanece con las manos esposadas a dos camas.

Mujer sometida a tortura bajo custodia policial enloquece

La Sra. Wang Ling se desorientó mentalmente debido a los abusos sufridos en el centro de detención de Bozhou. Los guardias de la prisión de mujeres de Anhui continuaron sometiéndola a tortura después de ser trasladada a la prisión el 15 de agosto de 2015. Su salud se deterioraba a medida que continuaba la tortura.

No pudo comer ni beber por ella misma. Tambien perdió el control de los esfínteres y no podía asearse. Los guardias, alegaron que fingia. El guardia Zhang Ling le retorció las manos por detrás de la espalda varias veces.

Con el fin de prevenir que su familia conociera lo que estaba sucediendo, le negaron el derecho de visitas.

Una testigo describió lo que vio: “La Sra. Wang se había vuelto loca cuando la vi en el centro de lavado de cerebro de la cárcel. Tenía todo el cuerpo cubierto de moratones. Sus tobillos estaban tan hinchados que no podía ponerse los zapatos. Fue golpeada duramente y sus orejas también estaba muy hinchadas”.

Otras practicantes

Las Sras. Liu Yun y Bai Youhua también fueron maltratadas. Los guardias Ding Hua, Zhang Ling y Zhang Yongmei ordenaron a los internos que echaran agua hirviendo sobre ellas. Las Sras. Liu y Bai, en otras ocasiones les echaron agua helada. También fueron obligadas a permanecer de pie durante largo tiempo sin que les dieran nada de comida o bebida.