(Minghui.org) Practicantes de Falun Dafa limpiaron las condiciones difíciles en nuestra aldea, y mi hija piensa primero en otros miembros de la familia y renuncia a reclamar por una casa nueva y tierras.

Los practicantes limpian el puente

Tenemos un puente que hay que atravesar para entrar o salir del pueblo. Para los peatones era muy difícil cruzarlo, porque estaba cubierto por restos de la cosecha del maíz. Todo el mundo estaba enojado, pero nadie hacía nada.

Un grupo de nosotros limpió el puente. Se rompieron muchas palas debido a que algunos rastrojos estaban profundamente incrustados.

Los aldeanos dijeron: “¡Los practicantes de Falun Dafa son grandiosos! ¡Solo ellos se ofrecieron voluntariamente a limpiar el puente, y lo hicieron muy bien!”.

Practicantes despejan la nieve

Nadie iba a despejar un camino de 1500 metros cubierto de nieve en nuestro poblado. Era resbaladizo y peligroso, y muchos, tanto jóvenes como ancianos, tenían que transitarlo. Unos pocos de nosotros removimos la nieve.

En nuestra aldea viven 3000 personas. Nos elogiaron, y el secretario de la sucursal del partido comunista se conmovió y nos ofreció dos paquetes de cigarrillos, pero los aldeanos dijeron: “Los practicantes de Falun Dafa no fuman”.

Criando a mi hija bajo los principios de Falun Dafa

Mi hija se casó con alguien de nuestra aldea. Su suegra, quería repartir sus riquezas entre sus dos hijos. La familia tenía tres propiedades: una hermosa casa completamente nueva, otra casa avejentada, y después simplemente tierras. La mujer quería ser justa e insistió que quien quiera que se quedara con la casa nueva debía compensar a la otra parte con dinero. Sin embargo, el hermano menor y su mujer querían la casa nueva y se negaban a dar dinero como compensación.

La suegra de mi hija estaba en una posición difícil. Su hijo menor la presionaba y le decía que su mujer lo dejaría si no se quedaba con la casa nueva.

Mi hija buscó mi consejo. Aunque no es practicante, mi esposo y yo la criamos de acuerdo a los principios de Falun Dafa, y sobre la base de que debía pensar en los otros primero.

Mi hija le dijo a su suegra que aceptarían la casa vieja y ningún dinero en compensación. La mujer se conmovió mucho y los visitaron junto a otros familiares. Le dijo que probablemente se hubiese suicidado si también competía por la casa nueva. Ellos sintieron que todo era injusto y quisieron devolverle a la mujer la tercera parte de la tierra para que se la quedara, pero el hijo menor se la arrebató.

Le dije a su familia política: “Si no practicáramos Falun Dafa, no hubiésemos actuado así. Nuestro Maestro nos enseña a considerar a otros primero. En vez de agradecernos a nosotros, agradézcanle a él”.

Pienso que mi hija está disfrutando de las bendiciones de Falun Dafa porque piensa en otros primero. Recientemente compró una casa en la ciudad y disfruta de una buena vida.