(Minghui.org) La sustracción forzada de órganos realizada por el régimen chino sobre prisioneros de conciencia, incluyendo a practicantes de Falun Gong, se convirtió en el tema central para los medios de comunicación durante el 26.º Congreso Internacional de la Sociedad de Trasplantes en Hong Kong, del 19 al 23 de agosto, algo que el régimen chino no se esperaba.

El New York Times publicó tres artículos sobre el tema. El 19 de agosto, citó al Dr. Philip J. O’Connell, presidente de la Sociedad de Trasplantes, diciendo: “La afirmación china de que el mundo acepta su sistema de trasplante de órganos es rebatible”.

El Dr. O’Connel dijo al orador chino en la convención: “Es importante que ustedes entiendan que la comunidad global está consternada por las prácticas a las que los chinos se han adherido en el pasado”, según el artículo de The New York Times.

El 18 de agosto, la noche antes de que comenzara la convención, dos asociaciones estatales chinas llevaron a cabo una sesión especial sobre el trasplante de órganos en el país. Sus oradores incluyeron al ex ministro de salud chino, Huang Jiefu, y al director del hospital afiliado de la universidad de Zhejiang, Zheng Shusen, dos de las figuras principales dentro de la comunidad de trasplante de órganos de China.

Sorprendentemente, o tal vez no, los únicos periodistas habilitados para estar en sesión especial fueron los de periódicos y estaciones de televisión pertenecientes al estado chino, y unos pocos medios pro-comunistas de Hong Kong.

Al día siguiente, más de 20 medios chinos contaron al mundo la misma historia: Esta reunión especial sobre trasplante de órganos demostró que el mundo del trasplante de órganos de China había sido completamente aceptado por la Sociedad de Trasplantes, y además el ex ministro de salud, Huang Jiefu, negó vehementemente la acusación dirigida por la comunidad internacional sobre las sustracciones forzadas de órganos.

En el artículo del 19 de agosto de The New York Times, el Dr. O’Connell dijo: “Ellos pueden decir eso, pero esa no es la verdad”.

Un artículo del 17 de agosto de The New York Times trató el discutido tema de las sustracciones forzadas de órganos antes de que se realizara la convención. Varias organizaciones de derechos humanos y médicos intentaron impedir que la convención se realizara, debido a que se sospechaba que ciertos oradores estaban involucrados en la sustracción forzada de órganos, incluyendo a Huang Jiefu y Zheng Shusen.

Un grupo de médicos y expertos en ética publicaron un artículo en American Journal Transplantation, criticando que “la decisión de llevar a cabo la conferencia en China era algo prematuro”, según el artículo de The New York Times del 17 de agosto titulado “Debate abre fuego contra el uso de órganos de prisioneros en China, mientras los expertos se reúnen en Hong Kong”.

Más de 10 trabajos presentados para la convención fueron rechazados debido a las fuentes poco claras de los órganos. El director del hospital afiliado de la universidad de Zhejiang, Zheng Shusen, fue invitado a hablar, pero su discurso fue cancelado, y su trabajo está siendo investigado. Zheng se perdió la ceremonia de apertura y regresó a casa antes de que comenzara el encuentro.

En la conferencia de prensa del 19 de agosto, el Dr. Jeremy Chapman, ex presidente de la Sociedad de Trasplantes, dijo que el trabajo de Zheng podría haber violado la regla de la Sociedad sobre no usar órganos de prisioneros para investigaciones, sin embargo no mencionó su nombre.

Si se descubre que los autores del trabajo sí violaron la regla, el Dr. Chapman dijo: “Entonces serán señalados y condenados, y excluidos de las reuniones para siempre, y lo mismo de las revistas de trasplantes”.

Practicantes de Falun Gong sosteniendo carteles frente a la sede de la conferencia.

En junio de 2016, tres investigadores independientes de Canadá y Estados Unidos (David Kilgour, David Matas y Ethan Gutmann) publicaron un informe de 680 páginas sobre la sustracción de órganos llevada a cabo por el estado en China. En él se estima que en China se llevan a cabo entre 60.000 y 100.000 cirugías de trasplante anualmente, para las cuales en su mayoría se utilizan órganos de practicantes de Falun Gong.

La propia experiencia de Zheng Shuseng ofrece evidencias indirectas para soportar esta acusación.

Zheng Shusen, de 66 años, es uno de los médicos más experimentados sobre el trasplante de órganos en China. Según la publicación del medio estatal chino Guangmingwang y la Asociación de Ciencia y Tecnología, Zheng ha realizado más de 1.850 trasplantes de hígado, hasta marzo de 2016.

Según un artículo del 28 de enero de 2005 presente en el sitio web de su instituto, el Centro de Trasplantes de Hígado, Zheng, en una oportunidad, realizó 5 trasplantes en un día y un total de 11 solamente en esa semana.

Zheng dijo a los medios en 2006 que, desde 1992 hasta 1998, solo se llevaron a cabo 78 trasplantes de hígado en todo el país, pero a partir de 1999 el número se incrementó drásticamente, coincidiendo con el comienzo de la persecución se Falun Gong ese mismo año.

Lo que se destaca de su experiencia es el “trasplante de hígado por insuficiencia hepática aguda” (LTAHF, por sus siglas en inglés), que se refiere a pacientes que deben ser trasplantados dentro de las 72 horas o de lo contrario fallecen. Basándonos en la información de los trabajos de investigación de Zheng publicados en 2005, su instituto realizó 46 de estos procedimientos entre enero de 2000 y diciembre de 2004.

Ya que esta clase de trasplantes no puede prepararse con anticipación, es extremadamente raro en países occidentales. Sin embargo, entre los 4.331 casos registrados en el Informe sobre el Registro de Trasplantes de Hígado de China de 2016, 1.150 de estos casos se trataron de LTAHF, es decir un 40% del total.

Esta enorme cifra de casos se considera una fuerte evidencia de la sustracción forzada de órganos a personas vivas en China.

También cabe destacar que Zheng es el presidente de la asociación anti-sectas en la provincia de Zhejiang. Una de las funciones más importante de esta cuestionable asociación del régimen en las dos últimas décadas fue la de ayudar y apoyar en la persecución a Falun Gong.

Zheng mismo ha estado activamente involucrado en calumniar y denigrar a Falun Gong. Fue el editor en jefe de un libro publicado en 2009 que difamaba a la práctica espiritual.

Aunque nunca reveló la fuente de los órganos en sus publicaciones, su papel en la campaña anti-Falun Gong ciertamente sugiere de dónde son extraídos los órganos para abastecer a la inmensa industria de trasplantes china.