(Minghui.org) La envida es la causa fundamental de mucha miseria y, como lo muestra esta historia, la gente lo aprendió de la forma más dura.

Según cuenta la historia, un ángel vino a la casa de un buen granjero y le dijo: “Dios observó que eres una buena persona. Por eso, él quiere concederte tres deseos, Sin embargo, hay una condición. Cualquier cosa que desees, tu vecino obtendrá el doble”.

Verde de envidia después del primer deseo

El granjero estaba muy feliz y pidió suficiente granos que durasen para todo el año.

Una gran pila de granos apareció en la puerta de la casa a la mañana siguiente, y dos pilas de granos aparecieron en la puerta de la casa de su vecino.

La pareja de al lado era muy pobre, entonces esto era como un regalo del cielo. El granjero se puso verde de envidia.

Enfurecido debido a la envidia después del segundo deseo

El ángel volvió unos días después para concederle al granjero su segundo deseo. Esta vez el pidió un hijo.

Su esposa más tarde dio a luz a un adorable bebe varón. El granjero se sintió muy afortunado.

Su vecino fue a felicitarlo y contarle que su esposa también había dado a luz, a mellizos, a un varón y una mujer.

El granjero se enfureció, y pensó: “Él es inútil y su esposa es tan fea. ¿Qué virtud tiene ella para dar a luz a un varón y una mujer?”.

La envidia despertó un tercer deseo desviado

Esa tarde, el ángel vino para conceder al granjero su tercer deseo. El granjero se arrodilló y pidió que uno de sus brazos sea cortado. El ángel quedó impactado y le pregunto por qué.

“Ya no puedo soportarlo”, respondió el granjero. “¿Por qué mi vecino merece recibir el doble? Prefiero perder uno de mis brazos para que él pierda sus dos brazos. De esta manera sentiré paz en mi corazón”.

El ángel estaba callado. El granjero miró hacia arriba y vio lágrimas caer de las mejillas del ángel.

“¿Por qué quieres lastimarte y lastimar a otros?”. El ángel le preguntó. “¿No sabes que solías cultivarte en el Dao, pero no tuviste éxito debido a tu envidia? En esta vida, viniste al mundo humano para sufrir”.

Continuó: “Tu vecino fue tu maestro. Su virtud es mucho más grande que la tuya y se le debe dar mucho más que a ti. Pagar tus deudas de karma a él es el propósito de tu vida, entonces así después puedes volver al cielo. Este incidente también fue arreglado. Si no hubieras obtenido envidia y te hubieras sentido feliz por él, ¡Habrías recibido una fortuna mucho más grande!

El granjero entendió al instante, pero ya era muy tarde. El ángel desapareció sin dejar rastro. Todo lo que él podía hacer era golpear su cabeza contra el suelo con profundo pesar.

Mi envidia revelada

Los practicantes de Falun Dafa deben llegar a un estado de no estar envidiosos cuando ven la buena fortuna de otros.

Sin embargo, la envidia sigue llenando mi corazón cuando veo que otros tienen más fortuna que yo. El sentimiento no es tan extremo como el del granjero, pero sé que la envidia es un serio apego en la cultivación que los practicantes deben eliminar por completo.

Cuando escuché que el negocio de un amigo había fracasado, estaba secretamente feliz. Cuando un amigo compró un auto, me pregunté como hizo para pagarlo.

Un humilde pariente que es dueño de una empresa de miles de millones de dólares se encontró conmigo para cenar una vez. Le di un discurso durante la cena, y le dije: “¡El dinero se cambia por virtud! No puedes traerlo al nacer ni llevarlo al morir. Sólo estamos en esta tierra por unas décadas. Debes valorar la virtud”. Actué como si fuera muy sabio, pero en realidad estaba celoso de su fortuna y trataba de consolarme.

Si alguien decía que un practicante se había cultivado bien, haría lo mejor para encontrar y apuntar todas sus ineptitudes.

Cuando un practicante, que era considerado diligente, fue recibido en un hospital, estaba bastante emocionado y hasta le dije cosas ofensivas cuando lo visité.

Entendimiento

Pensé que me había cultivado bien, pero mis defectos salen a la superficie cuando enfrento pruebas. El nivel de cultivación de uno no está determinado por las palabras de uno, sino por sus acciones.

Compartí mis defectos sobre mi apego a la envidia con esperanza de completamente eliminar esta mentalidad.