(Minghui.org) Después de convertirme en una practicante de Falun Dafa, la mayoría de la gente me consideraba una persona honesta y sincera. Pero una vez, una amiga me dijo: "Eres buena, en general, a excepción de que eres bastante astuta".

Pensé que estaba bromeando, así que no presté atención a su comentario. Eso fue hasta que, un día, estaba leyendo la conferencia de Shifu Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda y encontré este pasaje:

“A veces cuando estamos entre la gente común, nuestras mentes se vuelven muy calculadoras. Cuando otros te ofenden ligeramente o dicen cosas que no te gustan, inmediatamente te pones alerta y buscas cosas en tu mente para protegerte y usarlas para contraatacar. Ese no es en absoluto el estado de un cultivador”.

Miré hacia adentro con base en el Fa y me di cuenta de que el pasaje anterior señalaba exactamente mi problema.

Cuando hablaba y trabajaba con otras personas, había formado el hábito de analizar involuntariamente las intenciones de otras personas para averiguar si estarían en mi contra. Si detectaba algo que no me gustaba, les hablaba de una manera indirecta para protegerme. Por otra parte, hacía una nota mental de las personas que consideraba que sean difíciles de lidiar, y me mantenía a distancia de ellas.

Aparentemente permanecía tranquila, pero había construido muchas barreras mentales que me separaban de los demás, para protegerme del mal. Sin saberlo, estas barreras invisibles me separaron también de mi verdadero ser y ocultaron mi verdadera naturaleza. Shifu usó el comentario de mi amiga para ayudarme a darme cuenta de mi apego.

Me cansé de ser astuta, pero también pensé que las palabras y el comportamiento astutos eran parte de la conducta social en China. Esto me tranquilizó un poco, y no sentía que había algo malo en mi comportamiento.

Mi apego a la astucia también se mostraba durante las interacciones con los compañeros practicantes. Por ejemplo, cuando me daba cuenta de que el comportamiento de un practicante no estaba alineado con el Fa, no tenía la compasión de señalárselo.

La gente externa suele tener una visión más clara acerca de ciertos temas, que las personas involucradas. Preferiría decir cosas indirectamente para protegerme y no ofender a otros. Como resultado, mis comentarios indirectos no ayudaron a la gente y a veces la confundieron.

Al surgir de una mentalidad egoísta, de tratar de defender intereses personales, el apego a la astucia es un obstáculo en la cultivación, y debe ser eliminado. Ahora, que me he dado cuenta del apego, tengo que librarme de él.

Siempre que lo percibo intento suprimirlo, y trato de detener el comportamiento que lo activa. Al interactuar con los demás, ya no analizo sus intenciones. Independientemente de lo que quieren de mí, los trato con sinceridad. Ahora tengo menos pensamientos desviados y me volví más relajada y de mente abierta.