(Minghui.org) El granjero de Henan, He Hongliang, fue recientemente liberado de prisión por su condición médica, terminando así tres años de encarcelamiento ilegal. Es la tercera vez que fue detenido y torturado por el régimen chino al negarse a renunciar a su creencia en Falun Gong.

Este residente de 70 años del condado de Huaiyang, fue arrestado en junio de 2013 y retenido por más de 10 meses en el centro de detención local, donde fue física y mentalmente maltratado, y agredido sexualmente.

Luego de que fuera transferido a la prisión Xinmi en abril de 2014, su salud sufrió un rápido declive, a pesar de los continuos tratamientos médicos. Se sospecha que la medicación que le suministraban empeoró su situación.

El Sr. He ha sido blanco de las autoridades locales desde que la persecución comenzó en 1999. Animó a su familia a realizar una demanda contra Jiang Zeming en septiembre de 2015 mientras permanecía encerrado en la prisión Xinmi, haciendo responsable al ex líder del régimen comunista de iniciar la persecución.

Maltrato durante el arresto e interrogatorio

El Sr. He fue arrestado el 26 de junio de 2013 por policías de la división de seguridad nacional regional. Tres oficiales lo abofetearon y le advirtieron que no dijera una sola palabra durante el proceso.

Mientras era interrogado en la comisaría, fue esposado a una “silla de acero” por dos días.

Instrumento de tortura: Silla de acero.

Dos días después, tres policías de la comisaría Xuwan saquearon la vivienda de su hijo, sin ningún permiso de registro ni identificación. Ese mismo día, más tarde, también saquearon su casa y confiscaron fotos del fundador de Falun Gong, un reproductor de MP3 y calendarios con información sobre Falun Gong.

Torturado y sexualmente agredido en el centro de detención Huaiyang

Tres días después de su arresto el Sr. He fue trasladado al centro de detención Huaiyang. Allí, los policías daban órdenes a los reclusos para que maltrataran a los practicantes de Falun Gong

Un prisionero de su celda lo abofeteó apenas llegó, solo porque era practicante.

Antes de su arresto, pasó por un accidente automovilístico y se le diagnosticó una fractura conminuta en la pierna derecha, que es una rajadura o astilla del hueso en más de dos fragmento. Cuando los guardias y los reclusos se percataron de su cojera, tironearon de su pierna, causándole un tremendo dolor. Como resultado, no pudo recuperarse completamente de la lesión.

Los presos tiraban agua al suelo de cemento y luego lo derribaban. Después cada uno tomaba uno de sus brazos y piernas y tiraban de él hacia atrás y adelante arrastrándolo. También le sacaban la remera, ponían jabón en su espalda y lo golpeaban con sus zapatos. A todas las marcas de pies que le quedaban en la espalda las llamaban “sellos de hierro”.

El director Li dijo que el Sr. He debía mojarse sus pies con su propia orina. Cuando protestó, los guardias y reclusos lo abofetearon y tiraron de su vello púbico arrancándolo.

Un guardia apellidado Shi, mencionó a los presos de la celda del Sr. He que no quería verle ningún pelo en la cara, así que le arrancaron la barba a tirones.

Metían su cabeza en un orinal, le quemaban las cejas y la barba con un encendedor, y le sacaban todo el vello púbico.

Un grupo de presos sostuvo su cabeza en un mingitorio mientras otro orinaba en su boca y en toda su cara y cabeza.

En dos ocasiones distintas, dos reclusos se desnudaron frente a él y trataron de tocarlo con sus penes.

Actos atroces de los internos

En el centro de detención Huaiyang,los reclusos a menudo abusaban del Sr. He mientras los guardias miraban o daban vuelta la cabeza.

El preso Wu, a menudo le pellizcaba las piernas, pecho y pezones hasta que sangraban. También lo golpeaba regularmente hasta que le dolían las manos.

El preso Zhang, cubría su cabeza con una colcha y luego lo golpeaba. Los reclusos a menudo también mojaban sus frazadas, y volvían a hacerlo cuando las colgaba para que se sequen.

El preso Ma, a menudo le ponía en el oído un dispositivo electrónico vibrante en medio de la noche, privándolo del sueño.

Cuando hizo huelga de hambre, los reclusos le rociaron agua con chile y ajo en el rostro.

El preso Dou, lo pateó, lo empujó al suelo y luego golpeó su cara hasta que estuvo cubierta de sangre.

Sustancias desconocidas administradas en prisión

Debido a la violencia física sufrida en el centro de detención del condado, el Sr. He se encontraba en mala condición cuando fue transferido a la prisión Xinmi en abril de 2014. Asignaron a tres personas para que lo “transformaran” o lo forzaran a renunciar a Falun Gong por medio de maltratos físicos o psicológicos.

El primer día, por negarse a vestirse con el uniforme de prisión, los presos se pararon sobre su cuerpo.

Cuando el Sr. He se sintió enfermo, el médico de la prisión le prescribió medicamentos que empeoraron sus dolores. Cuando protestó, las autoridades lo forzaron a continuar con el tratamiento.

Fue esposado y atado con grilletes durante dos semanas por gritar “Falun Dafa es bueno”. Un guardia también lo roció con una solución en la boca y lo golpeó.

Aunque estaba muy débil, era capaz de caminar cuando llegó a la prisión en 2014. Después de un tiempo, ya necesitaba asistencia para hacerlo. Para cuando fue liberado bajo libertad condicional médica, ya no podía hacerlo de ningún modo; dos personas tuvieron que sacarlo de la prisión.