(Minghui.org) Me vi forzado a abandonar mi casa por un período de tiempo para evitar ser perseguido. Cuando se inició la persecución, tenía bastante temor y me preocupaba ser descubierto o espiado. Estaba nervioso y no sabía si escapar o quedarme en el lugar que alquilaba.

Poco después me di cuenta de que mi estado no era correcto y pensé: “¿Por qué me siento nervioso e intento esconderme como si fuera un criminal? Los practicantes de Dafa son rectos y dignos. La maldad en otra dimensión puede ver claramente los pensamientos de las personas. Sin importar qué medios use para esconderme, no podré realmente esconderme de ellos”.

Me pregunté: “Soy perseguido por practicar Dafa, y ¿no es Dafa lo más poderoso? La maldad no podrá dañarme mientras tenga a Dafa en mi corazón”.

Empecé a estudiar el Fa. No obstante, me encontraba con todo tipo de interferencias, como fatiga, somnolencia, pensamientos humanos, y preocupaciones de la vida cotidiana. A veces era todo un desafío para mí balancear el estudio del Fa y mi impaciencia por los asuntos cotidianos. Pero me esforcé para mantener mi estudio del Fa.

Una vez estudié el Fa después de terminar mis asuntos de rutina. Cuando tomé Zhuan Falun, leí sólo dos renglones y me quedé dormido. Al despertarme pensé: “No he estudiado mucho el Fa, lo que resulta en que me estanque en un mismo nivel por mucho tiempo. Si no lucho con mi pereza y no estudio el Fa diligentemente ¿cómo puedo negar la persecución?” Usé todo mi poder de voluntad para seguir estudiando el Fa.

Trabajando diligentemente para superar todas las interferencias, leí los nuevos jingwen de Shifu seis veces. Mientras leía, me sentía como envuelto por un campo de energía profundo y amplio. No puedo describirlo con palabras.

Me di cuenta de que los practicantes de Dafa cargan con enormes responsabilidades y las cosas que hacemos tendrán un impacto en el futuro. Comencé a entender profundamente y relacionar el cultivarme bien con la salvación de seres conscientes. También sentí que la ansiedad que tenía había desaparecido y tanto mi cuerpo como mi mente estaban livianos, y así estaba el entorno en el que vivía.

Luego escribí mis pensamientos al enfrentar cierta situación. En el proceso, sentí mi mente abierta y me di cuenta de mis propios problemas. Era la primera vez que me daba cuenta conscientemente de que mis pensamientos eran de hecho apegos y nociones humanas.

Desde entonces, mi ambiente mejoró. Los funcionarios dijeron que ya no me acosarían. Finalmente, pude tener un buen ambiente de cultivación. Me volví diligente y creo lo que Shifu nos dijo:

“El Fa puede revelar todos los apegos, el Fa puede erradicar todas las perversidades, el Fa puede exponer y eliminar todas las mentiras y el Fa puede fortalecer los pensamientos rectos”. (“Eliminen la interferencia” en Escrituras esenciales para mayor avance II)