(Minghui.org) “No recuerdo cuántas picanas eléctricas usaron simultáneamente para electrocutarme. Con cada descarga, mi corazón palpitaba, y mi cuerpo tenía espasmos repentinos. El dolor estaba más allá de las palabras”.

La Sra. Ge Xiuli una vez describió las incontables torturas que experimentó durante sus dos años de sentencia cumplidos en el campo de trabajo forzado de Shijiazhuang por su creencia espiritual.

La Sra. Ge, de la provincia de Hebei, ha sido repetidamente arrestada, detenida, y encarcelada en los últimos 17 años por practicar Falun Gong. Sufrió numerosas torturas incluyendo golpizas, descargas eléctricas, ser colgada de sus muñecas y alimentación forzada.

Su último arresto fue en septiembre de 2013, después de lo cual fue sentenciada a 8 años en prisión el 18 de abril de 2014, por exponer la persecución a Falun Gong en público. Aunque apeló la sentencia, la corte suprema mantuvo la sentencia sin audiencia.

Mientras está actualmente encarcelada en la prisión de mujeres de Shijiazhuang, su esposo, el Sr. Zhang Shusheng, presentó una querella criminal en su nombre en junio de 2015 en la procuraduría suprema popular, contra el ex líder del partido comunista chino, Jiang Zemin, por haber lanzado la persecución a Falun Gong en 1999.

“La persecución trajo tremenda presión mental y financiera a nuestra familia. Vivimos con miedo todo el tiempo”, dijo el Sr. Zhang en su querella escrita. “Mi hija es aún muy joven y le quitaron el cuidado de su madre”.

“Con esta querella, espero que más gente sea consciente de la persecución y que Jiang se enjuiciado pronto por todo lo que ha hecho”.

Trasfondo de las querellas

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano ilegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.