(Minghui.org) Una profesora retirada de la provincia de Hebei fue detenida en el año 2009 por compartir en redes sociales cómo había recuperado su salud luego de aprender Falun Gong.

Cuando la policía arrestó a la Sra. Zhao Shouzhu (赵守珠) e intentó forzarla a renunciar a sus creencias, ella explicó tranquilamente por qué practica Falun Gong y les contó sobre la farsa de la auto inmolación en la plaza de Tiananmen. Los oficiales suavizaron su actitud, y explicaron que no habían elegido arrestarle, sino que había sido una orden. La Sra. Zhao fue liberada por su esposo más tarde. Pero su computadora fue confiscada y todavía no se la han regresado.

Antes de ser detenida, fue acosada y enviada a un centro de lavado de cerebro por su lugar de trabajo para intentar forzarle a renunciar a Falun Gong.

A continuación su historia sobre cómo se recuperó de una enfermedad incurable: espondilitis anquilosante (una enfermedad de la columna vertebral).

Recuperando mi salud luego de haber perdido las esperanzas

Una vez cuando tenía 30 años, me sentí repentinamente mareada y me desmayé. Un examen médico reveló que tenía alta tensión. El doctor me dijo que mi condición era peligrosa, especialmente dada la historia médica de mi familia.

Comencé a tomar medicamentos para la tensión. Gradualmente sentía que los ojos se me hinchaban y que mi inmunidad se debilitaba a diario. La garganta me dolía mucho y me era difícil dar clases a mis estudiantes.

Además tenía problemas para caminar debido a una vena hinchada en el ano. Me encontraba demasiado débil para levantar los brazos. Ya no podía moverme en la cama, ponerme en cuclillas ni agacharme. Me la pasaba en cama, viendo desesperadamente a mi esposo encargándose de los quehaceres del hogar y de las necesidades de nuestra hija.

Fui a los mejores hospitales de la ciudad y nadie podía explicar la causa de mi enfermedad. Finalmente, un hospital de Beijing me dijo que estaba sufriendo de espondilitis anquilosante, enfermedad que no tiene cura.

Tenía 33 años cuando me enteré. Perdí la voluntad de continuar viviendo, pero no podía abandonar a mi familia.

En los próximos cinco años probé todo tipo de medicinas chinas y occidentales y terapias alternativas, incluyendo la práctica de Taichi. Gasté todos mis ahorros, pero sólo empeoraba. Estaba desesperada.

En ese momento, Falun Gong acababa de llegar a mi área. Fui a aprender los ejercicios y comencé a leer los libros. Terminé de leer el libro principal en tres días. Finalmente entendí la causa de mi enfermedad y el propósito de la vida. Lancé todas las medicinas a la basura.

Luego de practicar dos semanas ya podía caminar normalmente, y después de dos meses desaparecieron todos mis síntomas. No había palabras para describir mi felicidad.

Comencé a seguir los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia y me deshice de mis malos hábitos y poca paciencia. Me volví más respetuosa hacia mis padres y suegros. Trataba a todo el mundo con bondad genuina, incluyendo a mis estudiantes y a sus padres. Mi acciones impresionaron a mis jefes y fui reconocida como una profesora ejemplar en mi distrito.