(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Gong antes que comenzara la persecución, hace más de 17 años. Mi hijo leyó los libros de Falun Gong en ese tiempo y siempre ha tenido una actitud positiva hacia la práctica a pesar de no ser practicante.

Un terrible accidente

El 9 de julio de 2000, mi hijo y su colega salieron en motocicleta a dar una vuelta alrededor de las 10:00 p.m. Mi hijo conducía y su amigo iba en el asiento de atrás. Había un camión en el carril de frente con sus luces puestas. Las luces del camión eran tan intensas que mi hijo quedó temporalmente cegado y no podía leer las señales de tránsito – especialmente las que advertían una curva peligrosa. Sin saber sobre ello, no redujo la velocidad y perdió el control de la motocicleta. Chocaron contra un pilar de piedra al costado del camino. Él y su colega salieron lanzados de la motocicleta hacia el piso y perdieron la conciencia.

Su colega recuperó la consciencia primero y se dio cuenta que tuvieron un accidente. Llamó a mi hijo pero este no respondió. Incapaz de caminar se arrastró hacia él, que estaba tirado en el piso, aún inconsciente. Luego se arrastró hasta el costado del camino para pedir ayuda.

Ningún auto paró, así que el amigo de mi hijo se arrastró hasta la aldea más cercana y golpeó la puerta de una casa que tenía luces prendidas. Era la casa del director de seguridad de la aldea. El amigo de mi hijo le dijo que tuvieron un accidente y necesitaban ayuda. El director reunió a otros aldeanos y fueron a la escena del accidente con un triciclo motor. Llevaron a mi hijo al hospital más cercano. Para ese tiempo ya eran más de las 3:00 a.m.

“No te preocupes, todo va a estar bien”

Mi esposo y yo no reconocimos a nuestro hijo después de ir a verlo en la unidad de terapia intensiva. Su rostro estaba severamente raspado. Tenía tres costillas rotas. No obstante, sus primeras palabras hacia nosotros fueron: “No se preocupen, todo va a estar bien, porque creo que el Maestro Li me salvará”.

A la mañana siguiente, el abdomen de nuestro hijo se había hinchado más que su pecho. Los médicos presumían que tenía una hemorragia interna y decidieron operarlo para encontrar la fuente de la hemorragia. Descubrieron que se había roto el bazo y lo quitaron.

Casi muere durante la operación, y los médicos sintieron que no había mucho más para hacer para salvarlo. Por nuestra fuerte insistencia, el hospital contactó un experto de otro hospital. Este médico se apresuró y llegó en 30 minutos, y diagnosticó que tenía coágulos de lípidos en su sangre. Le hizo un tratamiento inmediatamente. Nuestro hijo revivió gradualmente en 24 horas.

Recuperación asombrosa

Se quedó en terapia intensiva 25 días antes de que lo operaran de nuevo para acomodar sus costillas. Se quedó en terapia intensiva por un mes. Los médicos y enfermeras en la unidad comentaron que era el paciente más crítico del lugar, pero fue el primero en recuperarse.

No necesitó muletas a pesar de haber sufrido fractura de tres costillas. En menos de seis meses volvió a trabajar. Los que no sabían que tuvo un accidente no podían decir que le pasó algo tan grave. Su rápida recuperación causó gran conmoción en la comunidad médica local y en la unidad laboral de mi hijo.

En 2003 durante una revisión física de rutina, encontraron una sustancia de una o dos pulgadas en el lugar del bazo. Un médico dijo que era un reemplazo del bazo. En 2004 había crecido más. Una examen en 2015 mostró que se había generado un nuevo bazo. Los médicos que sabían del caso estaban completamente perplejos, y exclamaron: “¡Imposible!”.

Estamos tan agradecidos hacia Falun Gong por la maravillosa recuperación de nuestro hijo. A pesar de que él no practica Falun Gong, siempre ha mantenido una actitud positiva hacia la práctica. Como resultado, experimentó la compasión de Shifu.

¡Gracias Maestro Li!