(Minghui.org) Tuve una experiencia mirando hacia adentro hace unos años y me gustaría compartirla.

Varios practicantes y yo estábamos distribuyendo volantes para la aclaración de la verdad en el campo, cuando alguien nos denunció a la policía. Un practicante fue detenido. Otro practicante y yo nos encerramos en una carretera de montaña, y no sabía qué hacer.

Parecía que nada era real y parecía ridículo. Pensé: "El mal no puede hacernos daño. No tengo miedo de ser detenido, porque he aprendido a mirar hacia adentro. Puedo acabar desintegrando la guarida del mal".

Cuando el otro practicante trató de explicar la verdad sobre Falun Dafa a quienes estaban tratando de arrestarnos, lo golpearon. Aunque me preocupé por él, no tuve suficientes pensamientos rectos para aclarar los hechos muy bien. Amablemente les pedí que dejen de golpearlo, pero todos hicieron caso omiso y luego se fueron.

Me quedé allí en silencio, pensando que era responsable de lo que había sucedido, y que no debí haber dejado que mi compañero practicante sufra la tribulación solo. Pero no sabía exactamente qué hacer.

Entonces, recordé claramente algo que sucedió cuando apenas comenzamos a distribuir los volantes. Había visto una motocicleta sospechosa detrás de nosotros. Tenía miedo de tomar la decisión equivocada, así que le pregunté a nuestra coordinadora su opinión, con la esperanza de obtener una instrucción. No deseaba parar de distribuir los volantes por si no era una motocicleta de policía, pero estaba también asustado de que mis compañeros practicantes me culparan si tomaba la decisión incorrecta. El coordinador me pidió mi opinión, pero no le dije lo que pensaba sinceramente.

Este recuerdo me hizo comprender que me importó más proteger mi reputación que mi cultivación. Como cultivador, debí haber sido honesto, pero mi egoísmo causó una pérdida. Vi que la base de mi cultivación siempre había sido mi propio yo.

Sentí un profundo pesar al darme cuenta de esto. Pedí disculpas sinceramente al Maestro en mi mente: "Shifu, estaba equivocado". No me cultivé bien. ¡Ahora sé en qué debo trabajar! Todo lo que hago y digo de ahora en adelante se basará en ser responsable hacia el Fa y a mis compañeros practicantes". Vi la diferencia que tenía con mis compañeros practicantes. Me faltaban los pensamientos rectos necesarios para ofrecer salvación a los seres conscientes.

De pronto oí voces desde lejos, que me sacaron de mi pensamiento profundo. Aseguraban que ya no nos querían detener más. Mis compañeros practicantes fueron finalmente liberados y todos regresamos a casa sanos y salvos.

Gané muchísima comprensión del Fa a partir de esta experiencia. Aunque no podría explicarlo muy bien, me gustaría agradecer al Maestro por salvarme y por darme la herramienta mágica de mirar hacia adentro. Estoy decidido a seguir las instrucciones del Maestro y convertirme en un verdadero discípulo de Dafa.

¡Deseo un Feliz Año Nuevo al Maestro Li! ¡Heshi!