(Minghui.org) El juez presidente de un juicio contra un practicante de Falun Gong trató de negociar un acuerdo con el abogado defensor, pero éste lo rechazó debido a que no hay ninguna ley en China que criminalice a Falun Gong.

La Sra. Wang Changjin, residente de la ciudad de Changsha, fue arrestada el 7 de diciembre de 2015 por rehusarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.

Su abogado, el Sr. Guo Haiyue, defendió su derecho constitucional de libertad de creencia durante su primera audiencia el 9 de agosto de 2016. Enfatizó que la persecución a Falun Gong carece de bases legales desde sus inicios, y que su cliente nunca debería haber sido procesada en primer lugar.

También argumentó que la evidencia para condenarla, que incluye objetos confiscados de la casa de la Sra. Wang, no debería ser tomada en cuenta ya que consisten en posesiones legales suyas incapaces de causar daño a alguien o a la sociedad en general.

La Sra. Wang, que semanas después de ser arrestada fue liberada bajo fianza debido a su elevada presión arterial, recibió una notificación de la corte el 9 de octubre de 2016, donde se le avisaba que su próxima audiencia había sido pospuesta, ya que la fiscalía necesitaba de más tiempo para investigar su caso.

El Sr. Gao sospechó que se trataba de una estrategia de retraso por parte de la corte. Habiendo representado a otros practicantes de Falun Gong en el pasado, sabía que en ocasiones las cortes chinas emitían veredictos de culpable contra los practicantes mientras sus casos parecían estar demorados.

El 4 de noviembre la juez Pan Hao llamó al Sr. Gao, y le pidió que le transmitiera un mensaje a su cliente. Pan dijo que, o la Sra. Wang admitía su culpabilidad o era puesta nuevamente bajo custodia y enfrentaba una condena a prisión. Prometió ofrecerle a la Sra. Wang una sentencia anulada si confesaba su crimen de practicar Falun Gong.

El Sr. Gao rechazó firmemente el acuerdo, ya que fue contratado para defender la inocencia de la Sra. Wang.

Desde entonces no volvió a saber nada de la corte.