(Minghui.org) Un día me senté de manera reacia al lado de mi impresora  pensando que tenía que imprimir otro grupo de materiales de clarificación. No tenía ánimo para trabajar, así que miré hacia adentro: "¿Por qué me siento tan renuente? ¿Estoy tratando de darme por vencido?". En muchas oportunidades, he pensado en pasar mis responsabilidades a otra persona. 

Al ver a mis compañeros practicantes, me quedé sin palabras. Algunos todavía estan en prisión. Algunos han dejado el contacto con otros practicantes luego de ser liberados. Otros han aflojado en la cultivación, o han envejecido demasiado para poder manejar el trabajo necesario. ¿Qué puedo hacer? No tengo otra opción sino continuar. Sé desde el fondo de mi corazón que no puedo renunciar, y tengo que perseverar. Comencé a llorar. 

Me pregunté: "¿Por qué estoy llorando? ¿Acaso pienso que esto es injusto? ¿Acaso pienso que he trabajado demasiado duro?". La respuesta fue si, hasta cierto punto. Más que todo, me he sentido cansado, pero mi corazón me ha dicho que debía seguir los requerimientos de Shifu y no aflojar. Es decir, que debía avanzar diligentemente. 

Continué llorando cuando pensé sobre mi deber. Si, soy un discípulo de Dafa. Debo seguir los requerimientos de Shifu y hacer bien las tres cosas. No hay excusas. 

Hice Heshi y le pedí a Shifu que me bendijera con fuerte fe y tenacidad para la cultivación, y que me permitiera cumplir con mi deber con mucho coraje.

No es fácil hacer persistentemente las tres cosas en soledad, bajo persecución después de 17 años. La curiosidad y lo emocionado que estaba al comienzo de mi cultivación se habían ido. Mi entusiasmo inicial por tener éxito en la cultivación fue reemplazado con un sentido del pesado deber de cumplir con nuestra misión. Vinimos a este mundo porque hicimos una promesa.

A veces dudo de mi nivel de tolerancia, pero siempre hay una vez que me dice que mi vida fue creada por Dafa. Debería hacer cosas de acuerdo con los requerimientos de Dafa. Aunque no soy perfecto, todavía tengo que hacer lo mejor que pueda y no puedo perder tiempo.

Estoy escribiendo mis pensamientos de manera franca, con la esperanza de poder motivarme y también a mis compañeros practicantes para perseverar en cumplir con nuestro deber.