(Minghui.org)

Esposo reconoce la bondad de Dafa

Una noche, hace cuatro años, le dije a mi esposo: "Mirando hacia atrás en mis muchos años de cultivación, siento que no soy en absoluto una discípula de Dafa”.

"Soy incompetente como madre, ya que no puedo criar a nuestro hijo con los medios financieros necesarios. No sé cómo cuidar de ti, en cambio, a menudo te hago sentir avergonzado. Ni siquiera soy una buena nuera. Como dice el refrán, "La caridad comienza en casa". No soy obediente, y me siento apenada. Ahora, estoy sinceramente reflexionando sobre mí, ¿cómo me estoy cultivando? Quiero empezar de nuevo como si fuera una nueva practicante".

Pensé que él diría algo como: "Por fin, reconociste tus problemas".

Pero para mi sorpresa, él dijo: "Falun Dafa es realmente bueno. Falun Dafa es genial. En el futuro, no necesitas obligarme a ser diligente en la cultivación. Yo ya a sé cómo cultivarme bien”.

El jefe de la celda de prisión elogia a Dafa

Cuando vivía en China, estuve encarcelada en un centro de detención, y los recién llegados tenían que limpiar el piso. Mientras me ponía en cuclillas limpiando el piso, otros estaban sentados en la cama. La jefa de nuestra celda de la prisión dijo un insulto y mencionó el nombre del Maestro.

Miré dentro y pensé que era el momento de rectificar este tipo de persecución. Me puse de pie y dije: "Por favor, respétame y no maldigas el nombre del Maestro, así como yo no maltrataré el nombre de tu padre".

Ella inmediatamente aplaudió y dijo: "Falun Dafa es bueno. ¡Falun Dafa es bueno! "Más tarde todos en la celda renunciaron al partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.

Otros practicantes cambian en consecuencia

Durante un grupo de estudio del Fa, una practicante estaba apoyada contra un edredón con las piernas cruzadas sobre la cama. Al sentir que esto era un mal comportamiento, le recordé: "No estás siendo seria sobre el estudio del Fa. ¿Cómo puedes obtener el Fa?".

Aceptó mi comentario y se sentó derecha, pero otra practicante se molestó. Mientras ella estaba ocupada enviando mensajes de texto, me miró con desprecio. Me di cuenta de que mis palabras no habían sido compasivas. Yo también tenía la culpa.

Aquí vino la segunda prueba. Cuando estaba leyendo el Fa, la practicante mencionada anteriormente comenzó a rascarse el pie. Como yo acababa de corregirla, no la corregí de nuevo. En vez de eso, me miré y descubrí que mi espalda tampoco estaba recta, aunque mis piernas estaban dobladas. Inmediatamente enderecé la espalda, y ella al mismo tiempo dejó de rascarse y se sentó derecha como consecuencia. Ella dijo: "La enseñanza del Maestro es realmente buena. La enseñanza del Maestro es realmente buena”. Ella estaba escuchando.

Distracciones

En nuestro grupo de estudio del Fa, una anciana siempre se sentaba a mi lado. Al estudiar el Fa, a menudo no era capaz de encontrar el párrafo correcto para leer. Ella siempre me preguntaba dónde estaba el párrafo y me molestaba un poco.

Esta vez cuando no pudo encontrar el párrafo correcto, me miró y se inclinó hacia mí. Pensé: "Por favor, no me lo pregunte". Pero entonces pensé: "Mira dentro. ¿Por qué no puede encontrar el párrafo todo el tiempo? Debe haber algunos problemas de mi parte”. Inmediatamente me di cuenta de que aunque estaba leyendo el Fa y sabía dónde leer, en realidad estaba distraída por todo tipo de ideas en la mente. Inmediatamente guardé mis pensamientos y me concentré en el estudio del Fa.

Después de que lo hice, ella se sentó y encontró qué párrafo leer.

Mi apego fundamental: cultivarme por fama

Después de mudarme a otra ciudad, mi ambiente de cultivación cambió, y mi estado de cultivación no fue tan bueno, sólo quería dormir y no podía concentrarme en el estudio del Fa. Estaba ansiosa y quería sobrepasarlo. Pensé más en ello después de regresar de una sesión de estudio del Fa.

Recordé que durante nuestra promoción de Shen Yun un año, estudiaba dos lecciones de Zhuan Falun todos los días, y recitaba Hong Yin, Hong Yin (II), y Hong Yin (III) todos los días. En medio año, había leído todos los libros escritos por el Maestro. Todos los días hacía los ejercicios dos veces. A veces practicaba el segundo ejercicio durante una hora. Dormía menos de cuatro horas, salía temprano y volvía al atardecer para dar materiales Shen Yun. Entonces, ¿qué estaba mal conmigo ahora?

Cuando recordé aquel tiempo, me di cuenta de que fui elogiada por otros practicantes diciendo: "Eres fantástica, eres notable", estaba cultivando la alabanza.

Ahora, en una ciudad nueva, donde nadie me conocía, debía ser una prueba para ver si realmente me estaba cultivando. No había fama para mí, y no había oportunidad de exultarme. Otros practicantes me dijeron que mantuviera un perfil bajo, lo que suprimió mi deseo de alabanza. Perdí el impulso para cultivarme. Me había estado cultivando para lograr la fama. Fue realmente horrible, eso demostraba que no me estaba cultivando realmente.

Leí "Hacia la perfección" del Maestro:

"El estudio del Fa con apegos no es cultivación verdadera. Sin embargo, durante el curso de la cultivación una persona puede gradualmente tomar conciencia de sus apegos fundamentales, deshacerse de ellos, y así cumplir con el estándar para un cultivador”.

“Puedes comenzar en el sendero de Dafa con esos pensamientos, pero durante el curso de la cultivación, tienes que considerarte a ti mismo como un cultivador. Más tarde, a través de hacer avances diligentemente por medio de leer los libros y estudiar el Fa, debes reconocer claramente cuáles fueron tus nociones cuando inicialmente viniste a Dafa. Después de practicar durante un período de tiempo, ¿todavía te aferras a aquellas nociones? ¿Continuas en el sendero motivado por aquellos apegos humanos? Si es así, no puedes ser considerado como discípulo mío”. (Hacia la perfección, de Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Cuando leí estos pasajes, encontré mi apego fundamental. Antes de empezar la cultivación, no podía alcanzar objetivos en la vida, ya que era de una familia pobre y no tenía ningún grado académico o estatus social. Mi humilde corazón me hacía sentir deprimida.

Después de estudiar Dafa, noté que otros practicantes eran cálidos y se preocupaban menos por los grados académicos y el estatus social. Además, conocí a mi esposo en nuestro grupo de cultivación, y él era un ingeniero de software con una licenciatura. Esto calmó mi humilde corazón y satisfizo mi deseo de fama. Este fue mi pensamiento inicial que me llevó a mi práctica de Falun Dafa.

Esta realización me llevó a eliminar el deseo fundamental de fama, sobre la cual todos mis otros apegos fueron construidos, mi vida ha cambiado desde entonces. Con una educación primaria, podría hacer lo que hacen los estudiantes universitarios y hacerlo de manera brillante.

Encontrar el apego a "Validarme"

Alrededor de diciembre de 2015, otros practicantes me ayudaron a encontrar otro apego fundamental: una sensación de deficiencia, que era de largo alcance y difícil de abordar. Me di cuenta sin embargo, que el apego no era yo, y traté de eliminarlo capa por capa.

Un día sentí que era sacado de mi pecho, y desde entonces mi estado de cultivación fue fundamentalmente diferente. Sin embargo, cuando leí la enseñanza del Maestro sobre el apego fundamental hoy, encontré otro problema fundamental: validarme.

Un día después de regresar del estudio del Fa grupal, me senté frente a la foto del Maestro con las piernas dobladas y comencé a estudiar el Fa. Nadie estaba a mi alrededor, pero todos los Dioses y Budas en el Cielo estaban observando mis pensamientos. Esta vez me asimilé en el Fa y me concentré completamente. Vi significados que me fueron mostrados por el Fa a mi nivel. Reconocí todos mis problemas. Después, las dificultades de mi vida se resolvieron una por una; encontré un trabajo y alojamiento en mi nueva ciudad.

En este proceso, traté de sentir el apego a la fama. El apego a la fama constantemente aparecía en mi mente. Por ejemplo, me preguntaba cómo debía decir algo durante el intercambio, y cómo otras personas responderían a mi experiencia. Como resultado, mi artículo de compartir experiencias fue rechazado. Me di cuenta de que escribí mi artículo de compartir con el apego a mostrarme. Abandoné el apego, y entonces me pidieron que presentara mi experiencia.

Antes de subir al escenario para hablar, me sentí muy nerviosa y me di cuenta de que el Maestro estaba sacando el apego. Traté de calmarlo, pero mis manos temblaban al leer mi artículo. Sabía que no era yo. Me interrumpieron durante mi exposición, lo que frustró mi apego por la fama. Podía sentir que esa cosa en mi cuerpo estaba alterada.

Me sentí incómoda hasta la siguiente tarde. Hablé con una practicante mayor acerca de ello. Ella respondió: "Sólo querías validarte y obtener lo que querías del Fa. Estabas validándote en lugar de asimilarte en el Fa".

Sabía que esto era cierto. Cuando lo reconocí y ya no disimulé mi sentimiento, me sentí muy caliente y asimilada al Fa. Me sentí muy segura. Mientras tanto, toqué el apego de validarme a un nivel muy micro, y el apego desapareció. Estaba llena de gratitud hacia la otra practicante. Antes de charlar, tenía una opinión de ella, que causó distancia entre nosotros. Esta vez me respondió muy sinceramente, diciendo: "De hecho, yo hago lo mismo, por eso puedo ver tu problema”.

Al día siguiente mi casero dijo que le gustaría aprender Falun Dafa. Posteriormente me encontré con un hombre chino en el camino, pero no tuve tiempo de hablarle de Falun Dafa. Sólo le dejé mi número de teléfono y me llamó para renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. También preguntó sobre el aprendizaje de Falun Dafa. De esta manera, desenterré mis apegos fundamentales capa por capa y salvé a esos seres conscientes con una relación predestinada.

Ahora estoy en otro nivel de dejar ir el apego de validarme, y progresar haciéndolo.

Dejando ir la lujuria

Un día, mientras practicaba el segundo ejercicio, no pude evitar abrir los ojos, y vi un bolso muy hermoso. Me gustó verlo, pero inmediatamente me di cuenta de que era mi lujuria.

Recordé haber leído un artículo acerca de cómo la sensación de que las flores eran bonitas era una especie de lujuria. Leí el artículo a una practicante, y ella dijo que no lo entendía. La lujuria fue muy difícil para mí de eliminar esta vez. Recité “Tabúes para cultivadores” (Escrituras esenciales para mayor avance) del Maestro una y otra vez.

Otro día visité algunas tiendas para ver si colocarían un cartel de Shen Yun en su ventana. En una tienda, el empleado tomó el cartel y dijo que tenía que preguntarle primero a su gerente.

Mientras esperaba, noté a una chica ocupada trabajando en la tienda. Un chico entró. Sonrió a la chica y la miró sin mirar nada más. Pensé que podrían estar enamorados y él la estaba persiguiendo. Como estaba pensando en esto, el recepcionista de la tienda apareció y me dijo que el gerente no quería colgar el cartel. Comprendí que mi lujuria había causado el problema.

En el coche charlé con los otros practicantes sobre esto. Uno dijo: "También soñé con lujuria". Otro practicante dijo: "El otro día mis manos fueron acariciadas por otros, lo cual también reflejó mi lujuria".

En el grupo nocturno del estudio del Fa, tenía tanto sueño que no podía sostener el libro. Me di cuenta de que mi apego a la lujuria estaba tratando de detenerme de estudiar el Fa. Otra practicante también se levantó para liberarse de su somnolencia. Yo estaba tratando fuertemente de mantener los ojos abiertos. Después de un tiempo, mientras seguía estudiando el Fa, el apego de la lujuria se desintegró de mi coronilla. Me sentí inmediatamente aliviada y la practicante que estaba de pie por un tiempo inmediatamente se sentó, ya no sentía sueño.

La enseñanza del Maestro apareció en mi mente:

"Las cosas[2] que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también". (Exponiendo el Fa en el Fahui de Washington D.C., 2002)

He adquirido un mayor entendimiento acerca de esta enseñanza del Fa.

Eso es todo por ahora. Gracias Maestro. Gracias, compañeros practicantes.