(Minghui.org) Este articulo está basado en mi experiencia y entendimientos personales limitados a mi nivel.
“¿Qué está atrás de la incapacidad de mirarnos internamente?”. Cuando se hizo la pregunta entre los practicantes, escuché varias respuestas:
“¿Qué es mirar para adentro?”
“He mirado internamente y encontré algunos apegos. Traté de eliminarlos por muchos años, pero parecen seguir ahí”.
“Shifu dijo que los practicantes debemos mirarnos internamente. Pero no sé cómo”.
“Sí, como practicantes, debemos mirarnos internamente. Pero las circunstancias en ese tiempo fueron…”.
“El problema fue causado por alguien más. No hice nada malo. ¿Sobre qué debería mirar para adentro?”.
“Puedo mirarme internamente mientras lidio con los asuntos diarios de las personas. Pero este es el trabajo de Dafa y estamos salvando a la gente. ¿Por qué él no hace las cosas acorde con el Fa? ¿Por qué él no miró para adentro?”.
“Esto fue las interferencias y persecución de las viejas fuerzas. Debemos eliminarlas y negarlas. ¿Por qué mirar para adentro?”.
Shifu dijo:
“…cada vez que encuentres asuntos como problemas, cosas desagradables o fricciones con otros, debes examinarte y buscar en tu interior. Hallarás las causas de ese problema insuperable”. (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica)
Si son conflictos entre practicantes, o conflictos entre practicantes y personas comunes, cuando encontramos dificultades o interferencias personales mientras hacemos el trabajo de la rectificación del Fa y salvamos a la gente, o mientras se está bajo persecución: ¿Por qué los practicantes fallan al mirarse internamente? Esta no es una pregunta tan simple.
No saber cómo mirarse internamente
Me cultivo con mi tianmu cerrado. No sabía cómo mirar internamente durante la etapa de mi cultivación personal antes de que la persecución comenzara. En ese momento teníamos un grupo de estudio del Fa.
El Maestro nos dijo en Zhuan Falun:
“Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego”.
“…si no se cultiva hacia el interior y no se cultiva y refina el xinxing, el gong no crece”.
Leo estas palabras muchas veces, pero no pienso mucho sobre estas.
Entiendo algunos apegos muy conocidos y sus manifestaciones. Como no me cultivo sólidamente, sentí que los apegos eran intangibles e ideológicos por naturaleza. Algunas veces traté de reprimirlos y rechazarlos cuando surgían. Sabía cómo medir mis acciones con el Fa y corregirme si hacía algo mal. Pero cuando estaba lejos del ambiente de la cultivación, comenzaba a bajar mi guardia, y pronto mis acciones no estaban alineadas con el Fa.
Tenía la tendencia de usar el Fa para medir a otros y mirar sus fallas en vez de las mías. A menudo notaba a otros practicantes haciendo lo mismo. Un practicante leyó un párrafo de las enseñanzas del Maestro a otro practicante y decía: “Esto está hablando de vos”.
En el sitio de práctica en ese entonces, muchos de los practicantes no entendían totalmente qué significaba mirarse internamente. Después de muchos años, siguen habiendo practicantes que no saben cómo mirar para dentro.
Luchando por volver después de ir por mal camino
Durante los primeros años después de que comenzara la persecución, sentía una barrera entre Dafa y yo. Una gran puerta cerrada me mantenía afuera de Dafa. Me preguntaba por qué estaba afuera y si realmente me había cultivado en el Fa.
Siempre estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y el trabajo de aclaración de la verdad. Persistía en la cultivación y nunca me rendía. ¿Pero por qué tenía esos sentimientos? Sentía que era extraño, pero no excavé profundamente buscando la razón. Más tarde me di cuenta que este “extraño sentimiento” era una materia mala que estaba interfiriéndome y apartándome de mirar internamente.
Debido a mis apegos, era incapaz de resistir la persecución y abandoné la cultivación de Dafa. Me sentía muy avergonzado, después que perdí la esperanza, creí que ya no estaba calificado para ser un practicante. Pero en el fondo de mi corazón no quería renunciar a la práctica. Mi mente estaba llena de desesperación, dolor, culpa, y pena. Incluso tuve el pensamiento de terminar con mi vida. Viví en ese estado por un tiempo largo.
Un día, tuve un pensamiento: “Debo retornar a Dafa por el bien de mis seres conscientes”. Le pedí a Shifu que me diera otra oportunidad por el bien de mis seres conscientes, a pesar de haber hecho algo que un Dafa dizi nuca debería hacer.
Sin embargo, el camino de regreso no fue fácil.
Las viejas fuerzas seguían sacando recuerdos de mis errores y así era incapaz de desprenderme de la culpa y vergüenza. Todo tipo de pensamientos surgían, tratando de que renuncie. Algunos practicantes también me dijeron que sería muy difícil volver. Sentía que estaba atascado en un pozo.
Después de un tiempo, junté coraje y empecé a elevarme nuevamente. Después de avanzar unos pasos nuevamente fui jalado dentro del pozo de mis apegos. La lucha entre mis pensamientos rectos y los pensamientos negativos fue intensa. Sentí que no tenía la fuerza suficiente de derrotar mis apegos.
Era incapaz de distinguir mi verdadero yo de mis apegos. Solo sabía que esos pensamientos eran malos y que debía mantenerme positivo. Conservaba un pensamiento en mi mente: “Debo volver a Dafa y nadie puede bloquearme”.
Constantemente me decía “Sigue avanzando, persevera. Con pasos pequeños”. Lo decía varios cientos de veces a diario. Al mismo tiempo, estudiaba mucho el Fa. Finalmente emergí de ese estado.
Continué con el estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos. Después de un tiempo, cuando miré atrás en ese periodo de tiempo, sentí como si hubiera caminado en una neblina, incapaz de ver mi camino. Los viejos recuerdos se volvieron vagos y era incapaz de recordar los detalles. Sentí que fueron borrados. Me di cuenta que el Maestro me ayudo a soltarlos completamente.
Rompiendo con la atadura al miedo
El apego del miedo a menudo interfiere y controla a los practicantes. Algunos practicantes se paralizaron por el miedo y fueron incapaces de hacer cualquier trabajo de la rectificación del Fa.
Cuando estaba en un estado depresivo, mi apego al miedo no se manifestaba fuertemente. Pero después de hacer avances y comenzar a hacer más, el apego al miedo interfirió conmigo gravemente. Lo sentía cada día, incluso en mis sueños. Algunas veces, una oración, una breve memoria o una persona podrían desencadenar mi miedo.
El miedo es una materia y me hacía sentir mal. Cuando era fuerte, mi cuerpo temblaba y mi corazón latía muy rápido. Perdía toda mi fuerza. Imaginaba que la policía tocaría mi puerta en cualquier momento y me pondría en prisión. Mi conciencia principal sabía que los practicantes no deben temer a nada. Lo dominé y lo expulsé, pero sin mucho efecto. Este atacó a mi cuerpo y controló mi mente.
Un día, cuando el miedo me atacó de vuelta, un fuerte sentido de una indignación recta brotó de repente desde el fondo de mi corazón. Mi conciencia principal con calma dijo: “El apego al miedo no soy yo. Te voy a eliminar sin importar cuán fuerte seas. No te temo”. Cuando este pensamiento emergió, sentí que el miedo rápidamente se esfumó. Dos minutos después, mi miedo se había ido. Mi mente se volvió tranquila, mi corazón se volvió calmo, y mi cuerpo ya no temblaba.
Todo esto pasó tan rápido que no sabía cómo reaccionar. Me paré y caminé alrededor en círculos y sentí una fuerza en mi cuerpo. Confirmé que el apego al miedo ciertamente se había ido. Me di cuenta de dos cosas a través de esa experiencia.
Primero, había distinguido el apego al miedo y mi conciencia principal explícitamente por primera vez. Los apegos y los pensamientos son materias formadas después de nacer. No son de nuestro verdadero ser. Nuestros verdaderos seres se están asimilando con Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Si tratamos los apegos y pensamientos como si fuesen parte de uno mismo, no vamos a ser capaces de eliminarlos.
Segundo, el apego al miedo era una materia con vida en otra dimensión. El Maestro dijo:
“En realidad, les digo a todos, materia y espíritu son lo mismo”. (Zhuan Falun)
“Toda materia tiene vida”. (Exponiendo el Fa en Sídney)
Tras ganar esta batalla, el apego al miedo ya no es capaz de engañarme y está siendo eliminado a través de fuertes pensamientos rectos.
Como había muchas materias estimulando mi miedo, por algunos momentos, continué enviando fuertes pensamientos rectos cada día por más de media hora solo para eliminarlos, con buen efecto.
(Continuará)
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Categoría: Mejorándose uno mismo