(Minghui.org) Berlingske, uno de los periódicos daneses más grandes, publicó dos páginas completas el 12 de octubre de 2016, revelando la sustracción forzada de órganos llevada a cabo por el estado a prisioneros de conciencia en China.

Los artículos se titulaban: “Cuando los prisioneros políticos son asesinados por orden” (Når politiske fanger bliver dræbt på bestilling) y “Miembros de movimiento religioso usados como banco de órganos” (Medlemmer af religiøs bevægelse bruges som organ-lager). Los dos artículos están basados en entrevistas con el Dr. David Matas durante su viaje a Dinamarca.

“Miembros de movimiento religioso usados como banco de órganos” (Medlemmer af religiøs bevægelse bruges som organ-lager) publicado por Berlingske, un periódico danés con una historia de 260 años.

“Cuando los prisioneros políticos son asesinados por orden” (Når politiske fanger bliver dræbt på bestilling) publicado en el sitio web del periódico.

El autor de los artículos, Mikkel Andersson, presentó en gran detalle los resultados de la investigación independiente de 10 años sobre la sustracción de órganos de David Matas y David Kilgour, ex diplomático canadiense. Los artículos también resaltan el nuevo reporte, Cosecha Sangrienta/La matanza: Una actualización, basado en una investigación conjunta entre Matas, Kilgour y el periodista e investigador independiente, Ethan Gutmann.

El primer artículo se enfoca en la escala y la evidencia de la sustracción forzada de órganos.

En la actualización del informe, los tres investigadores concluyeron que el gobierno chino está llevando a cabo el asesinato de prisioneros de conciencia, cuyos órganos se venden a altos precios para pacientes extranjeros como también a chinos.

Tiempos de espera llamativamente cortos

El informe enumera una variedad de evidencia. Una de las cosas más estremecedoras es lo rápido que un órgano para trasplante se puede recibir en China.

David Matas le dijo a Mikkel Anderson: “Entrevistamos a un montón de turistas, a quienes les dijeron (en los hospitales) que podían ir cuando quisieran. Esto significa que no hay coordinación con otros pacientes”.

Andersson escribió: “La corta espera es para destacar porque los órganos tienen una vida útil muy corta después que el donante es declarado con muerte cerebral. Un trasplante normalmente requiere que alguien muera en un accidente o como resultado de una enfermedad, lo cual por una buena razón no se puede predecir”.

Enorme diferencia en las cifras

“Es difícil saber exactamente cuántos órganos de prisioneros de consciencia hay disponibles, porque las autoridades, por razones obvias no lo publican”.

El artículo dice que China tiene un sistema de donación voluntario, pero según las autoridades chinas, solo 1400 donantes se registraron en 2012 y 2013, mientras que la cifra oficial de trasplantes en China, según la CNN, es de 10.000 por año.

Matas señaló que la gran diferencia entre la cifra oficial y los donantes se explica con los prisioneros de conciencia. “Los prisioneros son asesinados por orden”, dice el artículo.

Los practicantes de Falun Gong se han convertido en un banco de órganos

El segundo artículo se enfoca en el grupo de víctimas más grande –los practicantes de Falun Gong.

El artículo dice en el primer párrafo: “En China existe una práctica estatal y esparcida ampliamente que transforma a los médicos en verdugos. Cientos de miles de personas son asesinadas por año con el propósito de trasplantar sus órganos, y la mayoría son de Falun Gong”.

El autor presenta brevemente a Falun Gong como una práctica de meditación tradicional china, la cual fue muy, muy popular antes que la persecución comenzara en 1999.

Durante la persecución, muchos practicantes fueron arrestados. Muchos de los detenidos se negaban a revelar su identidad, por miedo a que el gobierno tome represalias con sus familiares.

El artículo declara: “Esto significa que las autoridades no saben quienes son los detenidos, y que su familia y amigos no tienen la oportunidad de saber dónde están detenidos”.

“Esto significa que los prisioneros son particularmente vulnerables, incluso para los estándares chinos. El informe concluye que un gran número son asesinados a la orden cuando se necesitan órganos para trasplantes, tanto para pacientes chinos como turistas”.

Haciendo ilegal los crímenes a nivel global

Matas le dijo al autor del reporte que muchos de los receptores de tales órganos no sabían el origen de los mismos.

“Pero cuando se lo dijimos, estaban profundamente conmocionados. Mi impresión es que muchos con los que he hablado, no hubieran aceptado el órgano si hubieran sabido esto”, dijo Matas.

Matas ahora está trabajando para criminalizar los trasplantes cuando el origen del órgano es ilegal a nivel global.

Al final del primer artículo, Matas señala el importante rol que puede desempeñar Dinamarca: “Dinamarca es una gran voz cuando se trata de derechos humanos. Lo más importante que pueden hacer el gobierno y los parlamentarios daneses es apuntar persistente y públicamente este asunto en los niveles más altos”.