(Minghui.org) La Sra. Jiang Wei se estaba preparando para la boda de su hija el 9 de noviembre de 2015 cuando un grupo de policías irrumpió en su hogar y la arrestó.

Jiang Wei.

El último arresto de esta residente de la ciudad de Chaoyang le sigue a 11 años de prisión desde octubre de 1999 a junio de 2012. Estos 11 años no fueron continuos; la Sra. Jiang fue repetidamente liberada, y luego arrestada de nuevo por negarse a renunciar a su fe en Falun Gong.

La Sra. Jiang responsabiliza al ex dictador chino, Jiang Zemin, por lanzar la persecución a Falun Gong, que como resultado le generó todo este sufrimiento. Ella presentó una querella en junio de 2015, solo para ser arrestada cinco meses después.

Una nueva vida destrozada

La Sra. Jiang una vez manejaba un hotel. Tenía unas 30 prostitutas trabajando para ella, las cuales les daban grandes ganancias cada año.

A ella no le parecía nada raro usar las prostitutas, algo muy común en China continental. Pero después de comenzar a practicar Falun Gong en 1998, se dio cuenta de que lo que hacía era inmoral, e inmediatamente desmanteló el grupo de prostitutas.

La Sra. Jiang quedó estremecida cuando Jiang Zemin comenzó abiertamente a atacar a Falun Gong en 1999. Se preguntaba cómo una práctica que enseña a ser buena persona, puede ser dañina para la sociedad, como decía Jiang Zemin. Entonces se decidió a buscar justicia para Falun Gong, pero su apelación al gobierno y al público resultó en tres años de trabajo forzado y ocho años de prisión.

Su una familia feliz fue destrozada como resultado de su tiempo en prisión. Su esposo se divorció antes que fuera liberada del campo de trabajo forzado en junio de 2002, y sus dos hijas crecieron sin su cuidado durante esos años.

Durante el arresto en 2004, una de sus hijas también fue detenida por dos meses y forzada a pagar 3000 yuanes.

Torturada tres años en Masanjia

En octubre de 1999, la sentenciaron a tres años de trabajo forzado, después de haber apelado en Beijing por su derecho a practicar Falun Gong. En el campo de trabajo forzado de Masanjia fue torturada, lo cual ella documentó en su querella contra Jiang Zemin.

23 días de torturas sin parar

La Sra. Jiang detalló la sesión intensiva de 23 días seguidos de torturas que sufrió mientras estuvo detenida en la división 2 del campo de trabajo.

“Me negué a recitar las reglas del campo de trabajo y me hicieron pasar por una sesión de 23 días seguidos de torturas. Cuatro reclusos me golpearon de tal manera que no tenía heridas visibles sino internas”.

“Me colgaron durante los tres días siguientes, antes de bajarme y hacerme quedar parada por largos periodos de tiempo en un cuarto frío sin ningún tipo de ventilación”.

“Mi rostro y cuerpo se hincharon por el abuso, así que realicé una huelga de hambre para protestar por la brutalidad. Solo para ser torturada más pesadamente”.

“Los guardias me forzaron a sentarme en el piso de cemento y me sacaron las medias y los zapatos. Dos guardias se pararon en mis piernas y me aplicaron una descarga eléctrica en el pecho y en las plantas de los pies por más de 30 minutos”.

A pesar del dolor insoportable, la Sra. Jiang se negó a renunciar a su fe en Falun Gong. Entonces los guardias la cambiaron de división, a la división 1 para seguir torturándola.

Mentiras descaradas

También fue testigo de cómo el campo de trabajo mintió sobre cómo tratar a los practicantes de Falun Gong.

Unos reporteros de la CCTV entrevistaron al jefe de los guardias, Qiu Ping un día en 2001. La Sra. Jiang escuchó que Qiu alardeaba sobre “el cuidado amoroso” del campo de trabajo hacia los practicantes.

Fue corriendo hacia los reporteros para contarles lo que ella y otros practicantes realmente tuvieron que soportar en manos de los guardias, pero los reporteros hicieron oídos sordos.

Fue entonces que se dio cuenta que estaban filmando programas de propaganda para atacar a Falun Gong.

Largas horas de trabajo forzado

A la Sra. Jiang y otros practicantes les ordenaron hacer ropa en un taller de explotación por 17 horas al día sin paga. Los guardias una vez las forzaron a trabajar 36 horas seguidas sin comer ni dormir para alcanzar la producción deseada. Mucha gente cayó enferma por el trabajo intensivo y las condiciones insalubres.

31 días de confinamiento solitario

En un momento dado, la encerraron en una celda de confinamiento solitario por 31 días. La forzaron a acostarse en un colchón tirado en el piso sin calefacción. No le permitieron ponerse un abrigo, y le negaron ropa de cama. Después de los 31 días quedó desorientada. En vez de darle atención médica, los guardias la esposaron con los brazos abiertos a una cama para luego alimentarla a la fuerza.

Gradualmente perdió su habilidad para cuidar de sí misma y enfermó gravemente.

29 días en un hospital mental

En respuesta al estado de la Sra. Jiang, los guardias la enviaron a un hospital mental, donde la retuvieron por 29 días antes de liberarla debido a su estado crítico.

Ella no se acordaba de haber estado en el hospital mental, y una mujer de nombre Qu Guilan le contó lo que pasó. Qu fue asignada por el campo de trabajo para vigilarla .

Según Qu, a la Sra. Jiang le inyectaron seis botellas en las venas y le dieron tres dosis de píldoras sin identificación los primeros días, luego los guardias cambiaron a aplicarle descargas eléctricas diarias.

En un mes aproximadamente, la Sra. Jiang estaba al borde de la muerte. El campo de trabajo forzado demandó 10.900 yuanes a la familia de la Sra. Jiang antes de liberarla por tratamiento médico en junio de 2002.

Sentenciada a 8 años

El 2 de abril de 2004, arrestaron a la Sra. Jiang en su casa. Varias decenas de policías saquearon su casa y confiscaron 21.000 yuanes en efectivo, un reloj caro, algunas computadoras, y libros de Falun Gong. Cuando su hija pidió a la policía que mostrara la orden de arresto, también fue arrestada, detenida por dos meses y forzada a pagar 3000 yuanes.

Durante cinco meses la alimentaron a la fuerza en el centro de detención con salmuera antes de que fuera trasladada a la prisión para mujeres de Liaoning por un periodo de 8 años en septiembre de 2004.

Una vez, un guardia ordenó a varias reclusas que la golpearan con palos de piso y escobas. Se pararon en su pecho y le lastimaron sus pulmones. No podía respirar y la llevaron al hospital.

La Sra. Jiang fue encerrada en una celda de confinamiento solitario por seis meses y medio. El frío y el hambre hacían que vomitara diariamente, y eventualmente desarrolló cáncer de estómago.

Durante varias veces al día la torturaban con la “cama de la muerte” – el periodo más largo fue de 40 días. Luchó en vano y no podía mover su cuerpo cuando salió de la prisión.

El 27 de junio de 2012 fue liberada, solo para ser arrestada tres años y medio después por buscar justicia por todas las torturas que sufrió en la persecución.