(Minghui.org) Habiendo practicado Falun Dafa por 18 años, sigo los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” y enfrento lo que pase con una sonrisa.

Soy un empleado de oficina. Para una inspección de rutina, estaba por recibir al inspector. La llevé a mi oficina y le entregué los materiales pertinentes. La dejé sola después de un simple saludo para que pudiera concentrarse en su trabajo.

Al poco tiempo, ella preguntó: “¿Tiene mal temperamento en algún momento?”.

Sorprendido, le pregunté: “¿Por Qué?”.

“Por su apariencia pacífica y la forma que está hablando, siento que usted es una persona tranquila y apacible”.

Le respondí: "En realidad, yo solía tener un mal carácter. Entre mis hermanos y yo, mi madre se preocupaba más por mí. Sin embargo cambié, todo por Falun Dafa”.

Ella estaba sorprendida. “¿Falun Gong?".

“Sí”.

“¿No está prohibido por el gobierno?”.

“Es solo porque unos pocos oficiales comunistas en el poder lanzaron la persecución. La que se ha continuado por más de 10 años. Mucha gente que toma parte en la persecución fue engañada también. Una vez que conocen la verdad, dejan de llevarla a cabo. Todos tienen un lado bueno, después de todo”.

Le entregué mi copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Leyó un rato y dijo: "Indudablemente, el libro está lleno de cosas buenas. Es totalmente diferente de la propaganda de los medios”.

Le conté sobre cómo mi vida familiar mejoró después de aprender lo que dijo el Maestro Li:

“Cultivadores, no importa dónde estén, todos son buenas personas; entonces tienes que considerar a los demás. ¿Por qué en casa no puedes ser considerada y comprensiva con tu propio esposo?”.(“Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico”)

Ella asintió.

Después me preguntó qué tipo de productos usaba para el cuidado de mi piel, por qué se la veía tan bien. Le sonreí y le dije: “La única cosa que “uso” es practicar Falun Dafa”.

Cuando fue tiempo de partir, dijo: “Aprendí mucho hoy. Trataré a mi esposo mejor de ahora en adelante”.

Un par de días después, la llamé, para preguntarle sobre algo de mi trabajo. Me dijo por teléfono, “Sabe usted que, cuando me encuentro con cosas infelices, ya sea en el trabajo o en casa, puedo soportarlo siempre que pienso en su cara pacífica”. Le respondí, “Todo es por aquel libro (Zhuan Falun)”.