(Minghui.org) Ahora ya tengo más de 70 años, y comencé a practicar Falun Gong el 21 de octubre de 1994, una fecha que jamás olvidaré.

Mi marido, jefe retirado de un departamento de funcionarios, fue consultado en ese entonces por practicantes de Falun Gong para saber si podían reproducir un video del Maestro Li (fundador de la disciplina) en la sala de actividades. Yo tenía fiebre, estaba dolorida y planeaba hacerme una revisión en el hospital. Sin embargo, mi marido me preguntó si quería ver el video.

Mi cuerpo sintió calor, y pronto dejé de tener dolor y sentirme enferma. Entonces, fue cuando decidí practicar Falun Gong.

Creencia sólida en el Maestro y el Fa

A pesar de la persecución lanzada por el ex dictador Jiang Zemin en julio de 1999, mi creencia en el Maestro y en el Fa se mantuvo sólida.

Cuando al principio comencé a cultivarme, ya me habían diagnosticado un número de enfermedades, y en mi lugar de trabajo era conocida por tomar muchos medicamentos. Me hospitalizaban más de dos veces al año. No solo yo sufría, mis enfermedades también afectaban a mis tres hijos y a mi marido, y nuestras vidas carecían de armonía. Entonces, después de que empecé a practicar Falun Gong, ya no necesité medicamentos y pasé a ser conocida por mi buena salud.

Iba al sitio de práctica de los ejercicios todas las mañanas de la semana antes de que el 20 de julio de 1999 Falun Gong fuera prohibido. Nuestro grupo de Dafa leía el Zhuan Falun por las noches, y los fines de semana íbamos a las zonas rurales a hablarles sobre Falun Gong a las personas. Debido a que muchos comenzaron a practicar, me convertí en un instructor voluntario. Trabajaba durante el día, sin embargo no me cansaba y estaba repleta de energía.

Rechazando intimidaciones

El partido comunista chino (PCCh) comenzó a calumniar a Falun Gong, a esparcir rumores y a arrestar a practicantes en julio de 1999. En marzo y diciembre de 2000 fui a Beijing para apelar por el derecho a practicar. Aunque había planeado viajar con otros practicantes, por una u otra razón terminé yendo sola.

En la Plaza Tiananmen, la policía me preguntó si era practicante de Falun Gong, y yo les pregunté si los practicantes tenían prohibido venir a Beijing y les dije que sí era practicante. Fui arrestada, llevada a mi ciudad y detenida durante 15 días. Durante ese tiempo, me instaron varias veces a que firmara un documento en el cual renunciaba a Falun Gong, pero me negué.

Para contrarrestar las mentiras viciosas del PCCh, compañeros practicantes y yo decidimos contarle a las personas sobre Falun Gong. Entonces, fui arrestada en mayo de 2004 y llevada a un centro de lavado de cerebro. Allí, les hablé a todos sobre Falun Gong y fui liberada.

En mi lugar de trabajo hablé con todos, desde los trabajadores hasta los dirigentes, y les di materiales de información sobre la práctica de cultivación. Los animé a que renunciaran al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, y la mayoría estuvo de acuerdo en hacerlo.

Todos allí entendieron los hechos sobre la práctica. Entonces, cuando los funcionarios de la oficina 610 del distrito pidieron para llevarme a un centro de lavado de cerebro, el gerente se negó.

“Ella practica Falun Gong en su casa y no perjudica el ambiente de trabajo”, dijo el gerente a la oficina 610. “A todo el mundo se le asigna una posición, y no tenemos a nadie para hacer lo que nos piden. Si la llevan y algo le pasa, ustedes son los responsables. No tendrá nada que ver con nosotros”.

Los tres jefes del comité de asuntos políticos y legales hablaron conmigo. Les conté sobre Falun Gong y los beneficios que me trajo. Me volví saludable y en mi trabajo ya no tuvieron gastos médicos por mi causa.

“Sería tonta si no practicara algo tan bueno como Dafa”, dije. “Hay un proverbio: ‘El favor de una gota de agua debería ser devuelto con una fuente’. Tengo solo una mente y mi vida. Solo puedo pagar a mi Maestro con todo lo que tengo. Nunca renunciaré a Falun Gong”.

El 12 de mayo de 2004, la oficina 610 asignó a alguien para que monitoreara mis actividades y perdí mi libertad. No podía ir de compras sin que alguien me estuviera siguiendo. Llamé a la comisaría local y me dijeron que eso no tenía nada que ver con ellos.

El 5 de mayo de 2015, mi marido y yo fuimos al comité de administración residencial a entregar una carta que explicaba la verdad sobre Falun Gong. Me dijeron que me fuera de inmediato, pero fui detenida por el jefe de la oficina 610. Cuando nos íbamos, la policía me arrestó, a pesar de que mi marido trató de evitarlo. Fui llevada al centro de lavado de cerebro de Jinjiang.

Armonía familiar a pesar de las adversidades

Mi familia vio que me volví saludable después de empezar a practicar Falun Gong. Ellos entendieron la verdad sobre la práctica, sin embargo les tomó un tiempo aceptarlo por completo. Ahora, mi marido e hijos respetan lo que hago y me apoyan, incluso aunque fui detenida y arrestada en tres oportunidades y nuestro hogar fue saqueado.

A mi hija le fue bien en su examen de promoción, pero la gestión no la promovió debido a que yo practicaba Falun Gong. Mis hijos y mi esposo no se quejaron, pero yo me sentí mal por ellos.

“Siempre y cuando seas buena, todos estaremos bien”, dijo mi hija. “Una promoción para la gestión resulta solo en un pequeño aumento y en realidad no significa mucho para mi”.

Mi hija se benefició de Dafa. Ella tenía endometriosis y no podía quedar embarazada. Desde que empezó a creer en Dafa y el Maestro, fue capaz de concebir un hijo.

Cuando me liberaron del centro de lavado de cerebro, la policía le pidió a mi hijo que pagara 7.500 yuanes por gastos de alimentación e imprevistos.

“¿No invitaron a mi madre? Cobran a su huésped por la comida”, dijo mi hijo. “Ahora mi madre ha sido diagnosticada con hiperactividad de la glándula tiroides, presión arterial y otras dolencias. Nosotros no les hemos pedido que paguen los gastos médicos. Explíqueme en detalle la tarifa que quiere que paguemos”. Nos negamos a pagar un centavo y regresamos seguros a casa.

Desde que mi hijo apoya mi práctica de Falun Gong, fue despedido de su puesto de instructor superior en octubre de 2004.

“Una persona habilidosa puede encontrar trabajo en cualquier parte”, dijo él. “Algún día en el futuro, cuando Falun Gong sea reivindicado, voy a hacer que rindan cuentas”. Ahora mi hijo trabaja en el extranjero.

Mi ambiente familiar es armonioso, lo que me ayuda a hacer todo lo que un practicante debe hacer. No hay interferencias por parte de mi familia y mi casa es un lugar tranquilo para el estudio grupal del Fa.

Cooperar con practicantes

Debido a la persecución, preocupados por los movimientos políticos pasados del PCCh y porque el futuro y el trabajo de sus hijos no se vea comprometido, algunos practicantes dejaron de salir afuera a hablar con las personas sobre Falun Gong. Compañeros practicantes y yo, les dijimos que al habernos beneficiado con Falun Gong, no podíamos escondernos, y debíamos contarles a las personas la verdad sobre esta práctica de cultivación.

Algunos se dieron cuenta de que el Maestro estaba preocupado, resultaron conmovidos y comenzaron a cultivarse nuevamente y a hablar con la gente sobre la práctica.

Un practicante del sitio de producción de materiales fue arrestado en 2007 y no pudimos obtener materiales de Falun Gong durante 10 días. Decidí hacer los materiales, y para eso le pedía ayuda al Maestro. Inmediatamente, me encontré con una practicante que no veía hacía más de dos años. Ella hizo arreglos para que alguien venga y me ayude. Solo cuento con una educación primaria, pero aprendí a navegar por Internet y a descargar todo lo que necesitaba para fabricar materiales de Falun Gong.

El Maestro dijo:

“Todo el gong y todo el Fa están en los libros y uno los obtendrá naturalmente por medio de leer Dafa enteramente. Aquellos que lo aprenden experimentarán cambios automáticamente y estarán ya en el Dao cuando lean los libros una y otra vez. El Maestro definitivamente tendrá a sus Fashen salvaguardándoles silenciosamente. Con perseverancia en la cultivación, seguramente lograrán el fruto verdadero en el futuro”. (“Postrándose ante el Maestro para ser su discípulo” en Escrituras esenciales para mayor avance)

La poca educación escolar no fue un obstáculo

Debido a que cuento con muy poca educación escolar, una pobre memoria y una baja comprensión, leí el Fa y lo transcribí en repetidas ocasiones. También transcribí la parte del Fa donde el Maestro hace hincapié en ello y la leí tanto como me fue posible. Quiero estar segura de basar mis pensamientos y acciones en el Fa.

Ni siquiera una vez sentí que estaba sufriendo, incluso aunque me arrestaron tres veces. Soy afortunada de ser una practicante durante el período de la rectificación del Fa. Como discípulo de Falun Gong, tomo las dificultades con alegría.