(Minghui.org) Parte del personal policial ya no persigue a los practicantes de Falun Gong al conocer la verdad sobre la práctica y la persecución. Aquí hay un par de ejemplos que nos han informado.

Escuchar y hacer nada

(Condado de Fuyu, provincia de Heilingjiang) Conocí a un joven policía por un asunto de trabajo hace unos días.

Luego de hablar de nuestros asuntos, le hablé sobre Falun Gong: “De hecho no manejamos más los casos de Falun Gong en mi comisaría”, dijo. “Cuando alguien hace una denuncia sobre algo relacionado a Falun Gong, levantamos el tubo, escuchamos, colgamos y no hacemos nada”.

Después dijo: “Cuando estaba de guardia, me tocaba responder llamados, y me llegó una denuncia de un practicante de Falun Gong. Le dije a esa persona que ya no manejamos más los asuntos de Falun Gong y que ellos tampoco deberían ocuparse de eso”.

Muchos policías entendieron la verdad. No persiguen a Falun Gong, incluso si otros se los ordenan.

El problema no es Falun Gong, sino el represor

(Provincia de Liaoning) Estaba en un autobús abarrotado de gente. Un joven se levantó para salir y un anciano ocupó el asiento.

“Al fin consiguió un asiento”, le dije. Dijo que no le molestaba ya que podía apoyar sus cosas en el piso. Le dije que los asientos estaban claramente señalizados para personas mayores y mujeres embarazadas y que le enseñaba a mi hijo que nunca ocupe esos asientos.

El hombre sonrió y me dijo que seguro mi hijo es un buen niño y que el Cielo lo reconocería como tal. Sabía que este hombre había entendido los hechos sobre Falun Gong.

Tenía 70 años y era jubilado de la fuerza policial. Había trabajado en varias ciudades y nunca se corrompió. Detesta el actual clima social.

Le pedí su opinión sobre Falun Gong, a lo que me dijo: “El problema no es Falun Gong, sino su represor”; la gente en el bus escuchaba en silencio.

Cuando este hombre bajó del autobús, le dije: “Ya debe saber entonces que “Falun Dafa es bueno”, "¿no?". Me respondió que sí.