(Minghui.org) Conseguí un trabajo como guardia en mayo del 2013, después de que fui liberado de la cárcel.

Muchas personas van y vienen por la puerta todos los días, y sentí que tenía que hacer algo para ayudarles a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Al principio estaba un poco inseguro acerca de cómo hacerlo y un poco preocupado por mi propia seguridad, pensando: “Estoy en la puerta durante ocho horas al día, vistiendo uniforme de seguridad. Si alguien me reportara, no habría lugar en donde pudiera esconderme”.

Tan pronto que tuve ese pensamiento, rectifiqué mi mente, sabiendo que yo mismo tenía que posicionarme rectamente y que la salvación de los seres conscientes era mi principal prioridad. Eliminé los pensamientos egoístas y mejoré en mi cultivación, en el proceso de salvar a la gente.

Ayudando a los transeúntes a renunciar al PCCh

Siempre que sea posible, me acerco a la gente que pasa por la puerta.

Cuando veo a conductores de camiones descargando mercancías, dejo la garita y empiezo a conversar con ellos, preguntando si alguna vez se unieron a la liga de la juventud o a los jóvenes pioneros. La mayoría de ellos contesta que sí, pero que ahora ya no tienen nada que ver con estas organizaciones. Después les pregunto si han oído hablar del movimiento para renunciar al partido y les explico por qué es tan importante para su propia seguridad y futuro. En la mayoría de los casos, después de escuchar mi explicación, ellos están de acuerdo en renunciar.

Utilizo este enfoque para hablar con otras personas también, como repartidores, técnicos de mantenimiento, recolectores de basura o cualquier otra persona que acude conmigo para obtener ayuda.

Una vez, una señora estaba buscando desesperadamente un baño. Le dije dónde había uno y le presté la llave. Cuando regresó, le hablé acerca de la importancia de renunciar al PCCh. Ella accedió a renunciar y estuvo muy agradecida por mi ayuda.

Algunas personas se niegan a escuchar y no quieren renunciar al PCCh.

Cuando le comenté a un representante de otra compañía acerca de la campaña de renuncias al PCCh, dijo: "Soy miembro del partido. ¡Cómo te atreves!". Le comenté que lo que estaba haciendo era por su propio bien y le dije que piense en ello más adelante y que no se pierda la oportunidad de salvarse.

Me quedé un poco preocupado, pensando que me podría reportar. Pero inmediatamente un pensamiento recto vino a mi mente: lo que estoy haciendo es lo más importante y honorable en el universo. Nadie puede interferir”.

Shifu nos dijo:

“Hay dos tipos de discípulos de Dafa a los que ellos no pueden tocar. El primer tipo son los que son sólidos como piedra. No se atreven a tocarlos porque saben que en ese momento, si este discípulo ha tomado un sendero muy recto y lo ha hecho muy bien, y si a pesar de eso se atreven a perseguirlo, sin importar si son fuerzas viejas o sin importar cuáles viejos principios sean, yo absolutamente no los perdonaré. Hay innumerables dioses rectos de mi lado también. Además, tengo innumerables Fashen que pueden hacer la rectificación del Fa. Mi única preocupación es que los discípulos de Dafa no tengan un corazón firme, aferrándose a este tipo y ese tipo de apego al miedo. Entonces, las viejas fuerzas verán eso y se aprovecharán de las omisiones, y les perseguirán. Al ser perseguidos, si los pensamientos rectos de ustedes no son suficientes, serán sometidos a una persecución aún más severa. Siempre ocurre de esta manera”. (Viaje por Norteamérica para exponer el Fa)

Cuando explico los hechos a la gente, siempre recuerdo esto, tanto cuando estaba en prisión, como ahora que trabajo como un guardia.

Mientras actúe con rectitud, estaré protegido por Shifu, los Fashen de Shifu y los dioses rectos. Nadie puede impedirme a salvar a la gente. ¡Todos los elementos malvados que se atreven a controlar a la gente inocente para perseguirme son eliminados!

Sigo haciendo lo que debo hacer y cada día logro ayudar a varias personas a renunciar a las organizaciones del PCCh. Un día, accedieron a renunciar nueve personas.

Ayudando a la gente de mi propia compañía a renunciar al PCCh

Me di cuenta de que algunas personas fueron más engañadas por el PCCh que otras, como secretarios de partido, "miembros superiores del PCCh", etc.

Para ayudar a estas personas, trato de establecer una buena relación con ellas las saludo con gusto y les hablo siempre que puedo.

Con el tiempo, se vuelven más amigables y me saludan con gusto. Entonces empiezo a contarles sobre la importancia de renunciar al partido y las aliento a renunciar. Los resultados han sido buenos.

Una señora siempre tenía tiempo para saludarme amablemente.

Cuando le expliqué lo que significaba renunciar al partido, aceptó inmediatamente con una sonrisa en su rostro. Más tarde me enteré que es una directora adjunta de la empresa.

En pocos meses, ayudé a más de dos docenas de personas en mi compañía a renunciar a las organizaciones del PCCh.

He tenido algunos problemas con un hombre que es responsable de personal de apoyo, incluyendo a los guardias.

Cuando sentí que lo conocía bastante bien, le pregunté si había escuchado acerca de renunciar al partido. Mostró poco interés y apenas respondió. La próxima vez que hablé con él, fui al grano y le animé a renunciar al PCCh. Estuvo de acuerdo, pero tímidamente. Posiblemente le contó lo ocurrido a un supervisor.

Un día, el supervisor vino a verme y me dijo: "Falun Gong, deberías tener más cuidado. Estoy diciendo esto para su propio bien. ¡Podrías perder tu trabajo por hacer esto".

No dije nada en ese momento, pero en mi corazón sabía que continuaría haciendo lo que debería hacer y continuaría salvando a la gente.

Un día, noté que había flores Udumbara en cinco lugares en el techo de la oficina de guardia, 23 en un solo lugar. Supe que estaba haciendo lo correcto y Shifu me estaba animando.

Las lágrimas corrían por mi rostro y dije en mi corazón: “Shifu, haré todo lo posible para asistirle en la rectificación del Fa y salvar a más gente, esté donde esté, sin importar las pérdidas o ganancias personales!”.

Con un corazón puro y la protección de Shifu, hago uso de mi posición, como guardia, para salvar a la gente. Aunque la gente con la que me he topado sabe que soy un practicante de Falun Gong, nadie jamás me ha denunciado a las autoridades.